/ lunes 10 de junio de 2019

La Guardia Nacional es la US Border Patrol Mex

El Presidente estuvo atento, seguro con mirada escrupulosa seguía cada párrafo de la redacción del acuerdo cual si jugara ajedrez, observar que el asunto de los aranceles se resolviese bien; porque como sabemos productores y exportadores de ambos países estaban preocupados por la trascendencia de su impacto; así que al final de la negociación el Presidente lo anunciaría sin poder ocultar su sonrisa de satisfacción: la delegación mexicana había cumplido, lo diría en su twitter Donald John Trump.

Trump tiene buena experiencia con los presidentes mexicanos, Peña al invitarlo y tratarlo como Jefe de Estado le dio ese espaldarazo que contribuyó para ganarle a Hillary Clinton, y hoy con López Obrador la migración ilegal que entra por México parece controlada con este acuerdo, le servirá para posicionar a su partido en las intermedias de noviembre, y le allanará el camino hacia su reelección. Jugada de ajedrez.

No nos equivoquemos, cuando se trate de sus intereses, los gobernantes del imperio norteamericano no se confunden: no hay amigos, nada de amor y paz; no les conmueve separar niñas y niños de sus madres; o que la pobreza o violencia cause dolor, hambruna o muerte en otros países, mucho menos si son latinos.

En abril de 2018 la anterior legislatura en el Senado de la República aprobó por unanimidad exigir al presidente Trump respeto al pueblo mexicano y condenó las expresiones infundadas y ofensivas hacia las y los mexicanos y su intención de militarizar la frontera con México; se solicitó al gobierno mexicano de Peña suspender toda relación de colaboración mientras prevaleciera falta de civilidad y la falta de respeto al pueblo mexicano; además se hizo un llamado urgente al Congreso norteamericano para que instara al presidente Trump a encauzar las relaciones con México sobre las bases de respeto, colaboración mutua para afrontar los retos comunes.

AMLO ganó la elección y prometió en diciembre que en 5 días México frenaría la migración irregular para evitar siguiera su ruta a Estados Unidos, promesa incumplida porque en cada mes de este año se incrementó el número de migrantes hacia la Unión Americana: Trump furioso con el gobierno mexicano.

Así que había que reclamar a Andrés Manuel López Obrador con una amenaza fuerte: aplicar aranceles a todo producto mexicano; ya sentados con los funcionarios mexicanos aprovechó para resolver sus propias broncas. Los corajes con los demócratas que no le otorgan el dinero para construir su muro se atenderán pasando la estafeta a la Guardia Nacional mexicana que se desplegará hacia la frontera sur; compromiso anunciado el jueves: 6,000 elementos de la GN se dirigían a cumplir con ese mandato. Se acordó además su despliegue en todo el territorio nacional para “reducir” la migración irregular; así como el compromiso de intercambiar “acciones” coordinadas a fin de garantizar la seguridad en la frontera común.

Conviene recordar los vericuetos hacia el Tratado McLane-Ocampo del 14 de diciembre de 1859 cuyos enunciados reflejan la disyuntiva que enfrentó Juárez para ser reconocido por el gobierno norteamericano, sin embargo un acuerdo que hubiese sido ominoso para México afortunadamente no fue aprobado por el Senado del país del norte.

El Senado mexicano debe revisar este acuerdo aprobado por el gobierno particularmente lo que refiere a las nuevas tareas de la Guardia Nacional para ser el muro de Trump en la frontera sur.

Defensora de Derechos Humanos

@angelicadelap

El Presidente estuvo atento, seguro con mirada escrupulosa seguía cada párrafo de la redacción del acuerdo cual si jugara ajedrez, observar que el asunto de los aranceles se resolviese bien; porque como sabemos productores y exportadores de ambos países estaban preocupados por la trascendencia de su impacto; así que al final de la negociación el Presidente lo anunciaría sin poder ocultar su sonrisa de satisfacción: la delegación mexicana había cumplido, lo diría en su twitter Donald John Trump.

Trump tiene buena experiencia con los presidentes mexicanos, Peña al invitarlo y tratarlo como Jefe de Estado le dio ese espaldarazo que contribuyó para ganarle a Hillary Clinton, y hoy con López Obrador la migración ilegal que entra por México parece controlada con este acuerdo, le servirá para posicionar a su partido en las intermedias de noviembre, y le allanará el camino hacia su reelección. Jugada de ajedrez.

No nos equivoquemos, cuando se trate de sus intereses, los gobernantes del imperio norteamericano no se confunden: no hay amigos, nada de amor y paz; no les conmueve separar niñas y niños de sus madres; o que la pobreza o violencia cause dolor, hambruna o muerte en otros países, mucho menos si son latinos.

En abril de 2018 la anterior legislatura en el Senado de la República aprobó por unanimidad exigir al presidente Trump respeto al pueblo mexicano y condenó las expresiones infundadas y ofensivas hacia las y los mexicanos y su intención de militarizar la frontera con México; se solicitó al gobierno mexicano de Peña suspender toda relación de colaboración mientras prevaleciera falta de civilidad y la falta de respeto al pueblo mexicano; además se hizo un llamado urgente al Congreso norteamericano para que instara al presidente Trump a encauzar las relaciones con México sobre las bases de respeto, colaboración mutua para afrontar los retos comunes.

AMLO ganó la elección y prometió en diciembre que en 5 días México frenaría la migración irregular para evitar siguiera su ruta a Estados Unidos, promesa incumplida porque en cada mes de este año se incrementó el número de migrantes hacia la Unión Americana: Trump furioso con el gobierno mexicano.

Así que había que reclamar a Andrés Manuel López Obrador con una amenaza fuerte: aplicar aranceles a todo producto mexicano; ya sentados con los funcionarios mexicanos aprovechó para resolver sus propias broncas. Los corajes con los demócratas que no le otorgan el dinero para construir su muro se atenderán pasando la estafeta a la Guardia Nacional mexicana que se desplegará hacia la frontera sur; compromiso anunciado el jueves: 6,000 elementos de la GN se dirigían a cumplir con ese mandato. Se acordó además su despliegue en todo el territorio nacional para “reducir” la migración irregular; así como el compromiso de intercambiar “acciones” coordinadas a fin de garantizar la seguridad en la frontera común.

Conviene recordar los vericuetos hacia el Tratado McLane-Ocampo del 14 de diciembre de 1859 cuyos enunciados reflejan la disyuntiva que enfrentó Juárez para ser reconocido por el gobierno norteamericano, sin embargo un acuerdo que hubiese sido ominoso para México afortunadamente no fue aprobado por el Senado del país del norte.

El Senado mexicano debe revisar este acuerdo aprobado por el gobierno particularmente lo que refiere a las nuevas tareas de la Guardia Nacional para ser el muro de Trump en la frontera sur.

Defensora de Derechos Humanos

@angelicadelap