Zacatecas es uno de los estados donde se ha incubado la violencia a un grado de letalidad y furia más allá de la legitimidad. El colapso de la civilidad. “Estas guerras, la verdad, sólo están dejando padres sin hijos e hijos sin padres”. En los recurrentes capítulos de sangre, la realidad aniquiló la ficción y nuestra capacidad de asombro alcanzó tal magnitud que la indiferencia convive con nuestra cotidianidad.
En el actual contexto de cientos de familias desplazadas, históricos índices de violencia, frecuentes enfrentamientos de grupos criminales, homicidios de mujeres y jóvenes, periodistas asesinados, miles de desaparecidos, es necesario leer “La Guerra de Florencia. A sangre y fuego los cárteles se disputan Zacatecas” (Ediciones Proceso) del periodista Alfredo Valadez Rodríguez. Sus páginas develan la tragedia de esta entidad, multiplicada en múltiples tragedias.
El periodista tiene que ir por la historia y contarla. La historia de un infierno. La narración se acredita en la valentía, determinación, paciencia, tenacidad y asumir que ser periodista es una profesión de alto riesgo. Así, Alfredo Valadez plasma uno de los eventos más cruentos de Zacatecas -solo superado por la época actual-, el enfrentamiento donde participaron cinco organizaciones criminales. De igual forma, el periodista zacatecano deja testimonio del encuentro con el Comandante F1, sicario del Cártel del Golfo. Inevitable recordar la polémica entrevista de Julio Scherer García al narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada.
La Guerra de Florencia es un libro de varias lecturas: el crimen organizado y la criminalidad como fenómeno social, Zacatecas y el trasiego de estupefacientes, el abandono y la indiferencia de las autoridades, pueblos atemorizados por el incesante fuego cruzado de grupos criminales, corporaciones infiltradas o amedrentadas, silencio y censura informativa, vacíos de poder, justificación para delinquir. “Somos delincuentes, sí, pero tenemos familia, tenemos sentimientos”, se redime el Comandante F1.
Para el catedrático de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Rodolfo García Zamora, inevitablemente existe “un proceso de territorialización de la industria del crimen. Es decir, un proceso de exclusión del Estado mexicano, donde los poderes fácticos ya se apropiaron de la conducción real de la vida económica, de la vida social, de la vida política e institucional”.
El Comandante F1 resume nuestra trágica realidad: “El poder y la ambición siempre van de la mano de la traición”. Ante políticas fallidas, instituciones corrompidas, sociedad amedrentada e impúdica guerra contra el narcotráfico, sólo queda recuperar la paz que nos pertenece.
