/ viernes 3 de noviembre de 2017

La guerra del 2018 y sus batallas

Las escaramuzas y batallas previas a la guerra electoral del año próximo han iniciado. Los registros de los candidatos independientes que se tornó en una zarzuela mal puesta con poco más de ocho decenas de registrados para presidente y otros tantos para senadores y diputados, comenzó a alborotarse el gallinero. Finalmente, de los registrados para contender para el Ejecutivo federal solo pasaron el filtro cuarenta y pico, de los cuales quizá uno o dos no harán un ridículo de antología, y tal vez, solo tal vez, uno logre estar en la boleta electoral. Y a quien lo logre habrá que revisarle con lupa como fondearon sus esfuerzos.

La “guerra sucia” electoral nos tiene sumidos en un lodazal de ataques y descalificaciones. El partido en el Gobierno la ha venido sufriendo desde hace años. Es además inocultable que buena parte de los políticos profesionales, poseen ADN antipriista como lo tiene una gran parte de la sociedad, como tampoco puede obviarse que todos los partidos políticos tienen en sus filas a priistas renegados y estar en el poder los pone en la mira.

En otra arista menudean los ataques directos contra AMLO que buscan descalificarlo a cualquier precio y estos provienen de todas partes, lo que es risible es que sus seguidores y simpatizantes se duelan, cuando ellos han perseguido con saña irracional en las redes sociales a todo aquel que no simpatice con Morena. Hoy que se ha destapado la olla de corrupción dentro del PT, se dicen perseguidos políticos. No les pareció así, operaciónpolítica para salvarle el registro nacional a ese partido familiar. Cuando no se honran los acuerdos políticos se cobra la factura y la revancha suele ser dolorosa.

Igual sucede en el PAN, aliado de conveniencia, termino fracturado en pandillas por buscar apoyos externos para predominar en la estructura partidista. La filtración acerca de la riqueza inexplicable de su dirigente, puede venir desde casi cualquier parte; son demasiadas traiciones en el camino para trepar. Lo fácil señalar al gobierno. El origen de los ataques que hoy sufre, están dentro del mismo PAN.

Los golpeteos mediáticos que desnudan riquezas mal habidas o por lo menos inexplicables de la dirigente del PRD, se inscriben dentro del mismo entorno de ensuciar al adversario para desprestigiarlo. El denominado Frente Opositor Ciudadano ya vivirá episodios similares en cuanto nomine candidatos a presidente y a jefe de gobierno de la Ciudad de México y se conozca como se repartirán el botín electoral.

La remoción misma del fiscal electoral, terminó en el vértigo de quienes aprovechan cualquier resquicio para obtener réditos políticos. Hay que tener presente que hay que reelegir o nombrar un nuevo titular de la ASF en unas semanas. Y se reeditaran los golpes bajos.

Lo que está en juego en la elección del 2018 son: 3 mil 326 cargos; o 3 mil 447 si contamos los que se eligen por usos y costumbres. El presidente, nueve gobernadores: Chiapas; CDMX; Guanajuato; Jalisco; Morelos; Puebla; Tabasco; Yucatán y Veracruz. La renovación total del Congreso Federal: 500 diputados, 128 senadores. Elecciones locales en 27 entidades en donde se renuevan legislaturas y presidencias municipales. Aquí en Ciudad de México, se elegirán por primera vez alcaldes (16) correspondientes a las actuales delegaciones.

El futuro de nuestro país, se decidirá el primero de junio del año próximo, por eso duele tanto la mezquindad de muchos integrantes de nuestra clase política que pervierten y degradan la política; cuando es una actividad superior que enaltece y debemos hacerla para mejorar las condiciones de vida de la inmensa mayoría de los mexicanos.

Las escaramuzas y batallas previas a la guerra electoral del año próximo han iniciado. Los registros de los candidatos independientes que se tornó en una zarzuela mal puesta con poco más de ocho decenas de registrados para presidente y otros tantos para senadores y diputados, comenzó a alborotarse el gallinero. Finalmente, de los registrados para contender para el Ejecutivo federal solo pasaron el filtro cuarenta y pico, de los cuales quizá uno o dos no harán un ridículo de antología, y tal vez, solo tal vez, uno logre estar en la boleta electoral. Y a quien lo logre habrá que revisarle con lupa como fondearon sus esfuerzos.

La “guerra sucia” electoral nos tiene sumidos en un lodazal de ataques y descalificaciones. El partido en el Gobierno la ha venido sufriendo desde hace años. Es además inocultable que buena parte de los políticos profesionales, poseen ADN antipriista como lo tiene una gran parte de la sociedad, como tampoco puede obviarse que todos los partidos políticos tienen en sus filas a priistas renegados y estar en el poder los pone en la mira.

En otra arista menudean los ataques directos contra AMLO que buscan descalificarlo a cualquier precio y estos provienen de todas partes, lo que es risible es que sus seguidores y simpatizantes se duelan, cuando ellos han perseguido con saña irracional en las redes sociales a todo aquel que no simpatice con Morena. Hoy que se ha destapado la olla de corrupción dentro del PT, se dicen perseguidos políticos. No les pareció así, operaciónpolítica para salvarle el registro nacional a ese partido familiar. Cuando no se honran los acuerdos políticos se cobra la factura y la revancha suele ser dolorosa.

Igual sucede en el PAN, aliado de conveniencia, termino fracturado en pandillas por buscar apoyos externos para predominar en la estructura partidista. La filtración acerca de la riqueza inexplicable de su dirigente, puede venir desde casi cualquier parte; son demasiadas traiciones en el camino para trepar. Lo fácil señalar al gobierno. El origen de los ataques que hoy sufre, están dentro del mismo PAN.

Los golpeteos mediáticos que desnudan riquezas mal habidas o por lo menos inexplicables de la dirigente del PRD, se inscriben dentro del mismo entorno de ensuciar al adversario para desprestigiarlo. El denominado Frente Opositor Ciudadano ya vivirá episodios similares en cuanto nomine candidatos a presidente y a jefe de gobierno de la Ciudad de México y se conozca como se repartirán el botín electoral.

La remoción misma del fiscal electoral, terminó en el vértigo de quienes aprovechan cualquier resquicio para obtener réditos políticos. Hay que tener presente que hay que reelegir o nombrar un nuevo titular de la ASF en unas semanas. Y se reeditaran los golpes bajos.

Lo que está en juego en la elección del 2018 son: 3 mil 326 cargos; o 3 mil 447 si contamos los que se eligen por usos y costumbres. El presidente, nueve gobernadores: Chiapas; CDMX; Guanajuato; Jalisco; Morelos; Puebla; Tabasco; Yucatán y Veracruz. La renovación total del Congreso Federal: 500 diputados, 128 senadores. Elecciones locales en 27 entidades en donde se renuevan legislaturas y presidencias municipales. Aquí en Ciudad de México, se elegirán por primera vez alcaldes (16) correspondientes a las actuales delegaciones.

El futuro de nuestro país, se decidirá el primero de junio del año próximo, por eso duele tanto la mezquindad de muchos integrantes de nuestra clase política que pervierten y degradan la política; cuando es una actividad superior que enaltece y debemos hacerla para mejorar las condiciones de vida de la inmensa mayoría de los mexicanos.