/ viernes 23 de marzo de 2018

La manipulación política de los datos personales

De nueva cuenta, como sucedió en los casos de Wikileaks y Eduard Snowden, ha sido la voluntad de un ser humano, contra lo único que no pueden impedir la filtración de datos y documentos, los más sofisticados sistemas de seguridad cibernética. A diferencia de los dos casos citados en dónde los sitios vulnerados eran de carácter público (sobre todo elDepartamento de Estado y la poderosa Agencia Nacional de Seguridad) ahora fue quizá, la red digital de comunicación más importante e influyente. Me refiero a Facebook.

Sin embargo, a pesar de esa diferencia, también la filtración y manipulación de 500 millones de datos de otros tantos usuarios, tuvo un sentido político. Es decir, que de acuerdo con las primeras investigaciones, la finalidad era, que con base a los gustos, edades, grado de educación, patrones de consumo, entre otras variables, para generar comunicaciones y publicidad para incidir en la voluntad del usuario en su calidad de votante. Los casos del Brexit, las elecciones en Estados Unidos de 2016, así como otros procesos electorales, fueron intervenidos y condicionados en sus resultados, por tenencias conservadoras, algunas de ellas cercanas al radicalismo xenófobo y racista.

Las posibilidades de influir en la opinión de ciudadanos y posibles votantes, es una realidad. Recordemos que en enero de este año, el Jefe del Estado Mayor de las Reales Fuerzas Armadas del Reino Unido, solicitó al Parlamento, no solo la ampliación del presupuesto destinado a la defensa y protección de los intereses del país, sino también para impedir que las actividades de intromisión -por parte de Rusia, textual lo señaló, en las decisiones político electorales de la sociedad británica. Más aún, podemos seguir con detalle, las complicadas investigaciones en torno a la campaña del entonces candidato republicano y hoy Presidente de los Estados Unidos.

Si bien instancias legislativas, con el Congreso de ese país y el Parlamento Europeo, llamarán a cuentas al dueño de Facebook para que explique cómo fue que Cambridge Analytica, empresa que logró un auténtico saqueo de datos de usuarios de varias partes del mundo. Pero la lección que emerge de todo esto, primera y más preocupante, es que la conciencia y voluntad del ser humano, puede o al menos es susceptible de ser manipulados con fines específicos, en este caso, políticos y con ellos, intentar incidir en los equilibrios geopolíticos a escala mundial.

En la víspera del inicio de las casi 3, 400 campañas electorales que recorrerán toda la geografía de nuestro país, este acontecimiento entre Facebook y Cambridge Analytica, debe ser una muy seria llamada de atención para que en México no puedan darse casos como los aquí citados. Por la presencia específica en el entorno geopolítico, la seguridad, las capacidades comerciales y por supuesto y en primer lugar, la problemática de la migración hacia los Estados Unidos, los resultados electorales de julio, serán cruciales.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

De nueva cuenta, como sucedió en los casos de Wikileaks y Eduard Snowden, ha sido la voluntad de un ser humano, contra lo único que no pueden impedir la filtración de datos y documentos, los más sofisticados sistemas de seguridad cibernética. A diferencia de los dos casos citados en dónde los sitios vulnerados eran de carácter público (sobre todo elDepartamento de Estado y la poderosa Agencia Nacional de Seguridad) ahora fue quizá, la red digital de comunicación más importante e influyente. Me refiero a Facebook.

Sin embargo, a pesar de esa diferencia, también la filtración y manipulación de 500 millones de datos de otros tantos usuarios, tuvo un sentido político. Es decir, que de acuerdo con las primeras investigaciones, la finalidad era, que con base a los gustos, edades, grado de educación, patrones de consumo, entre otras variables, para generar comunicaciones y publicidad para incidir en la voluntad del usuario en su calidad de votante. Los casos del Brexit, las elecciones en Estados Unidos de 2016, así como otros procesos electorales, fueron intervenidos y condicionados en sus resultados, por tenencias conservadoras, algunas de ellas cercanas al radicalismo xenófobo y racista.

Las posibilidades de influir en la opinión de ciudadanos y posibles votantes, es una realidad. Recordemos que en enero de este año, el Jefe del Estado Mayor de las Reales Fuerzas Armadas del Reino Unido, solicitó al Parlamento, no solo la ampliación del presupuesto destinado a la defensa y protección de los intereses del país, sino también para impedir que las actividades de intromisión -por parte de Rusia, textual lo señaló, en las decisiones político electorales de la sociedad británica. Más aún, podemos seguir con detalle, las complicadas investigaciones en torno a la campaña del entonces candidato republicano y hoy Presidente de los Estados Unidos.

Si bien instancias legislativas, con el Congreso de ese país y el Parlamento Europeo, llamarán a cuentas al dueño de Facebook para que explique cómo fue que Cambridge Analytica, empresa que logró un auténtico saqueo de datos de usuarios de varias partes del mundo. Pero la lección que emerge de todo esto, primera y más preocupante, es que la conciencia y voluntad del ser humano, puede o al menos es susceptible de ser manipulados con fines específicos, en este caso, políticos y con ellos, intentar incidir en los equilibrios geopolíticos a escala mundial.

En la víspera del inicio de las casi 3, 400 campañas electorales que recorrerán toda la geografía de nuestro país, este acontecimiento entre Facebook y Cambridge Analytica, debe ser una muy seria llamada de atención para que en México no puedan darse casos como los aquí citados. Por la presencia específica en el entorno geopolítico, la seguridad, las capacidades comerciales y por supuesto y en primer lugar, la problemática de la migración hacia los Estados Unidos, los resultados electorales de julio, serán cruciales.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso