El dirigente político actúa con base en evaluaciones que no surten efectos en el momento en que lo está haciendo, sino que será juzgado con base en la sabiduría con que se haya enfrentado al cambio, a las circunstancias y a las adversidades.
México enfrenta el peor de los escenarios imaginables: a la crisis económica que nos pegó con fuerza en 2019 y que se potenció en 2020 debido a decisiones equivocadas, se ha añadido la tragedia humanitaria que hasta el momento ha cobrado la vida de por lo menos 50 mil mexicanos y la crisis de seguridad que se encuentra en niveles sin precedente.
Frente a un partido en el gobierno que ha demostrado no solo incapacidad e irresponsabilidad, sino sobre todo falta de empatía con los problemas de la sociedad, los partidos de oposición tienen una gran responsabilidad sobre los hombros de sus dirigentes: representar una opción de rescate para México.
En la pasada elección federal el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no fue electo por la ciudadanía mexicana para formar gobierno y democrática e institucionalmente entregó el poder el 30 de noviembre de 2018, pasando a ser partido de oposición y el principal blanco de ataques y denostaciones.
Su dirigente Alejandro Moreno Cárdenas fue electo el 18 de agosto de 2018 directamente por una militancia comprometida, numerosa y actuante. Como ningún otro partido político lo ha hecho en México, el PRI celebró elecciones internas para elegir a su dirigente, resultando en un ejercicio que demostró no solo el compromiso priista en los momentos de mayor gravedad e incertidumbre de su historia, sino también una gran legitimación de su nuevo líder nacional.
Desde ese momento quedó clara la encomienda que el priismo nacional le dio a Alejandro Moreno: dar el lugar que merecen las mujeres y los hombres priistas en la estructura del partido y en las responsabilidades políticas, y con esta reforma lo está cumpliendo.
Las circunstancias que enfrente Alejandro Moreno no son sencillas y por ello, ha reagrupado al priismo nacional en torno a 41 cambios a sus Estatutos con los objetivos centrales de evitar que otros partidos y grupos políticos que no son priistas, intervengan en la vida interna del PRI y garantizar que las mujeres, hombres y jóvenes priistas sean los únicos que accedan a las dirigencias y a las candidaturas plurinominales. No más arribistas.
Han surgido voces de analistas que critican las reformas y acusan la intención de imponer candidatos y alianzas, pero lo cierto es que esas voces pretenden desconocer el acecho que existe en torno al PRI y sus bases. De ahí que el dirigente político actúe de la forma adecuada.
El campechano Carlos Sansores Pérez, exdirigente nacional del PRI, postuló la sabiduría política en torno a un refrán: “Quien ya bailó, que se siente”, la cual conserva una vigencia indiscutible. Es el momento del dirigente político Alejandro Moreno Cárdenas.
@jlcamachov
Te recomendamos el podcast ⬇️