/ miércoles 16 de diciembre de 2020

La misma tormenta, no el mismo barco

por Stephanie Henaro

La pandemia nos tiene a todos bajo la misma tormenta, pero es un hecho que no todos estamos en el mismo barco, y se puede decir que hay incluso quien está en una lancha.

Desde los individuos hasta las naciones.

Por lo que dado que ya hay vacunas contra el COVID-19 que están próximas a salir al mercado, esto me parece sumamente pertinente.

La salida de la tormenta no será la misma para todos.

Este fin de semana Rusia tomó la delantera e inició la primera campaña de vacunación. Mientras que le seguirá la Reino Unido que iniciará esta semana. No obstante, esto no será suficiente para salvar el mundo.

La vacuna debe llegarle a todos y no está de más decir que será todo un reto.

Estamos hablando de billones de personas que dependerán de la generosidad de las naciones desarrolladas, más que de la capacidad de producción y distribución de las compañías y los gobiernos.

Porque durante la influenza, no dudaron en comprar casi la mayoría de las vacunas producidas, y esta vez podría no ser diferente.

De hecho hasta el momento países como Estados Unidos y Reino Unido han comprado una cantidad siete veces superior al tamaño de su población. Mientras que países como el nuestro, solamente lo han hecho para el 80% de su población.

Si esta tendencia se mantiene, los países más pobres podrían quedarse esperando por años.

Lo que sin duda mantendría el riesgo de infección activo y retrasaría la recuperación económica que, no podrá suceder si la mitad de la población mundial continua afectada.

Porque aunque el barco no sea el mismo, el océano sí, y ese es el que nos conecta.

No obstante, parece que no todo está perdido porque 190 países se han inscrito a un esquema de compras en escala, que intentará lograr una distribución más justa, a nivel mundial.

La alianza para vacunación COVAX fue fundada por la Organización Mundial de la Salud y tiene planeado distribuir 2 billones de dosis, antes de que acabe 2021. Permitiendo que los países miembros, vacunen al 20% de su población.

Se calcula que cerca de la mitad de los integrantes financiará este esquema con recursos propios, y que los que se consideran en vías de desarrollo lo harán con apoyos.

Lo interesante aquí será ver a qué vacuna podrá accesar y también cuánto le tardarán en surtir.

Mientras tanto en México, todo apunta a que las fuerzas armadas serían las encargadas de resguardar y transportar la vacuna. Además de que no hay indicios de que el sector se salud haya sido capacitado para su aplicación y realizar una campaña de esa escala.

Recordemos que esta ocasión no es como las anteriores y que el reto es ya de por sí muchísimo más complejo.

Nadie estará a salvo mientras otros permanezcan en el mar. La tormenta es universal y esta pandemia ha dejado más que claro que estamos interconectados.

Los barcos deben ayudar a remolcar a las lanchas.

El último en salir apague la luz.

Asociada COMEXI

@HenaroStephanie

por Stephanie Henaro

La pandemia nos tiene a todos bajo la misma tormenta, pero es un hecho que no todos estamos en el mismo barco, y se puede decir que hay incluso quien está en una lancha.

Desde los individuos hasta las naciones.

Por lo que dado que ya hay vacunas contra el COVID-19 que están próximas a salir al mercado, esto me parece sumamente pertinente.

La salida de la tormenta no será la misma para todos.

Este fin de semana Rusia tomó la delantera e inició la primera campaña de vacunación. Mientras que le seguirá la Reino Unido que iniciará esta semana. No obstante, esto no será suficiente para salvar el mundo.

La vacuna debe llegarle a todos y no está de más decir que será todo un reto.

Estamos hablando de billones de personas que dependerán de la generosidad de las naciones desarrolladas, más que de la capacidad de producción y distribución de las compañías y los gobiernos.

Porque durante la influenza, no dudaron en comprar casi la mayoría de las vacunas producidas, y esta vez podría no ser diferente.

De hecho hasta el momento países como Estados Unidos y Reino Unido han comprado una cantidad siete veces superior al tamaño de su población. Mientras que países como el nuestro, solamente lo han hecho para el 80% de su población.

Si esta tendencia se mantiene, los países más pobres podrían quedarse esperando por años.

Lo que sin duda mantendría el riesgo de infección activo y retrasaría la recuperación económica que, no podrá suceder si la mitad de la población mundial continua afectada.

Porque aunque el barco no sea el mismo, el océano sí, y ese es el que nos conecta.

No obstante, parece que no todo está perdido porque 190 países se han inscrito a un esquema de compras en escala, que intentará lograr una distribución más justa, a nivel mundial.

La alianza para vacunación COVAX fue fundada por la Organización Mundial de la Salud y tiene planeado distribuir 2 billones de dosis, antes de que acabe 2021. Permitiendo que los países miembros, vacunen al 20% de su población.

Se calcula que cerca de la mitad de los integrantes financiará este esquema con recursos propios, y que los que se consideran en vías de desarrollo lo harán con apoyos.

Lo interesante aquí será ver a qué vacuna podrá accesar y también cuánto le tardarán en surtir.

Mientras tanto en México, todo apunta a que las fuerzas armadas serían las encargadas de resguardar y transportar la vacuna. Además de que no hay indicios de que el sector se salud haya sido capacitado para su aplicación y realizar una campaña de esa escala.

Recordemos que esta ocasión no es como las anteriores y que el reto es ya de por sí muchísimo más complejo.

Nadie estará a salvo mientras otros permanezcan en el mar. La tormenta es universal y esta pandemia ha dejado más que claro que estamos interconectados.

Los barcos deben ayudar a remolcar a las lanchas.

El último en salir apague la luz.

Asociada COMEXI

@HenaroStephanie