- Basada en hechos reales
Por: Gerardo Gil B.
Roman Polansky, regresa al Thriller sicológico, con Basada en hechos reales, adaptación de la novela D’aprés une histoirevraiede Delphine de Vigan. Lo hace con una forma impecable, pero que sirve solo como conducto para hablar de la desesperación, el hastío y los huecos que la pulsión creativa y sus procesos dejan. Este, es el verdadero tema del filme.
La película para un espectador medianamente avezado, puede parecer predecible en su desarrollo, sin que esto disminuya el gozo, debido a la mano hábil del director, pero lo que convierte este trabajo en una obra firme, aunque discreta de Polansky, es su leivmotiv: la dualidad entre el creador y su moral, sus dudas y su verdadera esencia.
En Basada en hechos reales, la dedicatoria es muy clara, pone en jaque al artista y lo hace desde varios puntos, uno de ellos abordado en El escritor fantasma; la ética de los mecanismos creativos. Estos planteamientos incluso, los abordan diversos artistas, uno de ellos, Mario Vargas Llosa en el ensayo La Orgía perpetua.
La madurona creadora de bestsellers Delphine Dayyieux (Emmanuelle Seigner), está harta de ser una celebridad literaria. Firma autógrafos en eventos de promoción con una suerte de desprecio a sus seguidores, lectores medios que ven en sus novelas un reflejo de sus vacíos y problemas. Todos le dicen lo mismo, hasta que una confianzuda joven Elle (Eva Green) le hace plática en una fiesta.
A partir de ese momento, y en un principio, el filme irá en una suerte de tensión, ya que la relación se convertirá en un claro copycat, en la que la autora poco a poco se entregará al misterioso mundo de su admiradora. Estas son las bases que se establece la envoltura del filme. Pero no hay que subestimar nunca a Polansky, ya que el Thriller es mera forma.
Y no faltan los universos que tanto le atraen al director: el retrato de una burguesía media, aburrida e insatisfecha, con todo y su metaficción en la que Polansky- Vigan, sobre todo este último, se desnudan para placer del público.
En corto
En medio de tanto blockbuster, pero también la inquietud de adentrarse en el mundo del cine, sobre todo de los más jóvenes, vale la pena resaltar el esfuerzo de la película Gracias por ser mi amigo, (José Gerardo,2018), que parte de un taller de actuación, hace algunos años, en la que los actores, ninguno de más de 18 años, trabajaron en diversos oficios para producir la película.
Valores como la amistad y la lealtad se ven en esta película, que no tuvo la suerte de ser programada en foros culturales como Cineteca, a pesar de que es una muestra del esfuerzo de que cuando se quiere se puede entrar en el cine. Cinemex es la única cadena que los ha programado.
@lamoviola
