/ sábado 3 de abril de 2021

La moviola | 2 tendencias 2

Ya huele a Oscar. Los espacios dedicados al cine, como es tradición harán en los próximos días sus predicciones de quienes serán los ganadores la noche del 25 de abril. Y por supuesto, hay estrenos interesantes en estos días, que tienen sendas nominaciones. Es el caso de El padre (Florian Zeller, 2021) por Mejor Película y Mejor actor en donde Anthony Hopkins, da de plano cátedra. Está en competencia también por este largometraje Olivia Collman por Mejor actriz de reparto.

Llega a la cartelera también Judas y el mesías negro (Shaka King, 2021) la cual lucha por obtener varias estatuillas, entre las que está Mejor película. Por supuesto en este espacio daremos cuenta de estos filmes, pero hoy lector, propongo una pausa. Y es que la semana que termina marcó tendencia de dos productos audiovisuales pero que los igualó la preferencia del público en las tendencias streaming, en este caso, la poderosa Netflix. Una serie y un filme. Los dos mexicanos.

El primer caso corresponde a ¿Quién mató a Sara? (David Ruiz, Bernardo de la Rosa, 2021). La serie se ubicó dentro del primer lugar de las preferencias del público a pocos días de su estreno. El trabajo reúne la mejor tradición del culebrón clásico, basta recordar el mega éxito chileno La madrastra, telenovela de 1981, en la cual el eje era descubrir quién era el verdadero asesino de una mujer, por el cual otra había pagado con décadas en prisión. Sendos remakes en México confirmaron el éxito del guion de Antonio Moya Grau.

En el caso de ¿Quién mató a Sara?, con una historia de José Ignacio Valenzuela, la premisa radica en un joven Alex (Leo Deluglio) que es enviado a prisión 18 años acusado de forma injusta de matar a su hermana en medio de una intriga familiar de odios, rencores, sexo. Al salir, ya medio chavorruco (Manolo Cardona, muy bien en su papel) buscará descubrir al verdadero culpable y cobrar venganza. Destaca el ritmo general e individual: cada episodio –son diez– maneja un tema particular, sin olvidar la trama vertebral y sobre todo un muy buen trazado de personajes. Protagonizan: El ya mencionado Cardona, Ginés García Millán (lo mejor de la serie), Claudia Ramírez, Alejandro Nones, Eugenio Siller, Luis Roberto Guzmán. La tradición del melodrama convencional con intriga de serie de suspenso.

Renglón aparte merece Sin hijos (Roberto Fiesco, 2021), comedia aguda, melancólica, algo cínica con un muy buen manejo cinematográfico y un lenguaje visual protagonista, sobre los pesares de un joven papá Fidel (Alfonso Dosal) quien se dedica a cuidar a su hija Ari (Francesca Mercadante) y mantener su negocio de venta de instrumentos. Todo va medio bien, hasta que se reencuentra con Marina (Regina Blandón), angelical hasta que le ponen un chamaco enfrente.

La película es un remake de un filme argentino de Ariel Winograd, pero Fiesco pasa muy bien la prueba y entrega un largometraje con humor, buenas salidas humorísticas en los diálogos, algo melancólico, dulzón y agudo en su premisa: Retrato del joven adulto de clase media citadina en México y sobre todo bien armado.

Por cierto es su debut en el cine de ficción. Buen ejemplo de comedia urbana nacional. Esta semana, 2 tendencias 2.


Ya huele a Oscar. Los espacios dedicados al cine, como es tradición harán en los próximos días sus predicciones de quienes serán los ganadores la noche del 25 de abril. Y por supuesto, hay estrenos interesantes en estos días, que tienen sendas nominaciones. Es el caso de El padre (Florian Zeller, 2021) por Mejor Película y Mejor actor en donde Anthony Hopkins, da de plano cátedra. Está en competencia también por este largometraje Olivia Collman por Mejor actriz de reparto.

Llega a la cartelera también Judas y el mesías negro (Shaka King, 2021) la cual lucha por obtener varias estatuillas, entre las que está Mejor película. Por supuesto en este espacio daremos cuenta de estos filmes, pero hoy lector, propongo una pausa. Y es que la semana que termina marcó tendencia de dos productos audiovisuales pero que los igualó la preferencia del público en las tendencias streaming, en este caso, la poderosa Netflix. Una serie y un filme. Los dos mexicanos.

El primer caso corresponde a ¿Quién mató a Sara? (David Ruiz, Bernardo de la Rosa, 2021). La serie se ubicó dentro del primer lugar de las preferencias del público a pocos días de su estreno. El trabajo reúne la mejor tradición del culebrón clásico, basta recordar el mega éxito chileno La madrastra, telenovela de 1981, en la cual el eje era descubrir quién era el verdadero asesino de una mujer, por el cual otra había pagado con décadas en prisión. Sendos remakes en México confirmaron el éxito del guion de Antonio Moya Grau.

En el caso de ¿Quién mató a Sara?, con una historia de José Ignacio Valenzuela, la premisa radica en un joven Alex (Leo Deluglio) que es enviado a prisión 18 años acusado de forma injusta de matar a su hermana en medio de una intriga familiar de odios, rencores, sexo. Al salir, ya medio chavorruco (Manolo Cardona, muy bien en su papel) buscará descubrir al verdadero culpable y cobrar venganza. Destaca el ritmo general e individual: cada episodio –son diez– maneja un tema particular, sin olvidar la trama vertebral y sobre todo un muy buen trazado de personajes. Protagonizan: El ya mencionado Cardona, Ginés García Millán (lo mejor de la serie), Claudia Ramírez, Alejandro Nones, Eugenio Siller, Luis Roberto Guzmán. La tradición del melodrama convencional con intriga de serie de suspenso.

Renglón aparte merece Sin hijos (Roberto Fiesco, 2021), comedia aguda, melancólica, algo cínica con un muy buen manejo cinematográfico y un lenguaje visual protagonista, sobre los pesares de un joven papá Fidel (Alfonso Dosal) quien se dedica a cuidar a su hija Ari (Francesca Mercadante) y mantener su negocio de venta de instrumentos. Todo va medio bien, hasta que se reencuentra con Marina (Regina Blandón), angelical hasta que le ponen un chamaco enfrente.

La película es un remake de un filme argentino de Ariel Winograd, pero Fiesco pasa muy bien la prueba y entrega un largometraje con humor, buenas salidas humorísticas en los diálogos, algo melancólico, dulzón y agudo en su premisa: Retrato del joven adulto de clase media citadina en México y sobre todo bien armado.

Por cierto es su debut en el cine de ficción. Buen ejemplo de comedia urbana nacional. Esta semana, 2 tendencias 2.