/ sábado 15 de febrero de 2020

La moviola

Reflexiones


@lamoviola

La categoría tiene un nuevo nombre ahora, pasó de mejor película en idioma extranjero a mejor película internacional. Estoy muy feliz de ser su primer destinatario.

Bong Joon-ho

Al recibir el Oscar por Mejor Película Internacional

Vaya que hay temas de reflexión en torno a la entrega del Oscar llevada a cabo el de febrero en Los Ángeles. La premiación fue la rompe quinielas: las apuestas -y la historia de la Academia- estaban con 1917 ( Mendes, 2019), pero el mundo del séptimo arte es caprichoso y Parásitos (Bong Joon-ho, Corea del Sur, 2019) fue la ganadora total.

Por primera vez, un largometraje extranjero se alzó con la estatuilla principal. Era previsible el triunfo del filme en la categoría de Película Internacional. Galardón que también ganó. -El cambio del nombre del premio, era una señal-.

¿Será que Hollywood quiere insertarse en una cultura global? ¿Fue una señal el discurso del director en los Globos de Oro respecto al doblaje? El triunfo de Parásitos coloca al Oscar en una situación de credibilidad que no tenía hace años. Uno de los mensajes es que el cine es un lenguaje universal.

Otro punto a destacar es el reconocimiento que Bong Joon-ho, hace a Martin Scorsese, - nominado por una de las grandes perdedoras de la gala, El Irlandés-. La narrativa del new Hollywood, como educadora de cineastas de diferentes culturas.

Con el triunfo de Parásitos, gana el cine, y lo hacen las audiencias, sobre todo las adocenadas por el producto comercial. El mensaje fue: hay que experimentar, y ver más allá de lo evidente. .

Otro tema que llamó la atención en la semana son los resultados francamente malos de Aves de presa (Cathy Yan, 2020). Si dejamos de lado la mediocre crítica que limita la visión de un filme a pertenecer o no de manera fiel a un universo de comic, la película es transgresora: una mujer blanca en el entorno de la Blaxploitation no es cosa de todos los días, (Shaft, Gordon Parks, 1971, es un ejemplo). La feminización y adecentamiento del cine genérico marginal setentero; eso ya vale el análisis.

Para concluir dos películas llaman la atención, la nominada al Oscar y no ganadora Los Miserables (Ladj Ly, Francia, 2019). Historia con ribetes de neorrealismo sobre un grupo de policías (Javerts) que persiguen a jóvenes en estados no virtuoso (Gavroches). Humano, crudo y nada concesivo.

Y la mediocre La Maldición renace (Pesce, 2020), que retoma como mal episodio televisivo policíaco, la idea original japonesa. El remake, del reboot, de la adaptación, es ocioso.

Lo mejor a estas alturas es Demián Bichir, como un policía que se apellida Goodman (es neto). La maldición del título por cierto, es cortesía de la distribuidora en México.


Reflexiones


@lamoviola

La categoría tiene un nuevo nombre ahora, pasó de mejor película en idioma extranjero a mejor película internacional. Estoy muy feliz de ser su primer destinatario.

Bong Joon-ho

Al recibir el Oscar por Mejor Película Internacional

Vaya que hay temas de reflexión en torno a la entrega del Oscar llevada a cabo el de febrero en Los Ángeles. La premiación fue la rompe quinielas: las apuestas -y la historia de la Academia- estaban con 1917 ( Mendes, 2019), pero el mundo del séptimo arte es caprichoso y Parásitos (Bong Joon-ho, Corea del Sur, 2019) fue la ganadora total.

Por primera vez, un largometraje extranjero se alzó con la estatuilla principal. Era previsible el triunfo del filme en la categoría de Película Internacional. Galardón que también ganó. -El cambio del nombre del premio, era una señal-.

¿Será que Hollywood quiere insertarse en una cultura global? ¿Fue una señal el discurso del director en los Globos de Oro respecto al doblaje? El triunfo de Parásitos coloca al Oscar en una situación de credibilidad que no tenía hace años. Uno de los mensajes es que el cine es un lenguaje universal.

Otro punto a destacar es el reconocimiento que Bong Joon-ho, hace a Martin Scorsese, - nominado por una de las grandes perdedoras de la gala, El Irlandés-. La narrativa del new Hollywood, como educadora de cineastas de diferentes culturas.

Con el triunfo de Parásitos, gana el cine, y lo hacen las audiencias, sobre todo las adocenadas por el producto comercial. El mensaje fue: hay que experimentar, y ver más allá de lo evidente. .

Otro tema que llamó la atención en la semana son los resultados francamente malos de Aves de presa (Cathy Yan, 2020). Si dejamos de lado la mediocre crítica que limita la visión de un filme a pertenecer o no de manera fiel a un universo de comic, la película es transgresora: una mujer blanca en el entorno de la Blaxploitation no es cosa de todos los días, (Shaft, Gordon Parks, 1971, es un ejemplo). La feminización y adecentamiento del cine genérico marginal setentero; eso ya vale el análisis.

Para concluir dos películas llaman la atención, la nominada al Oscar y no ganadora Los Miserables (Ladj Ly, Francia, 2019). Historia con ribetes de neorrealismo sobre un grupo de policías (Javerts) que persiguen a jóvenes en estados no virtuoso (Gavroches). Humano, crudo y nada concesivo.

Y la mediocre La Maldición renace (Pesce, 2020), que retoma como mal episodio televisivo policíaco, la idea original japonesa. El remake, del reboot, de la adaptación, es ocioso.

Lo mejor a estas alturas es Demián Bichir, como un policía que se apellida Goodman (es neto). La maldición del título por cierto, es cortesía de la distribuidora en México.