/ viernes 26 de enero de 2018

La moviola

GERARDO GIL BALLESTEROS

@lamoviola

En serio que mejor título no puede tener Lo más sencillo es complicarlo todo (René Bueno,2016). De trama fácil ,hasta simplona, la película naufraga en su intención por acercarse a la narrativa televisiva más convencional y eso se nota en el tono actoral de sus protagonistas, en la edición, pero sobre todo, en los personajes unidimensionales.

Mónica (Danna Paola), es una púber consentida que está enamorada de Juan Pablo (AlosianVivancos), que es trece años mayor y para colmo mejor amigo de su medio hermano Óscar (Eduardo Tanus). Los dos jóvenes trabajan en un noticiero, el primero como conductor y el segundo produciendo.

A la expatito, se le ocurre que ha llegado el momento de ligárselo, pero el lector de noticias de marras acaba de entablar una relación con la despampanante Susana ( Marjorie De Sousa), quien para colmo resulta ser un pan de Dios con la adolescente. Un viaje playero es el pretexto para que Mónica formule un plan y salirse con la suya. Ese es el leitmotiv de una trama capulinesca que se da "su taco" al hacer referencias cinematográficas de filmes como Belleza americana y Lo que el viento se llevó.

Lo que no perciben sus realizadores es que la mayor referencia no es explícita sino implícita, al tener el tono de las comedias chafas ochenteras de Televicine. Y lo anterior a pesar de que la intención es acercarse a las series adolescentes que produce Disney.

Con este filme, se confirma que hay dos direcciones de cine nacional, el que le apuesta a un público selecto y sensible y al formado o deformado por los productos más convencionales de la televisión nacional.

En realidad, lo que vemos con esta película no es muy lejano a lo producido hace más de treinta años por lo más convencional del cine comercial. Filmes como Escápate conmigo (René Cardona Jr. 1987) o peor aún, joyas como Bésame en la boca (Abraham Cherem,1995), son la verdadera referencia y no las pretenciosas citas cinematográficas. Una cosa es hacer cine de evasión y otra muy diferente, deformar el gusto del público con películas de clara vocación capulinesca.

De título profético, lo más sencillo es evitarla como la peste.

EN CORTO

En las nominaciones al Oscar, que se llevará a cabo el próximo 4 de marzo, hay una clara vocación liberal. Y para muestra dos títulos en la categoría de Mejor Película: Tres anuncios por un crimen (Martin McDonagh,2017) y por supuesto La forma del agua (Guillermo del Toro,2017). En ambos filmes, temas como el empoderamiento femenino, entre otras cosas, están presentes.

Lejos ha quedado aquella premiación en la que se galardonaba a Elia Kazan. Signo de los tiempos. Y por supuesto, nosotros, seguiremos informando.

GERARDO GIL BALLESTEROS

@lamoviola

En serio que mejor título no puede tener Lo más sencillo es complicarlo todo (René Bueno,2016). De trama fácil ,hasta simplona, la película naufraga en su intención por acercarse a la narrativa televisiva más convencional y eso se nota en el tono actoral de sus protagonistas, en la edición, pero sobre todo, en los personajes unidimensionales.

Mónica (Danna Paola), es una púber consentida que está enamorada de Juan Pablo (AlosianVivancos), que es trece años mayor y para colmo mejor amigo de su medio hermano Óscar (Eduardo Tanus). Los dos jóvenes trabajan en un noticiero, el primero como conductor y el segundo produciendo.

A la expatito, se le ocurre que ha llegado el momento de ligárselo, pero el lector de noticias de marras acaba de entablar una relación con la despampanante Susana ( Marjorie De Sousa), quien para colmo resulta ser un pan de Dios con la adolescente. Un viaje playero es el pretexto para que Mónica formule un plan y salirse con la suya. Ese es el leitmotiv de una trama capulinesca que se da "su taco" al hacer referencias cinematográficas de filmes como Belleza americana y Lo que el viento se llevó.

Lo que no perciben sus realizadores es que la mayor referencia no es explícita sino implícita, al tener el tono de las comedias chafas ochenteras de Televicine. Y lo anterior a pesar de que la intención es acercarse a las series adolescentes que produce Disney.

Con este filme, se confirma que hay dos direcciones de cine nacional, el que le apuesta a un público selecto y sensible y al formado o deformado por los productos más convencionales de la televisión nacional.

En realidad, lo que vemos con esta película no es muy lejano a lo producido hace más de treinta años por lo más convencional del cine comercial. Filmes como Escápate conmigo (René Cardona Jr. 1987) o peor aún, joyas como Bésame en la boca (Abraham Cherem,1995), son la verdadera referencia y no las pretenciosas citas cinematográficas. Una cosa es hacer cine de evasión y otra muy diferente, deformar el gusto del público con películas de clara vocación capulinesca.

De título profético, lo más sencillo es evitarla como la peste.

EN CORTO

En las nominaciones al Oscar, que se llevará a cabo el próximo 4 de marzo, hay una clara vocación liberal. Y para muestra dos títulos en la categoría de Mejor Película: Tres anuncios por un crimen (Martin McDonagh,2017) y por supuesto La forma del agua (Guillermo del Toro,2017). En ambos filmes, temas como el empoderamiento femenino, entre otras cosas, están presentes.

Lejos ha quedado aquella premiación en la que se galardonaba a Elia Kazan. Signo de los tiempos. Y por supuesto, nosotros, seguiremos informando.

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