/ domingo 12 de septiembre de 2021

La moviola | Colisión de personalidades 

En el libro Sticky fingers. La vida y la época de Jann Wenner (Joe Hagan, 2017), surge una teoría por decir lo menos, políticamente incorrecta: la contracultura y los movimientos de cierto aire liberal son siempre secuestrados por el sistema. Inician como una acción de rebeldía, pero acaban en el mainstream. Por cínica que sea la afirmación, la industria del entretenimiento parece darle sentido.

La idea, la dice Jann Wenner, creador de la revista Rolling Stone al periodista Joe Hagan. La publicación rompió en un principio con los añejos esquemas de la industria del entretenimiento, pero poco a poco, sin la menor resistencia de Wenner se insertó en los usos y costumbres establecidos. Pues desde lo más puro del sistema surge el más reciente documental de Netflix Hermanos de sangre: Malcolm X y Muhamad Alí (Markus A. Clarck, 2021), que cuenta la amistad entre los dos íconos sesenteros del deporte y los derechos civiles. Pero sobre todo, las razones de su ruptura, provocada en un principio por el líder de la Nación Islam Elijah Muhammad.

El documental, cuenta –en una buena parte del filme– el ascenso de Alí (Cassius Clay) en el mundo del boxeo y el de Malcolm X, como líder social que sin concesiones llamaba a la defensa de los derechos civiles, aun con el uso de la fuerza. Las dos diferentes personalidades se conocen en un encuentro de cierta forma fortuito, pero que hace homenaje a los avatares del destino y juntos se sacarán provecho. El boxeador encontrará a un líder espiritual y político y éste a una figura que lo ayudará a difundir su mensaje.

En un momento del documental, Malcolm X pide silencio ante los aplausos que siguen a su discurso, en contraste Alí, se engolosina ante la fama y dice: “soy tan bello como una chica”. Las dos personalidades tarde o temprano harán colisión pero sobre todo, una idea tajante de justicia versus otra moderada serán motivo del distanciamiento.

Una absoluta corrección, aquella que no molesta ni cuestiona a dos personajes fuertes de la historia reciente, prevalece en este trabajo de Netflix, que es una moderada tendencia en estos días. Funciona como ligero testimonio histórico que se anda con tiento y que sin embargo tiene buena narrativa y testimonios de primer nivel que ayudan a trazar un panorama correcto de las circunstancias que se vivían.

Es verdad, no se le puede pedir al tío Netflix que trastoque o sea polémico, es el pariente que siempre estará de lado de la mayoría, y se le reprocha porque deja de lado un par de personajes fuertes y ricos, pero el trabajo funciona en todos sus rounds y sí no es polémico, por lo menos está entretenido.

Por cierto todavía se está a tiempo para ver algo de la programación de Shorts México 2021, Festival líder en la difusión de cortometrajes. El evento inició el primero de este mes y terminará hasta el 30. Este año participan 54 países.

Dos trabajos vale la pena mencionar: Retazos, producido por Estrella Medina, directo relato sobre las consecuencias de la violencia de género y Cuatro minutos (Hugo Lara, 2021), una historia conmovedoar sobre la unión y sobrevivencia de la sociedad en torno al 19 de septiembre de 2017. Búsquelos. Valen la pena.

En el libro Sticky fingers. La vida y la época de Jann Wenner (Joe Hagan, 2017), surge una teoría por decir lo menos, políticamente incorrecta: la contracultura y los movimientos de cierto aire liberal son siempre secuestrados por el sistema. Inician como una acción de rebeldía, pero acaban en el mainstream. Por cínica que sea la afirmación, la industria del entretenimiento parece darle sentido.

La idea, la dice Jann Wenner, creador de la revista Rolling Stone al periodista Joe Hagan. La publicación rompió en un principio con los añejos esquemas de la industria del entretenimiento, pero poco a poco, sin la menor resistencia de Wenner se insertó en los usos y costumbres establecidos. Pues desde lo más puro del sistema surge el más reciente documental de Netflix Hermanos de sangre: Malcolm X y Muhamad Alí (Markus A. Clarck, 2021), que cuenta la amistad entre los dos íconos sesenteros del deporte y los derechos civiles. Pero sobre todo, las razones de su ruptura, provocada en un principio por el líder de la Nación Islam Elijah Muhammad.

El documental, cuenta –en una buena parte del filme– el ascenso de Alí (Cassius Clay) en el mundo del boxeo y el de Malcolm X, como líder social que sin concesiones llamaba a la defensa de los derechos civiles, aun con el uso de la fuerza. Las dos diferentes personalidades se conocen en un encuentro de cierta forma fortuito, pero que hace homenaje a los avatares del destino y juntos se sacarán provecho. El boxeador encontrará a un líder espiritual y político y éste a una figura que lo ayudará a difundir su mensaje.

En un momento del documental, Malcolm X pide silencio ante los aplausos que siguen a su discurso, en contraste Alí, se engolosina ante la fama y dice: “soy tan bello como una chica”. Las dos personalidades tarde o temprano harán colisión pero sobre todo, una idea tajante de justicia versus otra moderada serán motivo del distanciamiento.

Una absoluta corrección, aquella que no molesta ni cuestiona a dos personajes fuertes de la historia reciente, prevalece en este trabajo de Netflix, que es una moderada tendencia en estos días. Funciona como ligero testimonio histórico que se anda con tiento y que sin embargo tiene buena narrativa y testimonios de primer nivel que ayudan a trazar un panorama correcto de las circunstancias que se vivían.

Es verdad, no se le puede pedir al tío Netflix que trastoque o sea polémico, es el pariente que siempre estará de lado de la mayoría, y se le reprocha porque deja de lado un par de personajes fuertes y ricos, pero el trabajo funciona en todos sus rounds y sí no es polémico, por lo menos está entretenido.

Por cierto todavía se está a tiempo para ver algo de la programación de Shorts México 2021, Festival líder en la difusión de cortometrajes. El evento inició el primero de este mes y terminará hasta el 30. Este año participan 54 países.

Dos trabajos vale la pena mencionar: Retazos, producido por Estrella Medina, directo relato sobre las consecuencias de la violencia de género y Cuatro minutos (Hugo Lara, 2021), una historia conmovedoar sobre la unión y sobrevivencia de la sociedad en torno al 19 de septiembre de 2017. Búsquelos. Valen la pena.