/ sábado 28 de agosto de 2021

La moviola | El placer de indagar a Bob Ross

Una curiosidad serena, malsana y discreta se despierta con el documental de Netflix Bob Ross: accidentes felices, traiciones y avaricias (Joshuá Rofé, 2021). Producto bien trazado de la cultura pop, iluminado con los colores pastel de un mediano escándalo, matizado con los tonos fucsia de una figura soterrada del mundo del entretenimiento con visos de arte.

Bob Ross, el sujeto blanco con peinado afro que en México veíamos en la TV cultural y educativa (antes de que se cansara ganso en volverse propagandista, con sus honrosas, profesionales y tradicionales excepciones) tiene su tono oscuro, pero nada que lamentar por fortuna para las adictas a los talleres de pintura. El mito al final sigue vivo y se fortalece. La vecina de al lado, con sus seis gatos, puede aún honrar a su ídolo.

Netflix, con este documental, sigue la tradición que sembrara E! True Hollywood story, la docuserie para morbosos con estilo que sacaba los trapitos al sol de las grandes figuras de la cultura pop. Sólo que en Bob Ross: accidentes felices, traiciones y avaricia, la tensión se dosifica más de la mitad de la hora y media que dura. El clímax llega después de que de forma reiterada se ha dibujado la figura de un sujeto amable e idealista que cuida con extrema ternura a su hijo -quien es el hilo conductor y protagonista del filme- luego de un divorcio y lo presenta con orgullo en el programa El placer de pintar con Bob Ross (1983-1994), ante la mirada de tolerancia del entonces chavo.

Lo bueno llega cuando Steven -tuvo más hijos que no son mencionados en la película, vaya usted a saber la razón-, rebela la maraña de intereses que dejan a Bob Ross ajeno a su marca y de hecho nombre. En suma, todo el panorama, que tarda en establecerse aunque con una muy buena narrativa que mantiene en falso suspenso al espectador, cuenta el robo que un matrimonio, los Kowalski, cometen en contra de Ross y de hecho la explotación de la que fue objeto. Ya enfermo de cáncer debía seguir grabando programas para la TV estadounidense pero sindicado a nivel mundial, por ejemplo.

Lo anterior, es toda la base y clímax del documental, pero cual ver a un sujeto durante varios minutos pintar un cuadro, hay algo en el tono y ritmo del filme que lo vuelve atractivo. Tal vez un dejo de desmitificación de una figura indiscutible y mediana de la cultura pop y referente de tardes aburridas de la infancia en la TV, quizá la coronación de que todo lo que huela a remembranza requiere un revisionismo, recubierto con una tersa curiosidad mórbida que no es del todo satisfecha, pero que nos hace pasar digamos, un buen rato. Pues eso.

En corto

Territorio (AndrésClariond, 2021), filme protagonizado por Paulina Gaytán, José Pescina y Jorge A. Jiménez, cuenta la historia de un joven matrimonio que no puede tener hijos e involucra en esto a un tercero. Thriller pasional, letárgico y pausado que sin embargo encuentra su peso en las buenas actuaciones.

Esta semana falleció José Pepe Abrego, periodista, poeta y publirrelacionista de festivales, quien dio primeras oportunidades de cobertura en eventos de naturaleza mayor a quienes iniciábamos en el periodismo cinematográfico. Es el caso de quien esto escribe y de muchos otros.

A sus familiares y amigos un fuerte abrazo.

@lamoviola


Una curiosidad serena, malsana y discreta se despierta con el documental de Netflix Bob Ross: accidentes felices, traiciones y avaricias (Joshuá Rofé, 2021). Producto bien trazado de la cultura pop, iluminado con los colores pastel de un mediano escándalo, matizado con los tonos fucsia de una figura soterrada del mundo del entretenimiento con visos de arte.

Bob Ross, el sujeto blanco con peinado afro que en México veíamos en la TV cultural y educativa (antes de que se cansara ganso en volverse propagandista, con sus honrosas, profesionales y tradicionales excepciones) tiene su tono oscuro, pero nada que lamentar por fortuna para las adictas a los talleres de pintura. El mito al final sigue vivo y se fortalece. La vecina de al lado, con sus seis gatos, puede aún honrar a su ídolo.

Netflix, con este documental, sigue la tradición que sembrara E! True Hollywood story, la docuserie para morbosos con estilo que sacaba los trapitos al sol de las grandes figuras de la cultura pop. Sólo que en Bob Ross: accidentes felices, traiciones y avaricia, la tensión se dosifica más de la mitad de la hora y media que dura. El clímax llega después de que de forma reiterada se ha dibujado la figura de un sujeto amable e idealista que cuida con extrema ternura a su hijo -quien es el hilo conductor y protagonista del filme- luego de un divorcio y lo presenta con orgullo en el programa El placer de pintar con Bob Ross (1983-1994), ante la mirada de tolerancia del entonces chavo.

Lo bueno llega cuando Steven -tuvo más hijos que no son mencionados en la película, vaya usted a saber la razón-, rebela la maraña de intereses que dejan a Bob Ross ajeno a su marca y de hecho nombre. En suma, todo el panorama, que tarda en establecerse aunque con una muy buena narrativa que mantiene en falso suspenso al espectador, cuenta el robo que un matrimonio, los Kowalski, cometen en contra de Ross y de hecho la explotación de la que fue objeto. Ya enfermo de cáncer debía seguir grabando programas para la TV estadounidense pero sindicado a nivel mundial, por ejemplo.

Lo anterior, es toda la base y clímax del documental, pero cual ver a un sujeto durante varios minutos pintar un cuadro, hay algo en el tono y ritmo del filme que lo vuelve atractivo. Tal vez un dejo de desmitificación de una figura indiscutible y mediana de la cultura pop y referente de tardes aburridas de la infancia en la TV, quizá la coronación de que todo lo que huela a remembranza requiere un revisionismo, recubierto con una tersa curiosidad mórbida que no es del todo satisfecha, pero que nos hace pasar digamos, un buen rato. Pues eso.

En corto

Territorio (AndrésClariond, 2021), filme protagonizado por Paulina Gaytán, José Pescina y Jorge A. Jiménez, cuenta la historia de un joven matrimonio que no puede tener hijos e involucra en esto a un tercero. Thriller pasional, letárgico y pausado que sin embargo encuentra su peso en las buenas actuaciones.

Esta semana falleció José Pepe Abrego, periodista, poeta y publirrelacionista de festivales, quien dio primeras oportunidades de cobertura en eventos de naturaleza mayor a quienes iniciábamos en el periodismo cinematográfico. Es el caso de quien esto escribe y de muchos otros.

A sus familiares y amigos un fuerte abrazo.

@lamoviola