/ sábado 31 de julio de 2021

La moviola | El thriller como metáfora social

El filme mexicano Sin señas particulares (Fernanda Valadez, 2020), está a punto de llegar a las carteleras. Precedida además de muy buenas críticas y aceptación del público que ha tenido la oportunidad de verla. Sundance, San Sebastián, Morelia, son Festivales que han galardonado este relato de fortaleza, dignidad y horror. No es gratuito lo anterior, ya que la integridad, valentía y solvencia narrativa se dejan ver desde los primeros minutos.

Por un lado, el largometraje consolida la vocación melodramática del cine nacional, con la madre como eje, pero no desde la perspectiva de la resignación o arquetipo, sino desde un aspecto neorrealista que trasciende por mucho la mera ficción narrativa. Un elemento sustancial es la interpretación de Mercedes Hernández, quien ganó por cierto el Premio a Mejor Actriz en la pasada edición del Festival de Morelia.

Es pues, Sin señas particulares, un doloroso thriller neorrealista que sin concesiones hacia el espectador va directo a un crescendo del horror, pero que nunca renuncia a su profundo humanismo. Por momentos, la cinta puede parecer un melodrama clásico de tradición mexicana, pero la realidad explota en la pantalla no como recurso narrativo, sino como elemento indispensable.

Mercedes (Mercedes Hernández), busca a su hijo Jesús (Juan Jesús Varela) ya que ha desaparecido al cruzar la frontera con Estados Unidos. La mujer deja su pequeño pueblo –y puede ser cualquiera de este país– para dar con su paradero. Se encuentra con la indolencia y la indiferencia de las autoridades, recorre kilómetros y conoce a Miguel (David Illescas) quien recién deportado, desea regresar con su madre.

La poética melancólica de los pueblos polvosos y abandonados, ahora hundidos por la violencia, pero sobre todo, un relato de tensión y dignidad, ya que a Mercedes la quieren presionar las autoridades para firmar el certificado de defunción de su hijo, a lo cual se niega, hacen de Sin señas particulares, un filme indispensable y que llega en su justo momento.

Y no es lo único que vale la pena destacar, ya que en los cines se puede ver también, a partir de esta semana, Fractal (Mariana González, 2020) espejo de una parte de la juventud citadina, hundida en la banalidad y la desazón.

Tres jóvenes buscan a una amiga que ha desaparecido luego de una fiesta. En su intento por encontrar a la chica, se descubrirán sus carencias y vacíos.

El largometraje, destaca por un buen ritmo, que nunca pretende con su historia dar lecciones ni ser didáctico, y también por las actuaciones de sus protagonistas: Ximena Romo, Juan Carlos Huguenin y Mario Moreno del Moral. Esta es otra historia de búsqueda y desazón, desde una perspectiva diferente.

Opciones en cartelera hay, sólo es cuestión de buscarlas. La próxima semana, nos vamos claro con The suicide squad (James Gunn, 2021) y con la excepcional Little girl (Sebastián Lifshitz, 2021), para confirmar que en esto hay equilibrios y no todo es el blockbuster.

¿Les parece?

@lamoviola


El filme mexicano Sin señas particulares (Fernanda Valadez, 2020), está a punto de llegar a las carteleras. Precedida además de muy buenas críticas y aceptación del público que ha tenido la oportunidad de verla. Sundance, San Sebastián, Morelia, son Festivales que han galardonado este relato de fortaleza, dignidad y horror. No es gratuito lo anterior, ya que la integridad, valentía y solvencia narrativa se dejan ver desde los primeros minutos.

Por un lado, el largometraje consolida la vocación melodramática del cine nacional, con la madre como eje, pero no desde la perspectiva de la resignación o arquetipo, sino desde un aspecto neorrealista que trasciende por mucho la mera ficción narrativa. Un elemento sustancial es la interpretación de Mercedes Hernández, quien ganó por cierto el Premio a Mejor Actriz en la pasada edición del Festival de Morelia.

Es pues, Sin señas particulares, un doloroso thriller neorrealista que sin concesiones hacia el espectador va directo a un crescendo del horror, pero que nunca renuncia a su profundo humanismo. Por momentos, la cinta puede parecer un melodrama clásico de tradición mexicana, pero la realidad explota en la pantalla no como recurso narrativo, sino como elemento indispensable.

Mercedes (Mercedes Hernández), busca a su hijo Jesús (Juan Jesús Varela) ya que ha desaparecido al cruzar la frontera con Estados Unidos. La mujer deja su pequeño pueblo –y puede ser cualquiera de este país– para dar con su paradero. Se encuentra con la indolencia y la indiferencia de las autoridades, recorre kilómetros y conoce a Miguel (David Illescas) quien recién deportado, desea regresar con su madre.

La poética melancólica de los pueblos polvosos y abandonados, ahora hundidos por la violencia, pero sobre todo, un relato de tensión y dignidad, ya que a Mercedes la quieren presionar las autoridades para firmar el certificado de defunción de su hijo, a lo cual se niega, hacen de Sin señas particulares, un filme indispensable y que llega en su justo momento.

Y no es lo único que vale la pena destacar, ya que en los cines se puede ver también, a partir de esta semana, Fractal (Mariana González, 2020) espejo de una parte de la juventud citadina, hundida en la banalidad y la desazón.

Tres jóvenes buscan a una amiga que ha desaparecido luego de una fiesta. En su intento por encontrar a la chica, se descubrirán sus carencias y vacíos.

El largometraje, destaca por un buen ritmo, que nunca pretende con su historia dar lecciones ni ser didáctico, y también por las actuaciones de sus protagonistas: Ximena Romo, Juan Carlos Huguenin y Mario Moreno del Moral. Esta es otra historia de búsqueda y desazón, desde una perspectiva diferente.

Opciones en cartelera hay, sólo es cuestión de buscarlas. La próxima semana, nos vamos claro con The suicide squad (James Gunn, 2021) y con la excepcional Little girl (Sebastián Lifshitz, 2021), para confirmar que en esto hay equilibrios y no todo es el blockbuster.

¿Les parece?

@lamoviola