/ sábado 23 de octubre de 2021

La moviola | La remembranza adecentada o de Jodorowsky a Chalamet

@lamoviola


Reinvento y luego existo. Lo anterior parece ser la consigna de la industria del entretenimiento. Pero, ¿reinventar, para qué? ¿Para dejar contentos a la generación de consumidores llorones que más que una nueva conciencia social gozan de subirse al tren del debate? – se dice de otra manera, pero me leen niños-. Saber o creer que se sabe lo que no se quiere, pero no lo que se quiere, decía Zygmut Bauman. Pero no es cosa de ponerse solemnes en esta columna, así que al grano.

Revisemos el caso de dos estrenos, uno que llegó a la cartelera esta semana y otro que será visto por primera vez en México en el marco de la edición 19 del Festival Internacional de Cine de Morelia, del 27 de octubre al 1 de noviembre. En el primer caso, está la debatida y comentada Dune (Denise Villeneuve, 2021) y en el segundo Ghostbusters: El legado (Jason Reitman, 2021), la cual será la película de clausura, y por cierto hará acto de presencia el director.

Con Dune, lo que vemos es una correcta space opera, más bien sobria en la forma, que se enfoca a ratos en hacer lucir al nuevo muchachito caguengue del cine e ídolo de las veinteañeras y no tanto Timothée Chalamet y que de paso incluye a Zendaya en el elenco. Dame un casting, pues y te regreso un discurso fílmico.

La película, basada en la novela de Frank Herbert se debe ver y respetar como producto independiente de su mito. Porque sí la comparamos con el fallido trabajo de la primera adaptación a cargo de David Lynch, puede ganar, sí lo hacemos con el libro pierde. Y es que leyendas y anécdotas en torno a las adaptaciones hay muchas. La que se hizo en 1984, se rodó en México en los Estudios Churubusco y vale la pena verla porque aparecen de extras jóvenes que luego serían galancitos de novela.

El actual filme, no pretende meterse en las intrincadas teorías éticas de la ciencia ficción y por eso se queda como una decente, pero modesta –no en producción, cabe señalar- space ópera. Al verla, uno puede ver lo lejano que está aquella idea de adaptación que quería llevar Alejandro Jodorowsky en la dirección y está con Chalamet en el rol principal. Y esto, lo dice todo, pero la actual película se puede ver si uno no se pone intenso.

Con la segunda película, Ghostbusters: El legado, hay que dejar muy claro algo para que el asunto funcione y caiga bien: Sí bien es cierto que no es una Buster movie, es decir, una historia de cuates, con los excesos ochenteros que conlleva funciona como género adolescente y de remembranza, con sus diálogos a veces graciosos, puede ser atractiva para un público nuevo. Es simpática y más bien inocente, lo que la separa de los filmes anteriores. Nos ocuparemos a detalle en un futuro.

Felipe Cazals ha dejado una obra fundamental para entender el cine y buena parte del devenir histórico de México. En mucho de su obra se percibe una fuerte carga melodramática, pero también el testimonio social que no cualquier director puede captar.

Su legado debe ser visto por todos los estudiantes de cine y su obra es respetada a nivel internacional.

Una gran pérdida.


@lamoviola


Reinvento y luego existo. Lo anterior parece ser la consigna de la industria del entretenimiento. Pero, ¿reinventar, para qué? ¿Para dejar contentos a la generación de consumidores llorones que más que una nueva conciencia social gozan de subirse al tren del debate? – se dice de otra manera, pero me leen niños-. Saber o creer que se sabe lo que no se quiere, pero no lo que se quiere, decía Zygmut Bauman. Pero no es cosa de ponerse solemnes en esta columna, así que al grano.

Revisemos el caso de dos estrenos, uno que llegó a la cartelera esta semana y otro que será visto por primera vez en México en el marco de la edición 19 del Festival Internacional de Cine de Morelia, del 27 de octubre al 1 de noviembre. En el primer caso, está la debatida y comentada Dune (Denise Villeneuve, 2021) y en el segundo Ghostbusters: El legado (Jason Reitman, 2021), la cual será la película de clausura, y por cierto hará acto de presencia el director.

Con Dune, lo que vemos es una correcta space opera, más bien sobria en la forma, que se enfoca a ratos en hacer lucir al nuevo muchachito caguengue del cine e ídolo de las veinteañeras y no tanto Timothée Chalamet y que de paso incluye a Zendaya en el elenco. Dame un casting, pues y te regreso un discurso fílmico.

La película, basada en la novela de Frank Herbert se debe ver y respetar como producto independiente de su mito. Porque sí la comparamos con el fallido trabajo de la primera adaptación a cargo de David Lynch, puede ganar, sí lo hacemos con el libro pierde. Y es que leyendas y anécdotas en torno a las adaptaciones hay muchas. La que se hizo en 1984, se rodó en México en los Estudios Churubusco y vale la pena verla porque aparecen de extras jóvenes que luego serían galancitos de novela.

El actual filme, no pretende meterse en las intrincadas teorías éticas de la ciencia ficción y por eso se queda como una decente, pero modesta –no en producción, cabe señalar- space ópera. Al verla, uno puede ver lo lejano que está aquella idea de adaptación que quería llevar Alejandro Jodorowsky en la dirección y está con Chalamet en el rol principal. Y esto, lo dice todo, pero la actual película se puede ver si uno no se pone intenso.

Con la segunda película, Ghostbusters: El legado, hay que dejar muy claro algo para que el asunto funcione y caiga bien: Sí bien es cierto que no es una Buster movie, es decir, una historia de cuates, con los excesos ochenteros que conlleva funciona como género adolescente y de remembranza, con sus diálogos a veces graciosos, puede ser atractiva para un público nuevo. Es simpática y más bien inocente, lo que la separa de los filmes anteriores. Nos ocuparemos a detalle en un futuro.

Felipe Cazals ha dejado una obra fundamental para entender el cine y buena parte del devenir histórico de México. En mucho de su obra se percibe una fuerte carga melodramática, pero también el testimonio social que no cualquier director puede captar.

Su legado debe ser visto por todos los estudiantes de cine y su obra es respetada a nivel internacional.

Una gran pérdida.