/ sábado 8 de junio de 2019

La Moviola | Los hombres zzz

Un prematuroremake de la saga Fénix Oscura, clásico comiquero de los años ochenta creado por Chris Claremont y John Byrne, revela el inicio de lo que es una crisis creativa en el universo cinematográfico de los X-Men.

La serie de filmes que inicia en el año 2000 y que han acumulado en relativo poco tiempo una docena de entregas reimpulsó el género de superhéroes basados en cómics. No lo inventa, ni siquiera como fenómeno del blockbuster, pero algo le indicó a la industria. De ahí, hasta la locura que significa el binomio Disney- Marvel.

La franquicia sobre los mutantes se ha anotado buenos méritos. Basta recordar los nombres involucrados en muchas de las entregas: Bryan Singer o Brett Ratner un par de ejemplos.

A lo largo de la serie hubo la oportunidad de experimentar en cuanto a géneros se refiere. La muestra es Logan (James Mangold,2017) un western con aire distópico o los filmes de Deadpool (Tim Miller y David Leitch ) que le apostaban a la Spoof Movie.

Dark Phoenix (Simon Kinber, 2019) no le apuesta a ninguna de las audacias anteriores. Retomar lo ya –de alguna manera contado- en X-Men: The last stand (Brett Ratner, 2006) no parece buena idea ni de lejos. Sobre todo si consideramos la moda de arcos narrativos y evolución que ha tomado el género.

El problema con el filme, es que se percibe pereza en el desarrollo. Dubitativo hacia la meta y entrega innecesaria dentro del universo, con la compra de Disney - Fox, Dark Phoenix, es un puente entre la fusión de las mayors.

La última galleta que uno se come ya más por gula que por gusto. La pregunta es, ¿el público qué culpa tiene de lo anterior?

Entrega prescindible hasta en su paleta de colores, que se encuentra incluso por debajo de cualquier serie de superhéroes que tenga la televisión, el filme prefiere no mover las aguas en medio de posibles cambios en la franquicia.

Jean Grey (Sophie Turner), es alcanzada por una fuerza misteriosa (claro) al rescatar a unos astronautas donde son enviados todos los X-Men. Este hecho provoca cambios en el comportamiento y habilidades de la mutante. Así las cosas, mientras Raven (Jennifer Lawrence) cuestiona el proceder del Profesor Xavier (James McAvoy), sobre todo con Grey. La crisis del equipo de poderosos outsiders vía una tragedia está por llegar (y no es la fusión de Disney- Fox). Vaya quien tenga una idea de la serie comiquera, sabe por dónde va el asunto. No más, pero sí desafortunadamente menos.

Ya viene The new mutants (Josh Bone), que cerraría el arco narrativo de Fox. Ojalá no tenga la mezquindad de Dark Phoenix. La saga merece algo más que los ronquidos del respetable.

Twitter:@lamoviola

Un prematuroremake de la saga Fénix Oscura, clásico comiquero de los años ochenta creado por Chris Claremont y John Byrne, revela el inicio de lo que es una crisis creativa en el universo cinematográfico de los X-Men.

La serie de filmes que inicia en el año 2000 y que han acumulado en relativo poco tiempo una docena de entregas reimpulsó el género de superhéroes basados en cómics. No lo inventa, ni siquiera como fenómeno del blockbuster, pero algo le indicó a la industria. De ahí, hasta la locura que significa el binomio Disney- Marvel.

La franquicia sobre los mutantes se ha anotado buenos méritos. Basta recordar los nombres involucrados en muchas de las entregas: Bryan Singer o Brett Ratner un par de ejemplos.

A lo largo de la serie hubo la oportunidad de experimentar en cuanto a géneros se refiere. La muestra es Logan (James Mangold,2017) un western con aire distópico o los filmes de Deadpool (Tim Miller y David Leitch ) que le apostaban a la Spoof Movie.

Dark Phoenix (Simon Kinber, 2019) no le apuesta a ninguna de las audacias anteriores. Retomar lo ya –de alguna manera contado- en X-Men: The last stand (Brett Ratner, 2006) no parece buena idea ni de lejos. Sobre todo si consideramos la moda de arcos narrativos y evolución que ha tomado el género.

El problema con el filme, es que se percibe pereza en el desarrollo. Dubitativo hacia la meta y entrega innecesaria dentro del universo, con la compra de Disney - Fox, Dark Phoenix, es un puente entre la fusión de las mayors.

La última galleta que uno se come ya más por gula que por gusto. La pregunta es, ¿el público qué culpa tiene de lo anterior?

Entrega prescindible hasta en su paleta de colores, que se encuentra incluso por debajo de cualquier serie de superhéroes que tenga la televisión, el filme prefiere no mover las aguas en medio de posibles cambios en la franquicia.

Jean Grey (Sophie Turner), es alcanzada por una fuerza misteriosa (claro) al rescatar a unos astronautas donde son enviados todos los X-Men. Este hecho provoca cambios en el comportamiento y habilidades de la mutante. Así las cosas, mientras Raven (Jennifer Lawrence) cuestiona el proceder del Profesor Xavier (James McAvoy), sobre todo con Grey. La crisis del equipo de poderosos outsiders vía una tragedia está por llegar (y no es la fusión de Disney- Fox). Vaya quien tenga una idea de la serie comiquera, sabe por dónde va el asunto. No más, pero sí desafortunadamente menos.

Ya viene The new mutants (Josh Bone), que cerraría el arco narrativo de Fox. Ojalá no tenga la mezquindad de Dark Phoenix. La saga merece algo más que los ronquidos del respetable.

Twitter:@lamoviola