/ sábado 2 de noviembre de 2019

La Moviola | Morelia y sus 17. Segunda parte

A la poeta, crítica de arte y periodista, Perla Schwartz. Amiga siempre generosa.

Un equilibrio de cine comercial y de búsqueda se pudo ver en la reciente edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), que se llevó a cabo del 18 al 27 de octubre. Por un lado propuestas al alcance de todo público. Y en el extremo , filmes de tono festivalero.

La ganadora del premio más importante - El Ojo a Mejor Largometraje-, se lo llevó Ya no estoy aquí (Fernando Frías de la Parra, 2019). Obtiene también el reconocimiento del público.

Ya no estoy aquí, cuenta la trayectoria de Ulises (Juan Daniel García Treviño), de 17 años, quien vive en Monterrey y su mundo es la cumbia y la sub cultura colombiana. La calle y pandilla, lo llevan a involucrarse en un crimen. La única oportunidad de salvar su vida es viajar a Estados Unidos. Esa es la anécdota inicial. Pero la película le apuesta a una suerte de neorrealismo, con el uso de los actores naturales –de carisma todos -.

El viaje de madurez de Ulises lo lleva a ser protegido en Estados Unidos por una adolescente obsesiva Lin (Xueming Angelina Cheng), cantar en la calle, encontrar el sustituto materno en una mujer sexo servidora colombiana. Y al fin, en una metáfora sobre la madurez, enfrentar su destino.

La película no solo se limita a la reflexión social. Ulises , forma parte de esa larga genealogía de personajes adolescentes del cine que tienen un camino que recorrer para alcanzar su meta, reflexiva, cinematográfica, filosófica.

En la Sección Autores, se vio El diablo entre las piernas (Arturo Ripstein, 2019). Con guion de Paz Alicia Garcíadiego y fotografía de Alejandro Cantú, hay una suerte de estética de lo desagradable, y lo esperpéntico convertido en arte se ve en el filme.

Hay también musicalidad poética en el habla –como lo señala Julio Cortázar en el libro Clases de literatura: Berkley, 1980 (Anagrama)- , al servicio de lo hórrido. Una pareja de ancianos: Un Viejo (Alejandro Suárez), mastica su infelicidad al insultar a su esposa Beatriz (Silvia Pasquel).

Sus afrentas, sus amores- odios, se sazonan con diálogos barrocos, excesivos, humorísticos.

Guion punzante, agudo, que cuestiona el amor y la relación de pareja. De lo mejor por desafiante, que se vio en el Festival. Ojalá se estrene pronto.

Destacó también, por su manufactura y dirección efectiva aunque discreta Perdida (Jorge Miche Grau, 2019). La frágil relación de una pareja y la desaparición de una mujer –con un tercer personaje en discordia- sirven para armar un thriller con tintes policíacos y psicológicos.

El Premio Homenaje Guerrero de Oro Joaquín Rodríguez, que otorga la Red de Periodistas Cinematográficos se lo llevó in memoriam el periodista Alejandro Cárdenas.

A la poeta, crítica de arte y periodista, Perla Schwartz. Amiga siempre generosa.

Un equilibrio de cine comercial y de búsqueda se pudo ver en la reciente edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), que se llevó a cabo del 18 al 27 de octubre. Por un lado propuestas al alcance de todo público. Y en el extremo , filmes de tono festivalero.

La ganadora del premio más importante - El Ojo a Mejor Largometraje-, se lo llevó Ya no estoy aquí (Fernando Frías de la Parra, 2019). Obtiene también el reconocimiento del público.

Ya no estoy aquí, cuenta la trayectoria de Ulises (Juan Daniel García Treviño), de 17 años, quien vive en Monterrey y su mundo es la cumbia y la sub cultura colombiana. La calle y pandilla, lo llevan a involucrarse en un crimen. La única oportunidad de salvar su vida es viajar a Estados Unidos. Esa es la anécdota inicial. Pero la película le apuesta a una suerte de neorrealismo, con el uso de los actores naturales –de carisma todos -.

El viaje de madurez de Ulises lo lleva a ser protegido en Estados Unidos por una adolescente obsesiva Lin (Xueming Angelina Cheng), cantar en la calle, encontrar el sustituto materno en una mujer sexo servidora colombiana. Y al fin, en una metáfora sobre la madurez, enfrentar su destino.

La película no solo se limita a la reflexión social. Ulises , forma parte de esa larga genealogía de personajes adolescentes del cine que tienen un camino que recorrer para alcanzar su meta, reflexiva, cinematográfica, filosófica.

En la Sección Autores, se vio El diablo entre las piernas (Arturo Ripstein, 2019). Con guion de Paz Alicia Garcíadiego y fotografía de Alejandro Cantú, hay una suerte de estética de lo desagradable, y lo esperpéntico convertido en arte se ve en el filme.

Hay también musicalidad poética en el habla –como lo señala Julio Cortázar en el libro Clases de literatura: Berkley, 1980 (Anagrama)- , al servicio de lo hórrido. Una pareja de ancianos: Un Viejo (Alejandro Suárez), mastica su infelicidad al insultar a su esposa Beatriz (Silvia Pasquel).

Sus afrentas, sus amores- odios, se sazonan con diálogos barrocos, excesivos, humorísticos.

Guion punzante, agudo, que cuestiona el amor y la relación de pareja. De lo mejor por desafiante, que se vio en el Festival. Ojalá se estrene pronto.

Destacó también, por su manufactura y dirección efectiva aunque discreta Perdida (Jorge Miche Grau, 2019). La frágil relación de una pareja y la desaparición de una mujer –con un tercer personaje en discordia- sirven para armar un thriller con tintes policíacos y psicológicos.

El Premio Homenaje Guerrero de Oro Joaquín Rodríguez, que otorga la Red de Periodistas Cinematográficos se lo llevó in memoriam el periodista Alejandro Cárdenas.