/ sábado 24 de septiembre de 2022

La moviola | Observar las aves y Sanctorum: dulzura y fuerza en el relato

@lamoviola

Muy buen fin de semana para los estrenos nacionales. Y qué bueno, porque ya en poco tiempo llegan los blockbusters de fin de año. Por un lado está Observar las aves (Andrea Martínez Crowther, 2019), una ficción de tono melancólico y dulce que tiene también un rigor fílmico sin renunciar a la libertad de abordar el cine dentro del cine.

La película, que tiene como punto de partida a Lena, una mujer, escritora de éxito y cierta popularidad que acaba de entrar a la tercera edad (Bera Aaronson, discreta y precisa en su interpretación), y decide hacer una película casera sobre su vida, sus amores, renuncias, rupturas, antes de perder la conciencia de sí misma ya que se le ha diagnosticado Alzheimer. Al principio todo marcha según lo planeado, hasta que se da cuanta que el trabajo requiere a un profesional. Llama entonces a la adusta y hermética Andrea (la propia Andrea Martínez Crowther), para que realice el testimonio de lo que será una suerte de memoria final.

En medio de una cotidianeidad que a quererlo o no las acerca, las mujeres enfrentarán sus propios fantasmas. Lena con sabiduría y Andrea al principio con evasión pero en el fondo, con los sentimientos a flor de piel.

En todo momento, Crowther mantiene la mirada subjetiva de la cámara, lo cual le da un tono de intimidad a la historia y realiza una puesta en escena con casi nada más dos personajes en escena. Por ahí aparece un vecino que invita a Lena para que dé una vuelta en moto y en momentos fugaces, su díscolo hijo Marcus (Roberto Cabazos ), quien no acepta la realidad y rechaza el proyecto de filmación.

Vemos también grabaciones caseras de Henrik (Jerry Marette), el esposo ya fallecido de Lena. Más allá del rigor fílmico, estamos ante una obra personal, tal vez la más directa de Andrea Martínez Crowther que se complementa con momentos de poesía visual.

Observar las aves, es un filme de espejos: el de las dos mujeres, los personajes que sostienen la trama, el de la pulsión creativa y cuáles pueden ser sus resortes y el que el espectador recibe si tiene el compromiso de dar algo más que la pasividad y entregar emoción y sentimiento en la butaca. Luche por verla. No estará en todos los cines, pero seguro en uno cercano a su casa.

Otra buena opción es Sanctorum (Joshua Gil, 2019), rodeada de imágenes poderosas y una suerte de realismo mágico en medio de una historia de línea social, tan cruda como conmovedora.

Luego de que su madre desaparece, un niño pequeño decide ir al bosque a pedir a la naturaleza por el regreso de esta.

La fuerza bruta de la violencia hará presencia, pero también la de la naturaleza. El filme ganó el premio a mejor dirección en el Festival de Cine de Morelia 2019 y cabe destacar la poderosa fotografía, elemento sustancial de la obra, a cargo del propio Gil y Mateo Guzmán. Ganó también el premio a Mejor Dirección en la edición 2020 del Festival de Cine de Morelia y el Guerrero de la Prensa.

En corto

Unas líneas para el Maestro Jorge Fons, quien falleció la madrugada del pasado 22 de septiembre: Formador con su cine de cineastas que están hoy en las alturas de la industria, sus historias retrataron con agudeza a la sociedad mexicana. Si algo distinguió su obra es la mística de la realización y el rigor de la mano de la generosidad.

@lamoviola

Muy buen fin de semana para los estrenos nacionales. Y qué bueno, porque ya en poco tiempo llegan los blockbusters de fin de año. Por un lado está Observar las aves (Andrea Martínez Crowther, 2019), una ficción de tono melancólico y dulce que tiene también un rigor fílmico sin renunciar a la libertad de abordar el cine dentro del cine.

La película, que tiene como punto de partida a Lena, una mujer, escritora de éxito y cierta popularidad que acaba de entrar a la tercera edad (Bera Aaronson, discreta y precisa en su interpretación), y decide hacer una película casera sobre su vida, sus amores, renuncias, rupturas, antes de perder la conciencia de sí misma ya que se le ha diagnosticado Alzheimer. Al principio todo marcha según lo planeado, hasta que se da cuanta que el trabajo requiere a un profesional. Llama entonces a la adusta y hermética Andrea (la propia Andrea Martínez Crowther), para que realice el testimonio de lo que será una suerte de memoria final.

En medio de una cotidianeidad que a quererlo o no las acerca, las mujeres enfrentarán sus propios fantasmas. Lena con sabiduría y Andrea al principio con evasión pero en el fondo, con los sentimientos a flor de piel.

En todo momento, Crowther mantiene la mirada subjetiva de la cámara, lo cual le da un tono de intimidad a la historia y realiza una puesta en escena con casi nada más dos personajes en escena. Por ahí aparece un vecino que invita a Lena para que dé una vuelta en moto y en momentos fugaces, su díscolo hijo Marcus (Roberto Cabazos ), quien no acepta la realidad y rechaza el proyecto de filmación.

Vemos también grabaciones caseras de Henrik (Jerry Marette), el esposo ya fallecido de Lena. Más allá del rigor fílmico, estamos ante una obra personal, tal vez la más directa de Andrea Martínez Crowther que se complementa con momentos de poesía visual.

Observar las aves, es un filme de espejos: el de las dos mujeres, los personajes que sostienen la trama, el de la pulsión creativa y cuáles pueden ser sus resortes y el que el espectador recibe si tiene el compromiso de dar algo más que la pasividad y entregar emoción y sentimiento en la butaca. Luche por verla. No estará en todos los cines, pero seguro en uno cercano a su casa.

Otra buena opción es Sanctorum (Joshua Gil, 2019), rodeada de imágenes poderosas y una suerte de realismo mágico en medio de una historia de línea social, tan cruda como conmovedora.

Luego de que su madre desaparece, un niño pequeño decide ir al bosque a pedir a la naturaleza por el regreso de esta.

La fuerza bruta de la violencia hará presencia, pero también la de la naturaleza. El filme ganó el premio a mejor dirección en el Festival de Cine de Morelia 2019 y cabe destacar la poderosa fotografía, elemento sustancial de la obra, a cargo del propio Gil y Mateo Guzmán. Ganó también el premio a Mejor Dirección en la edición 2020 del Festival de Cine de Morelia y el Guerrero de la Prensa.

En corto

Unas líneas para el Maestro Jorge Fons, quien falleció la madrugada del pasado 22 de septiembre: Formador con su cine de cineastas que están hoy en las alturas de la industria, sus historias retrataron con agudeza a la sociedad mexicana. Si algo distinguió su obra es la mística de la realización y el rigor de la mano de la generosidad.