/ sábado 17 de abril de 2021

La moviola | Piedras rodantes

Hollywood encuentra sus paradigmas. En medio de una lenta, todavía incierta recuperación de la industria a nivel mundial algunos de los vaticinios se empiezan a cumplir. El blockbuster en crisis sede el paso a un cine intimista, más personal, humano y por lo tanto verídico. Nomadland ( Chloé Zhao, 2021), favorita en la próxima entrega del premio Oscar, es la épica humanista más sensible de los últimos años. La crónica de los desposeídos del sistema frío y calculador que olvida los íntimos dramas cotidianos en aras de una producción como meta de vida.

Nomadland, una road movie de la redención y la dignidad, relata con una poesía visual conmovedora, que cimbra la piel y que le entrega a la mirada la belleza discreta y a la vez deslumbrante de lo cotidiano , una historia de fuerza redención y un agridulce amor a la vida. La fotografía de Joshua James Richards es parte fundamental del relato, lo hace con sencillez, sin estridencia. Con discreción y elegancia.

Hollywood encuentra sus paradigmas, ya que en la industria líder del sistema de estrellas y las superproducciones , el filme irrumpe en una entrega del Oscar atípica con seis nominaciones y un producto fuera de la norma por sencillo y humano. Algunas de las ternas en las que compite son: Película, dirección, actriz ( Frances McDormand) , fotografía, guion adaptado, edición y utiliza a varios de los llamados actores naturales.

¿Se convertirá esto en una tendencia en la Meca del cine? ¿Cómo resultado de los tiempos actuales y la creatividad que surge luego de una crisis, veremos un cine de mayor humanidad y menos lagartos y orangutanes histéricos? Es probable. Y no sería extraño.

El filme, está basado en la novela de Jessica Bruder , con una adaptación de Chloé Zhao, nacida en Pekín, pero radicada desde hace años en Reino Unido y Estados unidos, cuenta la historia de Fern ( la McDormand, discreta y genial al mismo tiempo), viuda y con un trabajo que apenas le alcanza para medio vivir , luego de la crisis económica de 2008, quien es empacadora de Amazon, en un claro ejemplo de fordismo. Sin mayor esperanza que pasar sus días en medio de un dolor y soledad que se han convertido en costumbre un día decide comprar una casa rodante y viajar por el oeste de Estados Unidos.

Se une a un grupo de viajeros, todos desposeídos, cargados de historias y tristezas, pero de profunda humanidad. A pesar de ellos, los personajes resultan luminosos, desde la mujer que gruñe cuando la molestan en su casa rodante, pero acaba siendo solidaria, hasta el ordinario galán otoñal David ( Strathairn, , él sí actor profesional) que se quiere ligar a Fern, pero es torpe, invasivo y lo que le sigue.

La película, fluye en un ritmo pausado pero en cada momento nos adentramos en el alma de los personajes. Si Easy Rider ( Denis Hopper, 1969) es el epílogo de la utopía sesentera, Nomafdland, lo es de una era que después de una cris mundial debe virar hacia terrenos más sencillos, humanos.

En suma, la película que seguro será la triunfadora la noche del 25 de abril, es la crónica de la dulce, dolorosa, dignidad de la melancolía.


Hollywood encuentra sus paradigmas. En medio de una lenta, todavía incierta recuperación de la industria a nivel mundial algunos de los vaticinios se empiezan a cumplir. El blockbuster en crisis sede el paso a un cine intimista, más personal, humano y por lo tanto verídico. Nomadland ( Chloé Zhao, 2021), favorita en la próxima entrega del premio Oscar, es la épica humanista más sensible de los últimos años. La crónica de los desposeídos del sistema frío y calculador que olvida los íntimos dramas cotidianos en aras de una producción como meta de vida.

Nomadland, una road movie de la redención y la dignidad, relata con una poesía visual conmovedora, que cimbra la piel y que le entrega a la mirada la belleza discreta y a la vez deslumbrante de lo cotidiano , una historia de fuerza redención y un agridulce amor a la vida. La fotografía de Joshua James Richards es parte fundamental del relato, lo hace con sencillez, sin estridencia. Con discreción y elegancia.

Hollywood encuentra sus paradigmas, ya que en la industria líder del sistema de estrellas y las superproducciones , el filme irrumpe en una entrega del Oscar atípica con seis nominaciones y un producto fuera de la norma por sencillo y humano. Algunas de las ternas en las que compite son: Película, dirección, actriz ( Frances McDormand) , fotografía, guion adaptado, edición y utiliza a varios de los llamados actores naturales.

¿Se convertirá esto en una tendencia en la Meca del cine? ¿Cómo resultado de los tiempos actuales y la creatividad que surge luego de una crisis, veremos un cine de mayor humanidad y menos lagartos y orangutanes histéricos? Es probable. Y no sería extraño.

El filme, está basado en la novela de Jessica Bruder , con una adaptación de Chloé Zhao, nacida en Pekín, pero radicada desde hace años en Reino Unido y Estados unidos, cuenta la historia de Fern ( la McDormand, discreta y genial al mismo tiempo), viuda y con un trabajo que apenas le alcanza para medio vivir , luego de la crisis económica de 2008, quien es empacadora de Amazon, en un claro ejemplo de fordismo. Sin mayor esperanza que pasar sus días en medio de un dolor y soledad que se han convertido en costumbre un día decide comprar una casa rodante y viajar por el oeste de Estados Unidos.

Se une a un grupo de viajeros, todos desposeídos, cargados de historias y tristezas, pero de profunda humanidad. A pesar de ellos, los personajes resultan luminosos, desde la mujer que gruñe cuando la molestan en su casa rodante, pero acaba siendo solidaria, hasta el ordinario galán otoñal David ( Strathairn, , él sí actor profesional) que se quiere ligar a Fern, pero es torpe, invasivo y lo que le sigue.

La película, fluye en un ritmo pausado pero en cada momento nos adentramos en el alma de los personajes. Si Easy Rider ( Denis Hopper, 1969) es el epílogo de la utopía sesentera, Nomafdland, lo es de una era que después de una cris mundial debe virar hacia terrenos más sencillos, humanos.

En suma, la película que seguro será la triunfadora la noche del 25 de abril, es la crónica de la dulce, dolorosa, dignidad de la melancolía.