/ sábado 4 de junio de 2022

La moviola | …Y cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba ahí: Jurassic World: Dominio

@lamoviola

Sexta entrega de la franquicia creada por el rey Midas del séptimo arte, Steven Spielberg en un muy lejano 1993 uña, y secuela directa de Jurassic World: El reino caído (Bayona, 2018), la actual se sostiene por el oficio de Colin Trevorrow, quien al frente de esta historia y después de haber dirigido también Jurassic World en 2015, realiza un trabajo más formal de género e incluso sin tantas concesiones al público adolescente que al final no sabe ni qué rollo.

Dominio sí tira la polilla chavo ruca, pero lo hace de forma digna. La nostalgia como recurso narrativo está presente, pero Trevorrow, un director nacido en 1976, por lo tanto hijo cultural del fenómeno, no se engolosina. La franquicia, casi desde el principio decantó por constantes referencias al séptimo arte de forma muy directa y en esta ocasión lo equilibra con lo formal. Por momentos vemos un claro cine de terror, por supuesto ciencia ficción con los largos y pesados diálogos que esto conlleva, y hasta un villano jamesbondesco que seguro será la envidia de Christoph Waltz.

Eso sí, en aras de forzar una trama general que conduzca a la acción, tiene una introducción larga y lenta en ritmo que se lleva casi una hora. Tan es así, que los guionistas Emily Carmichael y el propio Trevorrow, explican parte del meollo del asunto en el relato de una reportera adolescente los primeros 10 minutos. Eso sí, el filme está lleno de variedades étnicas en protagonistas y extras.

En algo ayuda por supuesto, la mano de Spielberg y Frank Marshall en la producción, que recuerda a aquel viejo cine de aventuras cuando no se pone el asunto muy denso. Y es que es una entrega, dicen los ingenuos que la última, más adulta digamos.

¿La trama? Muy enredada de forma innecesaria: villanos que reaparecen del filme original para volverla a hacer de cuento con proyectos que ponen en peligro a la humanidad, millonarios malvadazos pero bien amables que seguro son twitteros rabiosos, héroes que también reaparecen y se mezclan con los de la saga Jurassic World, el rescate de una niña spielberesca con bicicleta y todo. Si usted tiene menos de 30 años vaya en compañía de un adulto mayor porque si no nomás no va entender nada. El peligro es que los dinosaurios van a dominar al mundo vía un perverso experimento y pues eso.

Un gusto eso sí, ver a Sam Neill, Laura Dern, Jeff Goldblum, B.D Wong, que se mezclan con Chris Pratt, Bryce Dallas Howard. En fin, como idea no es mala.

Mención aparte merece Campbell Scott, personaje que rescata el espíritu original de la novela de Michael Crichton, uno de los principales aciertos de este filme y de la dirección de Trevorrow.

La verdad es que no es una entrega perfecta, por momentos uno si se avienta sus bostezos, sobre todo al principio, pero ya pasado un rato, tiene muy buenas escenas de acción, todos los héroes son Indiana Jones y los villanos son reventones (y sí, el anterior referente es del cretácico pero qué se le va a hacer).

@lamoviola

Sexta entrega de la franquicia creada por el rey Midas del séptimo arte, Steven Spielberg en un muy lejano 1993 uña, y secuela directa de Jurassic World: El reino caído (Bayona, 2018), la actual se sostiene por el oficio de Colin Trevorrow, quien al frente de esta historia y después de haber dirigido también Jurassic World en 2015, realiza un trabajo más formal de género e incluso sin tantas concesiones al público adolescente que al final no sabe ni qué rollo.

Dominio sí tira la polilla chavo ruca, pero lo hace de forma digna. La nostalgia como recurso narrativo está presente, pero Trevorrow, un director nacido en 1976, por lo tanto hijo cultural del fenómeno, no se engolosina. La franquicia, casi desde el principio decantó por constantes referencias al séptimo arte de forma muy directa y en esta ocasión lo equilibra con lo formal. Por momentos vemos un claro cine de terror, por supuesto ciencia ficción con los largos y pesados diálogos que esto conlleva, y hasta un villano jamesbondesco que seguro será la envidia de Christoph Waltz.

Eso sí, en aras de forzar una trama general que conduzca a la acción, tiene una introducción larga y lenta en ritmo que se lleva casi una hora. Tan es así, que los guionistas Emily Carmichael y el propio Trevorrow, explican parte del meollo del asunto en el relato de una reportera adolescente los primeros 10 minutos. Eso sí, el filme está lleno de variedades étnicas en protagonistas y extras.

En algo ayuda por supuesto, la mano de Spielberg y Frank Marshall en la producción, que recuerda a aquel viejo cine de aventuras cuando no se pone el asunto muy denso. Y es que es una entrega, dicen los ingenuos que la última, más adulta digamos.

¿La trama? Muy enredada de forma innecesaria: villanos que reaparecen del filme original para volverla a hacer de cuento con proyectos que ponen en peligro a la humanidad, millonarios malvadazos pero bien amables que seguro son twitteros rabiosos, héroes que también reaparecen y se mezclan con los de la saga Jurassic World, el rescate de una niña spielberesca con bicicleta y todo. Si usted tiene menos de 30 años vaya en compañía de un adulto mayor porque si no nomás no va entender nada. El peligro es que los dinosaurios van a dominar al mundo vía un perverso experimento y pues eso.

Un gusto eso sí, ver a Sam Neill, Laura Dern, Jeff Goldblum, B.D Wong, que se mezclan con Chris Pratt, Bryce Dallas Howard. En fin, como idea no es mala.

Mención aparte merece Campbell Scott, personaje que rescata el espíritu original de la novela de Michael Crichton, uno de los principales aciertos de este filme y de la dirección de Trevorrow.

La verdad es que no es una entrega perfecta, por momentos uno si se avienta sus bostezos, sobre todo al principio, pero ya pasado un rato, tiene muy buenas escenas de acción, todos los héroes son Indiana Jones y los villanos son reventones (y sí, el anterior referente es del cretácico pero qué se le va a hacer).