/ sábado 27 de abril de 2019

La nueva reforma educativa

La reforma educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador dio el primer gran paso al ser aprobada por la Cámara de Diputados, pero falta aún el aval del Senado de la República, si es que las huestes de la Coordinadora Nacional de la Educación (CNTE) no dicen otra cosa, ya que no andan del todo conformes y amagan con reiniciar movilizaciones.

Por supuesto, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, fue uno de los más satisfechos con el visto bueno en San Lázaro, sobre todo porque el magisterio no tendrá el control en la asignación de las plazas ni de la nómina, sino que será del gobierno ya que se construirán esquemas para transparentar su asignación.

El presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de Morena en San Lázaro,Mario Delgado, llevó a cabo una cirugía precisa, eficaz y de consensos con los coordinadores parlamentarios, René Juárez, del PRI; TonatiuBravo, de MC; Regynaldo Sandoval, del PT, y Arturo Escobar, del PVEM, a fin de destrabar el tema y evitar ser llevado a un extraordinario.

La bancada del PAN se mantuvo en oposición automática para votar en contra de la propuesta, ya que de acuerdo con su coordinador, Juan Carlos Romero Hicks, es una respuesta a los chantajes y caprichos de la disidencia magisterial, y en su opinión incluyó una “manzana envenenada” entre los artículos transitorios.

“No hay lugar para la desconfianza o la descalificación. Hay que ponerlo en sus términos, esta reforma es un logro histórico que honra a los caídos y a los perseguidos en la larga lucha del magisterio. Se resarcirán, por la vía constitucional, todos los agravios y habrá reinstalación y justicia”, remarcó Delgado, quien siempre mantuvo un tono conciliador y de apertura con la CNTE para llegar a acuerdos.

También el coordinador priista, René Juárez, está convencido de que lo que se logró fue en beneficio de México. Resumió lo que ha sido el proceso legislativo de llegar a la discusión de un gran acuerdo después de seis meses de trabajo, en los que hubo cientos de voces que expresaron en libertad y sin limitaciones para buscar puntos de convergencia y concretar una nueva ley.

La reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto está a punto de ser llevada a una cristina sepultura, pero sólo el tiempo dará la razón si es lo que realmente se necesita para tener una anhelada educación de excelencia, que tanto se reclama en los discursos.

www.hectormunoz.com.mx

Twitter @hector munoz

Instagram jhectormunoz

Facebook Héctor Muñoz


La reforma educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador dio el primer gran paso al ser aprobada por la Cámara de Diputados, pero falta aún el aval del Senado de la República, si es que las huestes de la Coordinadora Nacional de la Educación (CNTE) no dicen otra cosa, ya que no andan del todo conformes y amagan con reiniciar movilizaciones.

Por supuesto, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, fue uno de los más satisfechos con el visto bueno en San Lázaro, sobre todo porque el magisterio no tendrá el control en la asignación de las plazas ni de la nómina, sino que será del gobierno ya que se construirán esquemas para transparentar su asignación.

El presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de Morena en San Lázaro,Mario Delgado, llevó a cabo una cirugía precisa, eficaz y de consensos con los coordinadores parlamentarios, René Juárez, del PRI; TonatiuBravo, de MC; Regynaldo Sandoval, del PT, y Arturo Escobar, del PVEM, a fin de destrabar el tema y evitar ser llevado a un extraordinario.

La bancada del PAN se mantuvo en oposición automática para votar en contra de la propuesta, ya que de acuerdo con su coordinador, Juan Carlos Romero Hicks, es una respuesta a los chantajes y caprichos de la disidencia magisterial, y en su opinión incluyó una “manzana envenenada” entre los artículos transitorios.

“No hay lugar para la desconfianza o la descalificación. Hay que ponerlo en sus términos, esta reforma es un logro histórico que honra a los caídos y a los perseguidos en la larga lucha del magisterio. Se resarcirán, por la vía constitucional, todos los agravios y habrá reinstalación y justicia”, remarcó Delgado, quien siempre mantuvo un tono conciliador y de apertura con la CNTE para llegar a acuerdos.

También el coordinador priista, René Juárez, está convencido de que lo que se logró fue en beneficio de México. Resumió lo que ha sido el proceso legislativo de llegar a la discusión de un gran acuerdo después de seis meses de trabajo, en los que hubo cientos de voces que expresaron en libertad y sin limitaciones para buscar puntos de convergencia y concretar una nueva ley.

La reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto está a punto de ser llevada a una cristina sepultura, pero sólo el tiempo dará la razón si es lo que realmente se necesita para tener una anhelada educación de excelencia, que tanto se reclama en los discursos.

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