/ viernes 12 de marzo de 2021

La odisea de estudiantes mexican@s al espacio

La astucia fue la mejor arma de Odiseo, el héroe griego que después de 10 años regresó a la isla de Ítaca en el s. VII a. C. Muchos siglos después en Hermosillo, Sonora algunos estudiantes también muestran su astucia. ¿Sabían que, del camarón, se puede obtener un polvo que cicatrizaría las heridas de los astronautas?, O que de un hongo que sufrió la radiación en Chernóbil podría prevenirse el cáncer ocasionado por el plomo en el espacio; o que un simulador en una aeronave que viaje a Marte evitaría los problemas más comunes de la misión. Estos son los proyectos de Karol Robles, Irving Porchas y Emiliano Salas respectivamente, y son tres de las 63 investigaciones (28 mujeres y 35 hombres) de las y los estudiantes de las ingenierías de Aeronáutica, Mecatrónica, Mecánica, Industrial, Electrónica, Biomédica y Sistemas Computacionales del Instituto Tecnológico de Hermosillo dirigido por José Antonio Hoyo; y que fueron seleccionados por el International Air and Space Program, para viajar al campamento espacial en Alabama. Toda una odisea al espacio.

El programa es coordinado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), la Agencia Espacial Mexicana y la empresa Aplicaciones Extraordinarias Aeroespaciales (AEXA). La misión comienza con la entrega de un proyecto de investigación, después una entrevista en inglés y finalmente si el jurado visualiza un potencial en la o el aspirante, se tienen que pagar tres mil 300 dólares —66 mil pesos— para viajar en la próxima primavera verano y otoño Invierno.

Otros proyectos son los de Luis Guzman quien propone utilizar energías renovables en Marte, aprovechar la energía solar y usarla en estaciones del espacio, y así reducir el peso y combustible de las aeronaves. A la pregunta de ¿Qué quieres ser de grande? Responde el joven de 18 años que tendrá “la empresa aeronáutica mejor pagada, como aeroespacial Space Ex, o crear la primera compañía automotriz y moto motriz que utilice energías renovables y ser competencia de Teslta”.

Las y los alumnos seleccionados del Instituto Tecnológico de Hermosillo competirán en un mundial de ingenieros contra jóvenes de Rusia, Suecia, Austria, Líbano, China, Canadá y E.E.U.U., donde durante cinco días podrán acceder a talleres sobre el entrenamiento de los astronautas, dentro y fuera del espacio, operaciones de vuelo, construcción de una base del vehículo rover, soluciones a problemas que se presenten en la misión que viajará al planeta Marte y la construcción de cohetes.

Ya casi para terminar, otros programas que se visualizan en el Tecnológico Nacional de México, comandado por el Dr. Enrique Fernández Fassnach, son los trabajos del Departamento de Ingeniería Industrial, en el Tecnológico de Hermosillo quienes desde hace ocho años en diciembre elaboran y regalan juguetes para acreditar sus materias, a través del programa “Fábrica de ilusiones”. Las niñas y niños Guarijíos, y de colonias periféricas reciben 600 juguetes de materiales de madera y pvc.

Por último, la odisea a la NASA, tiene otra parada obligada para algunos de los estudiantes. Antes de explicar los detalles de ¿Cómo colonizar Marte con seres vivos y observar la reacción de plantas y animales domésticos ante la atmósfera y gravedad?, necesitan 66 mil pesos; y algunos emplean la astucia para organizar rifas de pantallas, venta de hamburguesas y tortas; como mis amigos Ricardo Contreras y Jorge Tapia quienes aseguran —con protocolo de investigación en mano— que en 50 años los humanos podremos vivir en Marte sin trajes espaciales, pero con protección de cúpulas.

Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco

La astucia fue la mejor arma de Odiseo, el héroe griego que después de 10 años regresó a la isla de Ítaca en el s. VII a. C. Muchos siglos después en Hermosillo, Sonora algunos estudiantes también muestran su astucia. ¿Sabían que, del camarón, se puede obtener un polvo que cicatrizaría las heridas de los astronautas?, O que de un hongo que sufrió la radiación en Chernóbil podría prevenirse el cáncer ocasionado por el plomo en el espacio; o que un simulador en una aeronave que viaje a Marte evitaría los problemas más comunes de la misión. Estos son los proyectos de Karol Robles, Irving Porchas y Emiliano Salas respectivamente, y son tres de las 63 investigaciones (28 mujeres y 35 hombres) de las y los estudiantes de las ingenierías de Aeronáutica, Mecatrónica, Mecánica, Industrial, Electrónica, Biomédica y Sistemas Computacionales del Instituto Tecnológico de Hermosillo dirigido por José Antonio Hoyo; y que fueron seleccionados por el International Air and Space Program, para viajar al campamento espacial en Alabama. Toda una odisea al espacio.

El programa es coordinado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), la Agencia Espacial Mexicana y la empresa Aplicaciones Extraordinarias Aeroespaciales (AEXA). La misión comienza con la entrega de un proyecto de investigación, después una entrevista en inglés y finalmente si el jurado visualiza un potencial en la o el aspirante, se tienen que pagar tres mil 300 dólares —66 mil pesos— para viajar en la próxima primavera verano y otoño Invierno.

Otros proyectos son los de Luis Guzman quien propone utilizar energías renovables en Marte, aprovechar la energía solar y usarla en estaciones del espacio, y así reducir el peso y combustible de las aeronaves. A la pregunta de ¿Qué quieres ser de grande? Responde el joven de 18 años que tendrá “la empresa aeronáutica mejor pagada, como aeroespacial Space Ex, o crear la primera compañía automotriz y moto motriz que utilice energías renovables y ser competencia de Teslta”.

Las y los alumnos seleccionados del Instituto Tecnológico de Hermosillo competirán en un mundial de ingenieros contra jóvenes de Rusia, Suecia, Austria, Líbano, China, Canadá y E.E.U.U., donde durante cinco días podrán acceder a talleres sobre el entrenamiento de los astronautas, dentro y fuera del espacio, operaciones de vuelo, construcción de una base del vehículo rover, soluciones a problemas que se presenten en la misión que viajará al planeta Marte y la construcción de cohetes.

Ya casi para terminar, otros programas que se visualizan en el Tecnológico Nacional de México, comandado por el Dr. Enrique Fernández Fassnach, son los trabajos del Departamento de Ingeniería Industrial, en el Tecnológico de Hermosillo quienes desde hace ocho años en diciembre elaboran y regalan juguetes para acreditar sus materias, a través del programa “Fábrica de ilusiones”. Las niñas y niños Guarijíos, y de colonias periféricas reciben 600 juguetes de materiales de madera y pvc.

Por último, la odisea a la NASA, tiene otra parada obligada para algunos de los estudiantes. Antes de explicar los detalles de ¿Cómo colonizar Marte con seres vivos y observar la reacción de plantas y animales domésticos ante la atmósfera y gravedad?, necesitan 66 mil pesos; y algunos emplean la astucia para organizar rifas de pantallas, venta de hamburguesas y tortas; como mis amigos Ricardo Contreras y Jorge Tapia quienes aseguran —con protocolo de investigación en mano— que en 50 años los humanos podremos vivir en Marte sin trajes espaciales, pero con protección de cúpulas.

Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco