/ viernes 6 de abril de 2018

La paz de los esposos

La Guerra de las Esposas fue el tema de nuestro trataduelo de ayer, destacando la participación cada vez más intensa, e histórica, de las conyugues de los candidatos presidenciales. Pero la existencia de una candidata en ese nivel, y de varias en las gubernaturas

y la legislatura, nos lleva ahora a analizar el papel de los señores cuando sus esposas, novias o amigas con beneficios, son las estrellas de la variedad.

Comencemos con Margarita Ester Zavala Gómez del Campo de Calderón, candidata independiente a la Presidencia de la República.

El hombre en la vida de doña Margarita es, por supuesto, su esposo, el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa. A Calderón le gusta la política más que el pan frito y su manera de volver a ella ha sido impulsar la candidatura de su esposa. Hasta el momento no le ha ido mal. Consiguió meterla en la boleta – con una inversión, se dice, de entre cuatro y 10 millones de pesos en la recolección de firmas – pero en la campaña podrá hacer poco más que seguir fingiendo como ministro de Hacienda.

Es difícil que llegue a compartir la tribuna con ella.

Es más, se dice que haiga él lo que haiga, si Margarita gana la elección no será por su marido, sino a pesar de él.

La pelea por la gobernación de la ciudad se está dando entre dos damas, oficialmente solteras. Esto de que las más destacadas políticas mexicanas sean por lo general chinas libres, no se debe, pese a la creencia general, a que sean lesbianas, sino a la convicción de que, como en el caso de los compadres, no hay novio que no haga daño. Ellas lo saben, y no los tienen, y si los tienen los esconden como si tuvieran lepra.

Veamos por ejemplo el caso de Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de Morena. Estuvo casada con Carlos Imaz Gispert hasta 2016, o sea, el tiempo suficiente para heredar la delegación Tlalpan. Luego lo soltó como a un carbón encendido, pues Imaz fue coprotagonista con René Bejarano del escándalo de las ligas, el recibo de dinero ilegal del empresario argentino Carlos Ahumada. Totalmente impresentable.

¿ Y la pintoresca Alejandra Barrales, candidata del

Frente ? Ha tenido una historia sentimental especialmente agitada. Estuvo casada durante 17 años con el sobrecargo Julio César Nicholson , de quien se divorció en 2008. El 19 de mayo de 2015,

como resultado de un largo romance con Miguel Ángel Mancera , Barrales dio a luz a su hija Máxima. Dos meses después, Mancera la hizo secretaria de Educación, luego presidenta del PRD y finalmente candidata del Frente. Evidentemente, el Mancero no es de los novios que hace daño.

Buenos días. Buena suerte.

juegodepalabras1@yahoo.com

Sitio Web: juegodepalabras.mx

La Guerra de las Esposas fue el tema de nuestro trataduelo de ayer, destacando la participación cada vez más intensa, e histórica, de las conyugues de los candidatos presidenciales. Pero la existencia de una candidata en ese nivel, y de varias en las gubernaturas

y la legislatura, nos lleva ahora a analizar el papel de los señores cuando sus esposas, novias o amigas con beneficios, son las estrellas de la variedad.

Comencemos con Margarita Ester Zavala Gómez del Campo de Calderón, candidata independiente a la Presidencia de la República.

El hombre en la vida de doña Margarita es, por supuesto, su esposo, el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa. A Calderón le gusta la política más que el pan frito y su manera de volver a ella ha sido impulsar la candidatura de su esposa. Hasta el momento no le ha ido mal. Consiguió meterla en la boleta – con una inversión, se dice, de entre cuatro y 10 millones de pesos en la recolección de firmas – pero en la campaña podrá hacer poco más que seguir fingiendo como ministro de Hacienda.

Es difícil que llegue a compartir la tribuna con ella.

Es más, se dice que haiga él lo que haiga, si Margarita gana la elección no será por su marido, sino a pesar de él.

La pelea por la gobernación de la ciudad se está dando entre dos damas, oficialmente solteras. Esto de que las más destacadas políticas mexicanas sean por lo general chinas libres, no se debe, pese a la creencia general, a que sean lesbianas, sino a la convicción de que, como en el caso de los compadres, no hay novio que no haga daño. Ellas lo saben, y no los tienen, y si los tienen los esconden como si tuvieran lepra.

Veamos por ejemplo el caso de Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de Morena. Estuvo casada con Carlos Imaz Gispert hasta 2016, o sea, el tiempo suficiente para heredar la delegación Tlalpan. Luego lo soltó como a un carbón encendido, pues Imaz fue coprotagonista con René Bejarano del escándalo de las ligas, el recibo de dinero ilegal del empresario argentino Carlos Ahumada. Totalmente impresentable.

¿ Y la pintoresca Alejandra Barrales, candidata del

Frente ? Ha tenido una historia sentimental especialmente agitada. Estuvo casada durante 17 años con el sobrecargo Julio César Nicholson , de quien se divorció en 2008. El 19 de mayo de 2015,

como resultado de un largo romance con Miguel Ángel Mancera , Barrales dio a luz a su hija Máxima. Dos meses después, Mancera la hizo secretaria de Educación, luego presidenta del PRD y finalmente candidata del Frente. Evidentemente, el Mancero no es de los novios que hace daño.

Buenos días. Buena suerte.

juegodepalabras1@yahoo.com

Sitio Web: juegodepalabras.mx