/ miércoles 8 de mayo de 2019

La preocupante infancia migrante en México

El terrible fenómeno de las y los niños migrantes y su paso por nuestro país, parece convertirse en la punta de lanza de una crisis que evidencia las grandes preocupaciones que algunos sectores han tenido con la política migratoria en los últimos meses. Las detenciones de menores continúan al alza en territorio mexicano, mientras que el gobierno de Trump aviva su retórica de cara a las elecciones, en medio están miles de infantes en situación de vulnerabilidad.

Según la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), del último trimestre de 2018 al cierre de febrero de 2019 han ingresado al país, poco más de 57 mil migrantes, de los cuales el 25.3 por ciento corresponde a menores de edad. Datos del Instituto Nacional de Migración, indican que, de diciembre 2018 a abril 2019, más de 14 mil menores de edad fueron presentados ante la autoridad migratoria de nuestro país; cifra superior en un 41 por ciento, en comparación con los 10 mil 306 menores retenidos entre octubre del 2017 y febrero del 2018.

De los menores que han ingresado las niñas entre 0 y 11 años son uno de los grupos con mayor presencia en los centros del INM, representando casi el 50 por ciento de los infantes que han sido atendidos. De acuerdo al Instituto la mayoría de las niñas y niños entre 0 y 11 años viajó acompañados (6 mil 814), mientras que 634 por su cuenta.

El recuento del último sexenio, arrojó que, de 2012 al cierre de 2018, la autoridad migratoria nacional detuvo a 138 mil niños migrantes, en algunos casos separándolos de sus familiares, aunque poco más de 65 mil de estos niños, llegaron solos al país. Los datos oficiales indican que de 2012 a 2018, el 97 por ciento de los niños migrantes detenidos en México son originarios de países de América Central, principalmente Honduras, El Salvador y Guatemala.

Desde el año pasado Unicef México, destacó que los niños y niñas migrantes que cruzan nuestro país, viven en condiciones de alta vulnerabilidad, pues por su edad están expuestos a problemas de trata, violencia; y las niñas particularmente están muy expuestas a abusos sexuales.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce desde hace varios años ya, la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, destacando entre los avances más significativos la incorporación del interés superior de la niñez que obliga al Estado a proveer lo necesario para el respeto a la dignidad de la niñez y la efectividad en el ejercicio de sus derechos.

Aunado a esto, México tiene de frente hacer valer sus principios de política exterior, y sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos. Para ello, no sólo es urgente que se delimite una nueva política transversal para ofrecer a los infantes migrantes, la protección integral de sus derechos humanos, sino por igual que se creen los protocolos para que las autoridades que tienen contacto con ellos, tenga claridad sobre los procesos que deben cumplirse, y cuenten con una perspectiva de derechos humanos.

El futuro de miles de niños está en el aire.

El terrible fenómeno de las y los niños migrantes y su paso por nuestro país, parece convertirse en la punta de lanza de una crisis que evidencia las grandes preocupaciones que algunos sectores han tenido con la política migratoria en los últimos meses. Las detenciones de menores continúan al alza en territorio mexicano, mientras que el gobierno de Trump aviva su retórica de cara a las elecciones, en medio están miles de infantes en situación de vulnerabilidad.

Según la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), del último trimestre de 2018 al cierre de febrero de 2019 han ingresado al país, poco más de 57 mil migrantes, de los cuales el 25.3 por ciento corresponde a menores de edad. Datos del Instituto Nacional de Migración, indican que, de diciembre 2018 a abril 2019, más de 14 mil menores de edad fueron presentados ante la autoridad migratoria de nuestro país; cifra superior en un 41 por ciento, en comparación con los 10 mil 306 menores retenidos entre octubre del 2017 y febrero del 2018.

De los menores que han ingresado las niñas entre 0 y 11 años son uno de los grupos con mayor presencia en los centros del INM, representando casi el 50 por ciento de los infantes que han sido atendidos. De acuerdo al Instituto la mayoría de las niñas y niños entre 0 y 11 años viajó acompañados (6 mil 814), mientras que 634 por su cuenta.

El recuento del último sexenio, arrojó que, de 2012 al cierre de 2018, la autoridad migratoria nacional detuvo a 138 mil niños migrantes, en algunos casos separándolos de sus familiares, aunque poco más de 65 mil de estos niños, llegaron solos al país. Los datos oficiales indican que de 2012 a 2018, el 97 por ciento de los niños migrantes detenidos en México son originarios de países de América Central, principalmente Honduras, El Salvador y Guatemala.

Desde el año pasado Unicef México, destacó que los niños y niñas migrantes que cruzan nuestro país, viven en condiciones de alta vulnerabilidad, pues por su edad están expuestos a problemas de trata, violencia; y las niñas particularmente están muy expuestas a abusos sexuales.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce desde hace varios años ya, la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, destacando entre los avances más significativos la incorporación del interés superior de la niñez que obliga al Estado a proveer lo necesario para el respeto a la dignidad de la niñez y la efectividad en el ejercicio de sus derechos.

Aunado a esto, México tiene de frente hacer valer sus principios de política exterior, y sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos. Para ello, no sólo es urgente que se delimite una nueva política transversal para ofrecer a los infantes migrantes, la protección integral de sus derechos humanos, sino por igual que se creen los protocolos para que las autoridades que tienen contacto con ellos, tenga claridad sobre los procesos que deben cumplirse, y cuenten con una perspectiva de derechos humanos.

El futuro de miles de niños está en el aire.