/ viernes 19 de febrero de 2021

La salud al alcance de unos pocos

Por: Fernanda Baños Cervantes

Desde el comienzo de la pandemia en México, el Covid ha transformado por completo el panorama político, social y económico del país. Esta nueva normalidad ha generado cambios importantes de manera rápida, y el sistema de salud ha batallado para ajustarse a estos. Además, el aumento en la demanda de los servicios de salud ha incrementado los problemas que se tenían desde antes, como lo es la falta de equipo en los centros de salud.

El acceso a la salud es un elemento fundamental para el buen funcionamiento de un Estado, ya que es esencial para garantizar una buena calidad de vida para los ciudadanos, sin importar su situación socioeconómica. Esta carencia se ha vuelto más evidente con la pandemia, ya que el gobierno no ha tenido la capacidad de asegurar un servicio médico de calidad para todas las personas dentro de las fronteras nacionales.

De acuerdo a la OMS, la salud es un Derecho Humano, y por lo tanto todo el mundo debe tener acceso a los servicios de salud necesarios, cuando y donde los necesite. Como explica el director general de la organización, el Dr. Tedros Adhanom, la salud va de la mano con otros derechos fundamentales, como el acceso a agua potable y saneamiento. Por esto, el acceso a la salud es algo complicado, ya que no se puede garantizar un servicio de calidad en zonas que no cuentan con otros servicios básicos.

Actualmente, la falta de acceso a la salud es uno de los mayores problemas a nivel nacional, pero es especialmente grave para las comunidades indígenas. Las últimas cifras del INEGI muestran que en México, la población indígena está conformada por 25.7 millones de personas, de los cuales 11.8 millones viven en situación de pobreza o pobreza extrema. A finales del año pasado se vio que la tasa de mortalidad por Covid en estas comunidades es 50% mayor que para el resto de la población, y se registraron más de 9 mil casos de Covid. A partir de estos datos, se puede ver que existe una relación entre comunidades indígenas, pobreza y falta de acceso a la salud.

Con el comienzo de la aplicación de vacunas, esta falta de acceso para los indígenas se ha visto de forma aún más clara, principalmente por la logística. Aunque estas poblaciones sí forman parte del plan de vacunación, no se puede pasar por alto que cuentan con obstáculos grandes, en especial quienes habitan en zonas rurales y que no cuentan con la infraestructura necesaria para la inmunización. Por esto, muchos se han visto obligados a viajar a zonas urbanas para recibir la vacuna, pese a la distancia, el costo y la edad. Garantizar un servicio de calidad a las comunidades indígenas debe de ser una prioridad para el gobierno actual, apoyando a los más vulnerables.

Por: Fernanda Baños Cervantes

Desde el comienzo de la pandemia en México, el Covid ha transformado por completo el panorama político, social y económico del país. Esta nueva normalidad ha generado cambios importantes de manera rápida, y el sistema de salud ha batallado para ajustarse a estos. Además, el aumento en la demanda de los servicios de salud ha incrementado los problemas que se tenían desde antes, como lo es la falta de equipo en los centros de salud.

El acceso a la salud es un elemento fundamental para el buen funcionamiento de un Estado, ya que es esencial para garantizar una buena calidad de vida para los ciudadanos, sin importar su situación socioeconómica. Esta carencia se ha vuelto más evidente con la pandemia, ya que el gobierno no ha tenido la capacidad de asegurar un servicio médico de calidad para todas las personas dentro de las fronteras nacionales.

De acuerdo a la OMS, la salud es un Derecho Humano, y por lo tanto todo el mundo debe tener acceso a los servicios de salud necesarios, cuando y donde los necesite. Como explica el director general de la organización, el Dr. Tedros Adhanom, la salud va de la mano con otros derechos fundamentales, como el acceso a agua potable y saneamiento. Por esto, el acceso a la salud es algo complicado, ya que no se puede garantizar un servicio de calidad en zonas que no cuentan con otros servicios básicos.

Actualmente, la falta de acceso a la salud es uno de los mayores problemas a nivel nacional, pero es especialmente grave para las comunidades indígenas. Las últimas cifras del INEGI muestran que en México, la población indígena está conformada por 25.7 millones de personas, de los cuales 11.8 millones viven en situación de pobreza o pobreza extrema. A finales del año pasado se vio que la tasa de mortalidad por Covid en estas comunidades es 50% mayor que para el resto de la población, y se registraron más de 9 mil casos de Covid. A partir de estos datos, se puede ver que existe una relación entre comunidades indígenas, pobreza y falta de acceso a la salud.

Con el comienzo de la aplicación de vacunas, esta falta de acceso para los indígenas se ha visto de forma aún más clara, principalmente por la logística. Aunque estas poblaciones sí forman parte del plan de vacunación, no se puede pasar por alto que cuentan con obstáculos grandes, en especial quienes habitan en zonas rurales y que no cuentan con la infraestructura necesaria para la inmunización. Por esto, muchos se han visto obligados a viajar a zonas urbanas para recibir la vacuna, pese a la distancia, el costo y la edad. Garantizar un servicio de calidad a las comunidades indígenas debe de ser una prioridad para el gobierno actual, apoyando a los más vulnerables.