/ martes 3 de abril de 2018

La sorprendente Rusia de Putin

No deja de ser verdaderamente impactante el hecho de que un país subdesarrollado como Rusia tenga un peso tan gigantesco y desproporcionado en la política y la economía internacionales. Para ubicarnos en torno a este asunto, citemos algunas estadísticas significativas y reveladoras: De acuerdo con datos de la revista Expansión (https://countryeconomy.com/countries/compare/mexico/russia?sc=XE34), el PIB de México en 2016 fue de 1 billón 46 mil 925 millones de dólares, mientras que el de Rusia apenas nos superaba con 1 billón 283 mil 162 millones. En términos per cápita México tenía 8,209 USD anuales y Rusia 8,926. México tenía en 2016 una población de 127 millones 540 mil habitantes y Rusia de 143 millones 440 mil.

Como podemos apreciar pareciera que se trata de dos países subdesarrollados que tienen rasgos sustanciales en común. En lo personal mucho me sorprendió tener conocimiento de que la potencia mundial que disputaba con EUA en tres cruciales ámbitos por la supremacía mundial —tanto la carrera a la luna como la de superioridad armamentista y la de la hegemonía ideológica— una vez que se derrumbara la URSS en 1991 y Rusia se abriera a toda suerte de manifestaciones del Occidente, incluyendo las telenovelas de Televisa, una de tales protagonizada por Verónica Castro, resultó tan exitosa que terminó trastornando una rutina cotidiana de la vida moscovita.

Acostumbrados a incrementar la provisión de agua hacia el comienzo de la noche, las autoridades de Moscú se sorprendieron de que inusitadamente el escaso líquido se estaba rebalsando en los depósitos. Con sorpresa descubrieron la exótica causal: las amas de casa estaban posponiendo sus rutinas de lavado para concentrar su emocionada atención en la mexicana telecomedia. A pesar de las notables similitudes entre Rusia y México, no puede haber la menor duda de la enorme diferencia en cuanto a peso e influencia políticas que detentan en el mundo.

Nos encontramos ante el hecho de que la subdesarrollada Rusia de Putin es uno de los 5 integrantes permanentes de Consejo de Seguridad de la ONU con el privilegiado derecho de veto sobre las relevantes decisiones que son adoptadas en esa cumbre planetaria. Además, exhibe una notable capacidad intervencionista, propia de una potencia mundial, en casos concretos como el de su apoyo en Siria al régimen de Bashar Al Assad, donde logró que el dictador que estaba a punto de caer se recuperara y le diera vuelta al equilibrio de fuerzas que ahora le favorece. Putin, contra la abierta oposición internacional se anexó por la fuerza la península ucraniana de Crimea y ha podido resistir las fuertes presiones en contra.

También ha tenido la capacidad de montar un impresionante aparato de manipulación sobre las comunicaciones de internet y sus cada vez más influyentes redes sociales, de manera que se ha dado el lujo de intervenir inclinando procesos electorales de la mayor importancia, como la elección presidencial en EUA, donde decidió favorecer a quien resultó vencedor. Ha intervenido en elecciones de potencias que detentan mucho mayor peso económico: en el Reino Unido favoreció a los partidarios del Brexit. En general, en las elecciones europeas se ha venido inclinando por favorecer a los antieuropeístas y anti-inmigrantes: Marine Le Pen en Francia, la Liga de Matteo Salvini y el M5S de Luigi Di Maio en Italia. ¿Cuál es la extraordinaria receta para que un país subdesarrollado alcance tanto poder?

amartinezv@derecho.unam.mx@AlejoMVendrell

No deja de ser verdaderamente impactante el hecho de que un país subdesarrollado como Rusia tenga un peso tan gigantesco y desproporcionado en la política y la economía internacionales. Para ubicarnos en torno a este asunto, citemos algunas estadísticas significativas y reveladoras: De acuerdo con datos de la revista Expansión (https://countryeconomy.com/countries/compare/mexico/russia?sc=XE34), el PIB de México en 2016 fue de 1 billón 46 mil 925 millones de dólares, mientras que el de Rusia apenas nos superaba con 1 billón 283 mil 162 millones. En términos per cápita México tenía 8,209 USD anuales y Rusia 8,926. México tenía en 2016 una población de 127 millones 540 mil habitantes y Rusia de 143 millones 440 mil.

Como podemos apreciar pareciera que se trata de dos países subdesarrollados que tienen rasgos sustanciales en común. En lo personal mucho me sorprendió tener conocimiento de que la potencia mundial que disputaba con EUA en tres cruciales ámbitos por la supremacía mundial —tanto la carrera a la luna como la de superioridad armamentista y la de la hegemonía ideológica— una vez que se derrumbara la URSS en 1991 y Rusia se abriera a toda suerte de manifestaciones del Occidente, incluyendo las telenovelas de Televisa, una de tales protagonizada por Verónica Castro, resultó tan exitosa que terminó trastornando una rutina cotidiana de la vida moscovita.

Acostumbrados a incrementar la provisión de agua hacia el comienzo de la noche, las autoridades de Moscú se sorprendieron de que inusitadamente el escaso líquido se estaba rebalsando en los depósitos. Con sorpresa descubrieron la exótica causal: las amas de casa estaban posponiendo sus rutinas de lavado para concentrar su emocionada atención en la mexicana telecomedia. A pesar de las notables similitudes entre Rusia y México, no puede haber la menor duda de la enorme diferencia en cuanto a peso e influencia políticas que detentan en el mundo.

Nos encontramos ante el hecho de que la subdesarrollada Rusia de Putin es uno de los 5 integrantes permanentes de Consejo de Seguridad de la ONU con el privilegiado derecho de veto sobre las relevantes decisiones que son adoptadas en esa cumbre planetaria. Además, exhibe una notable capacidad intervencionista, propia de una potencia mundial, en casos concretos como el de su apoyo en Siria al régimen de Bashar Al Assad, donde logró que el dictador que estaba a punto de caer se recuperara y le diera vuelta al equilibrio de fuerzas que ahora le favorece. Putin, contra la abierta oposición internacional se anexó por la fuerza la península ucraniana de Crimea y ha podido resistir las fuertes presiones en contra.

También ha tenido la capacidad de montar un impresionante aparato de manipulación sobre las comunicaciones de internet y sus cada vez más influyentes redes sociales, de manera que se ha dado el lujo de intervenir inclinando procesos electorales de la mayor importancia, como la elección presidencial en EUA, donde decidió favorecer a quien resultó vencedor. Ha intervenido en elecciones de potencias que detentan mucho mayor peso económico: en el Reino Unido favoreció a los partidarios del Brexit. En general, en las elecciones europeas se ha venido inclinando por favorecer a los antieuropeístas y anti-inmigrantes: Marine Le Pen en Francia, la Liga de Matteo Salvini y el M5S de Luigi Di Maio en Italia. ¿Cuál es la extraordinaria receta para que un país subdesarrollado alcance tanto poder?

amartinezv@derecho.unam.mx@AlejoMVendrell