/ jueves 5 de agosto de 2021

La tercera ola de …

Primera ola

El epicentro fue en Wuhan desde finales del 2019. Hoy esta ciudad vuelve a estar con estrictas medidas de confinamiento por un rebrote de contagio interno aunque como la variante Delta fue identificada por primera vez en India en octubre del 2020, es posible que se haya importado a través de sus fronteras. La primera ola del virus sorprendió al mundo y los incrédulos minimizaron el riesgo. Ni China cerró sus fronteras al mundo, ni el mundo le cerró sus fronteras a China. El virus se esparció rápidamente y la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró emergencia sanitaria en enero, pero se tardó hasta marzo en declarar la pandemia. No trato de decir que haya culpables pero sí digo que todos los países son responsables, incluyendo a la OMS.

Seguimos sin respuestas a tantas interrogantes como : el origen del virus, los números de casos confirmados reales porque hay un sub registro a nivel mundial que no ayuda en nada, la gran cantidad de decesos que fueron dados por muertos por neumonía u otras enfermedades y no por la COVID-19, entre tantas preguntas que tenemos derecho a saber. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) “se lavó” las manos aventando el tema al aire. Sus objetivos son claros al hablar de preservar la paz y la seguridad internacionales. Sin embargo, no veo cuándo ni cómo durante los primeros meses hizo algo para preservar la seguridad internacional por esta pandemia. No ataco a la ONU, sólo cuestiono su funcionamiento y su desempeño ante la falta de una reforma estructural que desde hace décadas atrás se ha puesto en la mesa de discusión y que hoy la realidad no ha cambiado. Los países africanos siguen estando tan desprotegidos como antes. El Consejo de Seguridad sigue siendo el gran virus político que no permite establecer una paz mundial y para eso, no hay vacuna.

Segunda ola

La segunda ola, a mi manera, pudiera describirla como la parte de la era de las vacunas. Hace un año Rusia anunció la primera vacuna contra la COVID-19: Sputnik V. Este punto vino a ser un parte aguas para el mundo. No sólo significaba el inicio de una esperanza sino de dejar claro el poder de este país en términos de biotecnología, de una nueva arma contra el enemigo público invisible, y sobre todo de mandar el mensaje a Estados Unidos de que el mundo actual es multipolar, que mientras ellos perdían su tiempo confrontándose con China, Rusia se dedicó en silencio a hacer lo suyo y además, de demostrarle que si en la Guerra Fría había una gran carrera espacial, hoy Sputnik V representaba el triunfo ruso por encima de cualquier otra vacuna estadounidense.

No olvidemos que el 4 de octubre de 1957, los soviéticos habían hecho lo impensable con el Sputnik 1. Se trataba del lanzamiento de un satélite artificial que sería el comienzo de lo que se denominó la Carrera Espacial. Ésta significó la carrera armamentística en la que Estados Unidos y la ex URSS se disputaron el control estratégico del espacio exterior. Un mes después, es decir, el 3 de noviembre, la perra Laika fue el primer animal en viajar al espacio en el Sputnik 2. Posteriormente se enviaron otros satélites denominados Sputnik III en 1958 y después Sputnik IV. Lo que venía a corroborar la carrera soviética por conquistar el espacio. Sputnik en ruso significa satélite.

Y de aquí, el gran maratón global por las vacunas ha hecho lo suyo con Alemania, Cuba, China, Estados Unidos, Francia, India, Reino Unido, por sólo mencionar los países más avanzados pero sabemos que hay muchas otras vacunas aún en ensayos clínicos en las primeras fases.

Tercera ola

La tercera ola la ubico en la incertidumbre, en el caos y en el nuevo desorden mundial. Actualmente seguimos viendo un desastre aún con las vacunas. Entonces la era de las vacunas no era la solución como se nos hizo creer durante la primera y la segunda ola. Estamos viviendo un mundo dividido en países vacunados vs. países sin vacunar. Estamos llegando a los 200 millones de casos confirmados pero también se han aplicado más de 4 mil millones de vacunas. Sin embargo, estas vacunas están concentradas en un número reducido de países. Es decir, no hay una equidad en la distribución de las vacunas por lo que es irreal pensar que esta pandemia acabará pronto. La solución única no son las vacunas. Durante esta pandemia que comenzó con el SARS-CoV-2, resulta que ha mutado. Se han identificado 11 variantes en total, de las cuales 7 son de atención y 4 son de preocupación. Estas últimas son las más alarmantes: alfa, beta, gamma y delta. La variante delta es la más agresiva, la de mayor transmisibilidad y la que más estragos está ocasionando. También podemos decir que esta variante delta ha abierto la interrogante sobre la efectividad de las vacunas existentes. Ahora el maratón global se dirige a analizar de las vacunas actuales en el mercado, cuáles son más efectivas contra esta variante. Así que como podemos entender, este caos global que estamos viviendo no acabará pronto.

Así que esta tercera ola es de un nuevo desorden mundial porque la pandemia acabará hasta cuando nosotros decidamos que así será.

Coordinadora

Licenciatura en Negocios Globales

Universidad Iberoamericana

Twitter y Linkedin: @AribelContreras

Facebook / Instagram: aribeldiplomatique


Primera ola

El epicentro fue en Wuhan desde finales del 2019. Hoy esta ciudad vuelve a estar con estrictas medidas de confinamiento por un rebrote de contagio interno aunque como la variante Delta fue identificada por primera vez en India en octubre del 2020, es posible que se haya importado a través de sus fronteras. La primera ola del virus sorprendió al mundo y los incrédulos minimizaron el riesgo. Ni China cerró sus fronteras al mundo, ni el mundo le cerró sus fronteras a China. El virus se esparció rápidamente y la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró emergencia sanitaria en enero, pero se tardó hasta marzo en declarar la pandemia. No trato de decir que haya culpables pero sí digo que todos los países son responsables, incluyendo a la OMS.

Seguimos sin respuestas a tantas interrogantes como : el origen del virus, los números de casos confirmados reales porque hay un sub registro a nivel mundial que no ayuda en nada, la gran cantidad de decesos que fueron dados por muertos por neumonía u otras enfermedades y no por la COVID-19, entre tantas preguntas que tenemos derecho a saber. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) “se lavó” las manos aventando el tema al aire. Sus objetivos son claros al hablar de preservar la paz y la seguridad internacionales. Sin embargo, no veo cuándo ni cómo durante los primeros meses hizo algo para preservar la seguridad internacional por esta pandemia. No ataco a la ONU, sólo cuestiono su funcionamiento y su desempeño ante la falta de una reforma estructural que desde hace décadas atrás se ha puesto en la mesa de discusión y que hoy la realidad no ha cambiado. Los países africanos siguen estando tan desprotegidos como antes. El Consejo de Seguridad sigue siendo el gran virus político que no permite establecer una paz mundial y para eso, no hay vacuna.

Segunda ola

La segunda ola, a mi manera, pudiera describirla como la parte de la era de las vacunas. Hace un año Rusia anunció la primera vacuna contra la COVID-19: Sputnik V. Este punto vino a ser un parte aguas para el mundo. No sólo significaba el inicio de una esperanza sino de dejar claro el poder de este país en términos de biotecnología, de una nueva arma contra el enemigo público invisible, y sobre todo de mandar el mensaje a Estados Unidos de que el mundo actual es multipolar, que mientras ellos perdían su tiempo confrontándose con China, Rusia se dedicó en silencio a hacer lo suyo y además, de demostrarle que si en la Guerra Fría había una gran carrera espacial, hoy Sputnik V representaba el triunfo ruso por encima de cualquier otra vacuna estadounidense.

No olvidemos que el 4 de octubre de 1957, los soviéticos habían hecho lo impensable con el Sputnik 1. Se trataba del lanzamiento de un satélite artificial que sería el comienzo de lo que se denominó la Carrera Espacial. Ésta significó la carrera armamentística en la que Estados Unidos y la ex URSS se disputaron el control estratégico del espacio exterior. Un mes después, es decir, el 3 de noviembre, la perra Laika fue el primer animal en viajar al espacio en el Sputnik 2. Posteriormente se enviaron otros satélites denominados Sputnik III en 1958 y después Sputnik IV. Lo que venía a corroborar la carrera soviética por conquistar el espacio. Sputnik en ruso significa satélite.

Y de aquí, el gran maratón global por las vacunas ha hecho lo suyo con Alemania, Cuba, China, Estados Unidos, Francia, India, Reino Unido, por sólo mencionar los países más avanzados pero sabemos que hay muchas otras vacunas aún en ensayos clínicos en las primeras fases.

Tercera ola

La tercera ola la ubico en la incertidumbre, en el caos y en el nuevo desorden mundial. Actualmente seguimos viendo un desastre aún con las vacunas. Entonces la era de las vacunas no era la solución como se nos hizo creer durante la primera y la segunda ola. Estamos viviendo un mundo dividido en países vacunados vs. países sin vacunar. Estamos llegando a los 200 millones de casos confirmados pero también se han aplicado más de 4 mil millones de vacunas. Sin embargo, estas vacunas están concentradas en un número reducido de países. Es decir, no hay una equidad en la distribución de las vacunas por lo que es irreal pensar que esta pandemia acabará pronto. La solución única no son las vacunas. Durante esta pandemia que comenzó con el SARS-CoV-2, resulta que ha mutado. Se han identificado 11 variantes en total, de las cuales 7 son de atención y 4 son de preocupación. Estas últimas son las más alarmantes: alfa, beta, gamma y delta. La variante delta es la más agresiva, la de mayor transmisibilidad y la que más estragos está ocasionando. También podemos decir que esta variante delta ha abierto la interrogante sobre la efectividad de las vacunas existentes. Ahora el maratón global se dirige a analizar de las vacunas actuales en el mercado, cuáles son más efectivas contra esta variante. Así que como podemos entender, este caos global que estamos viviendo no acabará pronto.

Así que esta tercera ola es de un nuevo desorden mundial porque la pandemia acabará hasta cuando nosotros decidamos que así será.

Coordinadora

Licenciatura en Negocios Globales

Universidad Iberoamericana

Twitter y Linkedin: @AribelContreras

Facebook / Instagram: aribeldiplomatique