/ viernes 8 de enero de 2021

La tradición del asilo en México

Cierto es que México tiene una añeja tradición de asilo político, misma que tiene páginas gloriosas como la recepción de españoles republicanos exiliados tras la Guerra Civil o perseguidos por las dictaduras militares sudamericanas. Muchos de los más importantes movimientos de transformación política en diferentes naciones, se pudieron dar partiendo del acuerdo que lograron exiliados en nuestro país, como ocurrió con Fidel Castro y Ernesto ‘el Che’ Guevara, antes de partir hacia Cuba en el Granma.

La hospitalidad de México nos ha hecho punto de referencia global, además de que ha impulsado diversidad y fomentado respeto en sus mejores momentos, sin olvidar que se han dado también páginas negras en la materia.

Aunque darle asilo político al fundador del portal WikiLeaks, no es aún una alternativa que se concrete, el solo hecho de proponerla ya arroja más sombras que luces sobre la relación con el socio comercial y político más importante.

El tema de Julian Assange, en realidad no fue algo a lo que la administración Trump, en Estados Unidos le hubiera dado mayor importancia. Le dieron seguimiento por tratarse de algo institucional, pero en realidad fue el gobierno de Barack Obama y su entonces vicepresidente, Joe Biden, quienes dieron inicio a su persecución, por espionaje y la divulgación de secretos de Estado.

Es por ello que el ofrecer asilo político a Julian Assange, ahora que el Reino Unido negó su extradición a Estados Unidos, resulta una directa afrenta al ya inminente gobierno de Joe Biden. Es importante recordar que fue precisamente quien está por asumir la Presidencia estadounidense, el que como vicepresidente impulsó la captura de Assange, primero en Suecia y posteriormente en el Reino Unido, para que se le extraditaría a territorio estadounidense, por lo que se trata de algo que se puede afirmar que le afecta personalmente.

Entre las páginas más recordadas del asilo en México, está la referente a León Trotsky, quien en algún momento le disputó a José Stalin la alternativa de suceder a Vladimir Ilich Lenin, al frente de la Unión Soviética.

Una vez que Stalin quedó al frente del politburó del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), hizo una implacable persecución de Trotsky, quien recibió asilo político en México, gracias a una intervención directa del pintor Diego Rivera con el presidente Lázaro Cárdenas.

Finalmente, por motivos personales, Diego Rivera no salió muy bien librado de tal intervención y Trotsky finalmente fue encontrado por Stalin, siendo asesinado por un asistente en su casa estudio de Coyoacán, donde le clavó un piolet (que es un pico metálico utilizado para escalar en hielo) en la cabeza en el año de 1941.

En México, por casos como éstos y varios más, ubicados en diferentes tendencias tanto políticas, como humanitarias, el brindar el derecho de asilo se ha vuelto una insigne tradición que nos ha dado prestigio mundial, razón de más para cuidar este valor y no terminar volviéndolo algo anecdótico.

Finalmente, el tema de Assange no irá más allá y no por nosotros, sino porque es su propio país el que lo arropa. No lo perdamos de vista para apreciar en su justa dimensión lo mejor de nuestro país en el escenario internacional.

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre

Cierto es que México tiene una añeja tradición de asilo político, misma que tiene páginas gloriosas como la recepción de españoles republicanos exiliados tras la Guerra Civil o perseguidos por las dictaduras militares sudamericanas. Muchos de los más importantes movimientos de transformación política en diferentes naciones, se pudieron dar partiendo del acuerdo que lograron exiliados en nuestro país, como ocurrió con Fidel Castro y Ernesto ‘el Che’ Guevara, antes de partir hacia Cuba en el Granma.

La hospitalidad de México nos ha hecho punto de referencia global, además de que ha impulsado diversidad y fomentado respeto en sus mejores momentos, sin olvidar que se han dado también páginas negras en la materia.

Aunque darle asilo político al fundador del portal WikiLeaks, no es aún una alternativa que se concrete, el solo hecho de proponerla ya arroja más sombras que luces sobre la relación con el socio comercial y político más importante.

El tema de Julian Assange, en realidad no fue algo a lo que la administración Trump, en Estados Unidos le hubiera dado mayor importancia. Le dieron seguimiento por tratarse de algo institucional, pero en realidad fue el gobierno de Barack Obama y su entonces vicepresidente, Joe Biden, quienes dieron inicio a su persecución, por espionaje y la divulgación de secretos de Estado.

Es por ello que el ofrecer asilo político a Julian Assange, ahora que el Reino Unido negó su extradición a Estados Unidos, resulta una directa afrenta al ya inminente gobierno de Joe Biden. Es importante recordar que fue precisamente quien está por asumir la Presidencia estadounidense, el que como vicepresidente impulsó la captura de Assange, primero en Suecia y posteriormente en el Reino Unido, para que se le extraditaría a territorio estadounidense, por lo que se trata de algo que se puede afirmar que le afecta personalmente.

Entre las páginas más recordadas del asilo en México, está la referente a León Trotsky, quien en algún momento le disputó a José Stalin la alternativa de suceder a Vladimir Ilich Lenin, al frente de la Unión Soviética.

Una vez que Stalin quedó al frente del politburó del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), hizo una implacable persecución de Trotsky, quien recibió asilo político en México, gracias a una intervención directa del pintor Diego Rivera con el presidente Lázaro Cárdenas.

Finalmente, por motivos personales, Diego Rivera no salió muy bien librado de tal intervención y Trotsky finalmente fue encontrado por Stalin, siendo asesinado por un asistente en su casa estudio de Coyoacán, donde le clavó un piolet (que es un pico metálico utilizado para escalar en hielo) en la cabeza en el año de 1941.

En México, por casos como éstos y varios más, ubicados en diferentes tendencias tanto políticas, como humanitarias, el brindar el derecho de asilo se ha vuelto una insigne tradición que nos ha dado prestigio mundial, razón de más para cuidar este valor y no terminar volviéndolo algo anecdótico.

Finalmente, el tema de Assange no irá más allá y no por nosotros, sino porque es su propio país el que lo arropa. No lo perdamos de vista para apreciar en su justa dimensión lo mejor de nuestro país en el escenario internacional.

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre