/ viernes 5 de noviembre de 2021

La UNAM que no conoce AMLO

En solidaridad con la comunidad universitaria y su Rector Enrique Graue.


En recientes días, escuchamos con indignación y sorpresa, las críticas que el Presidente ha hecho a la Universidad Nacional Autónoma de México. Sorpresa, porque son evidentemente inmerecidas y falaces, e indignación, porque provienen de un egresado de la máxima casa de estudios, que debería guardar el mínimo agradecimiento a su Alma Mater. López Obrador, fue un estudiante execrable, que tardo 14 años en terminar su carrera. En el argot universitario, a una persona que tarda más del tiempo del reglamentario para terminar una carrera, se le llama, con desprecio, fósil, por ocupar un lugar que podría tomar otro estudiante con necesidades y ganas de superación.

Catorce años, deberían de ser suficientes para conocer la grandeza de la UNAM, pero esto no sucedió con López Obrador, porque si hubiera sido así, hubiese evitado los ataques. Tratemos, de ver a vuelo de pájaro, algunas aportaciones, que actualmente la Universidad está haciendo al país.

En las gacetas informativas de la UNAM, podemos enterarnos de cosas tan importantes como: que es la institución educativa con más patentes registradas a nivel nacional e internacional o el desarrollo por parte de un grupo de científicos de la Facultad de Química, que logró degradar plásticos contaminantes en 15 días.

Asimismo, conocer qué especialistas del Instituto de Neurobiología realizaron, por primera vez en México, una neurocirugía para corregir en útero la espina bífida de un feto de 26 semanas de gestación. Mientras, científicos del Instituto de Biotecnología obtuvieron una patente internacional, de un bioinsecticida contra el gusano cogollero de maíz, la plaga más importante de este cultivo.

Por su parte la Fundación UNAM, en su Página web, nos da cuenta de que, en un proyecto de colaboración internacional, fue posible obtener una imagen real de un hoyo negro supermasivo en la galaxia Messier 87, ubicada en el Cúmulo de Virgo y que la UNAM, buscará colocar nueve pequeños robots en la superficie lunar, a través de la Misión Colmena. En el diseño y construcción participan alumnos de bachillerato y diversas carreras de la UNAM.

No solo se trata de trabajos como los anteriores, que se encuentran a la punta de la investigación científica y de las humanidades. También, se pueden destacar, los beneficios que la UNAM entrega a México a través de su infraestructura. Solo por destacar algunos ejemplos, tenemos al Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir, Ensenada que posee telescopios robóticos de última generación y que, además, está abierto al público como una labor de extensión educativa. O el Servicio Sismológico Nacional, adscrito Instituto de Geofísica, que informa minuto a minuto sobre los fenómenos sísmicos que se registran en el país.

Hay un largo etcétera de instalaciones y servicios de la UNAM que apoyan a la población en general, no alcanzaría este espacio para mencionarlos. Agregaría, solamente como ejemplo, el Estadio Olímpico Universitario, la Sala Netzahualcóyotl, los dos Buques Escuela, el Puma y el Justo Sierra. Tenemos también los museos: Antiguo Colegio de San Ildefonso, Palacio de Minería, Museo de las Constituciones, Museo de la Mujer, Museo Experimental el Eco, Palacio de la Autonomía, Museo de la Medicina Mexicana, Museo de Geología, Museo Nacional de San Carlos, Museo de la Luz y Universum, por citar algunos.

No podemos dejar de reconocer el valor social y académico que tienen sus 134 bibliotecas con un acervo de 7,478,661 volúmenes de libros impresos o sus instalaciones de cómputo con 88,575 computadoras, con conexión a Internet y una con Capacidad de supercómputo de 291,000 millones de operaciones aritméticas por segundo.

Pero está, además, el componente humano, en la Unam cursan sus estudios 366,930 alumnos e imparten clases 41,452 académicos en 13 carreras profesionales, 94 planes y programas de estudio de maestría y doctorado y 3 planes de estudio de bachillerato. Más allá de los alumnos inscritos en la Universidad, están 1,676,000 beneficiados directos, a través de diplomados, cursos, talleres, seminarios y conferencias.

En sus instalaciones se albergan 15 facultades, 5 unidades multidisciplinarias, 9 escuelas nacionales, 9 planteles de la Escuela Nacional Preparatoria, 5 planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades, 35 Institutos, 13 centros y 13 programas universitarios.

Los ataques de Amlo a una Institución con la grandeza de la UNAM, solo pueden deberse a los siguientes factores: ingratitud a quien le educo, resentimiento por haber sido un pésimo estudiante, desprecio por el estudio, miedo a la inteligencia, envidia al saber, revancha por no poder doblegarla a sus caprichos, distractor de sus fracasos o, lo que es más probable, un secuestro para imponer autoridades, planes de estudio y usar a los estudiantes como carne de cañón y promotores de la 4T.

Ante esta terrible amenaza, la comunidad universitaria y la sociedad entera, debemos cerrar filas en torno al carácter público, plural, laico y autónomo de la UNAM, asimismo, respaldar a sus autoridades en la defensa de su excelencia y legado.

*Presidente de la Academia Mexicana de Educación.

En solidaridad con la comunidad universitaria y su Rector Enrique Graue.


En recientes días, escuchamos con indignación y sorpresa, las críticas que el Presidente ha hecho a la Universidad Nacional Autónoma de México. Sorpresa, porque son evidentemente inmerecidas y falaces, e indignación, porque provienen de un egresado de la máxima casa de estudios, que debería guardar el mínimo agradecimiento a su Alma Mater. López Obrador, fue un estudiante execrable, que tardo 14 años en terminar su carrera. En el argot universitario, a una persona que tarda más del tiempo del reglamentario para terminar una carrera, se le llama, con desprecio, fósil, por ocupar un lugar que podría tomar otro estudiante con necesidades y ganas de superación.

Catorce años, deberían de ser suficientes para conocer la grandeza de la UNAM, pero esto no sucedió con López Obrador, porque si hubiera sido así, hubiese evitado los ataques. Tratemos, de ver a vuelo de pájaro, algunas aportaciones, que actualmente la Universidad está haciendo al país.

En las gacetas informativas de la UNAM, podemos enterarnos de cosas tan importantes como: que es la institución educativa con más patentes registradas a nivel nacional e internacional o el desarrollo por parte de un grupo de científicos de la Facultad de Química, que logró degradar plásticos contaminantes en 15 días.

Asimismo, conocer qué especialistas del Instituto de Neurobiología realizaron, por primera vez en México, una neurocirugía para corregir en útero la espina bífida de un feto de 26 semanas de gestación. Mientras, científicos del Instituto de Biotecnología obtuvieron una patente internacional, de un bioinsecticida contra el gusano cogollero de maíz, la plaga más importante de este cultivo.

Por su parte la Fundación UNAM, en su Página web, nos da cuenta de que, en un proyecto de colaboración internacional, fue posible obtener una imagen real de un hoyo negro supermasivo en la galaxia Messier 87, ubicada en el Cúmulo de Virgo y que la UNAM, buscará colocar nueve pequeños robots en la superficie lunar, a través de la Misión Colmena. En el diseño y construcción participan alumnos de bachillerato y diversas carreras de la UNAM.

No solo se trata de trabajos como los anteriores, que se encuentran a la punta de la investigación científica y de las humanidades. También, se pueden destacar, los beneficios que la UNAM entrega a México a través de su infraestructura. Solo por destacar algunos ejemplos, tenemos al Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir, Ensenada que posee telescopios robóticos de última generación y que, además, está abierto al público como una labor de extensión educativa. O el Servicio Sismológico Nacional, adscrito Instituto de Geofísica, que informa minuto a minuto sobre los fenómenos sísmicos que se registran en el país.

Hay un largo etcétera de instalaciones y servicios de la UNAM que apoyan a la población en general, no alcanzaría este espacio para mencionarlos. Agregaría, solamente como ejemplo, el Estadio Olímpico Universitario, la Sala Netzahualcóyotl, los dos Buques Escuela, el Puma y el Justo Sierra. Tenemos también los museos: Antiguo Colegio de San Ildefonso, Palacio de Minería, Museo de las Constituciones, Museo de la Mujer, Museo Experimental el Eco, Palacio de la Autonomía, Museo de la Medicina Mexicana, Museo de Geología, Museo Nacional de San Carlos, Museo de la Luz y Universum, por citar algunos.

No podemos dejar de reconocer el valor social y académico que tienen sus 134 bibliotecas con un acervo de 7,478,661 volúmenes de libros impresos o sus instalaciones de cómputo con 88,575 computadoras, con conexión a Internet y una con Capacidad de supercómputo de 291,000 millones de operaciones aritméticas por segundo.

Pero está, además, el componente humano, en la Unam cursan sus estudios 366,930 alumnos e imparten clases 41,452 académicos en 13 carreras profesionales, 94 planes y programas de estudio de maestría y doctorado y 3 planes de estudio de bachillerato. Más allá de los alumnos inscritos en la Universidad, están 1,676,000 beneficiados directos, a través de diplomados, cursos, talleres, seminarios y conferencias.

En sus instalaciones se albergan 15 facultades, 5 unidades multidisciplinarias, 9 escuelas nacionales, 9 planteles de la Escuela Nacional Preparatoria, 5 planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades, 35 Institutos, 13 centros y 13 programas universitarios.

Los ataques de Amlo a una Institución con la grandeza de la UNAM, solo pueden deberse a los siguientes factores: ingratitud a quien le educo, resentimiento por haber sido un pésimo estudiante, desprecio por el estudio, miedo a la inteligencia, envidia al saber, revancha por no poder doblegarla a sus caprichos, distractor de sus fracasos o, lo que es más probable, un secuestro para imponer autoridades, planes de estudio y usar a los estudiantes como carne de cañón y promotores de la 4T.

Ante esta terrible amenaza, la comunidad universitaria y la sociedad entera, debemos cerrar filas en torno al carácter público, plural, laico y autónomo de la UNAM, asimismo, respaldar a sus autoridades en la defensa de su excelencia y legado.

*Presidente de la Academia Mexicana de Educación.