/ viernes 19 de marzo de 2021

La vida a un año del Covid-19

A un año del Covid-19, la pandemia nos ha impulsado a aprender nuevas formas en el uso de tecnologías digitales, que aceleran el crecimiento de nuestra productividad; de acuerdo con Noah Smith, profesor de finanzas en la Universidad de Stony Brook. Pero ¿Cuál es el valor de las empresas de software?, ¿Será verdad que estos servicios añaden poco a la economía real?, ¿Cómo habría sido el 2020, y lo que va del año, sin Google, Amazon y Zoom?, pero mejor vamos por partes:

Compras en línea. Si el mercado en línea no existiera, todos hubieran tenido que comprar los productos de primera necesidad en tiendas físicas. Imaginemos las filas de gente, los alrededores de las cuadras con multitudes impacientes; para poder comprar papel higiénico o jabón. Esta única forma de compra hubiera elevado el riesgo de contagios. Además, las compras de electrodomésticos se hubieran retrasado y la economía registraría peores números.

Home Office. Sin Zoom, Slack y otras herramientas, los oficinistas hubieran tenido que acudir a sus trabajos, o las empresas habrían detenido sus operaciones, lo que perjudicaría aún más la economía. Además, ahora se sabe que la ventilación y la sana distancia es importantísima para los espacios de trabajo. De acuerdo con un estudio de Lenovo en 10 países —incluido México— 63 por ciento de los colaboradores se sienten más productivo trabajando desde casa que cuando lo hacía en la oficina, además existe un sentimiento generalizado de independencia.

Privacidad de datos y ciberseguridad. Entre las principales ventajas del trabajo para colaboradores a distancia destacan, de acuerdo con el “Panorama de Ecosistema de Ciberseguridad”, elaborado por Endeavor, KIO Networks y PayPal, en México, el 65% de las empresas enfocadas al e-commerce y Fintech, sólo destinan entre 1 y 5% de su presupuesto total a la ciberseguridad. Si bien a partir de la pandemia, un 27% aumentó su inversión, los números aún están lejos de representar un sector preparado para ataques cada vez más sofisticados. Además, únicamente el 18% de las organizaciones acuden a una empresa especializada en ciberseguridad, mientras que más de la mitad (59%), utiliza personal propio dentro del área de TI.

Convivencia social. Se imaginan el confinamiento sin las herramientas de comunicación en línea, que nos permitan observar los rostros de amigos y familiares y escuchar sus voces. Cuánta desolación se hubiera generado por el distanciamiento social. Por otra parte, en materia informativa, no se puede generalizar, pero se imaginan el vacío de información sin Internet. Tal vez la única fuente informativa continuaría siendo la TV; y eso significaría escuchar información poco clara y polémica de personajes como Donald Trump o Hugo López Gatell; y su eterno debate de usar o no cubre bocas. Las redes socio digitales son una pecera de muchas fake news, pero también una fuente informativa.

Ya casi para terminar, el profesor Noah Smith dice que algunos se han burlado de la utilidad de Silicon Valley en la era del Covid-19, pero la llegada de estas empresas transformó la capacidad de E.E.U.U. para combatir la pandemia; a pesar de ser es el más mortífero en el mundo con más de medio millón de muertes; que en palabras de Anthony Fauci fue a causa de “una división en nuestro país, donde las medidas de salud más simples y de sentido común adquirieron una connotación política”.

Por último, deberíamos pensar en el valor de los servicios digitales gratuitos. Las tecnologías funcionan como pólizas de seguro contra los desastres. Por ejemplo, la electricidad no hizo que las fábricas fueran mucho más eficientes de inmediato; sino hasta que los empresarios aprendieron a reorganizar sus líneas de montaje, en torno a pequeños motores eléctricos, fue que la productividad de fabricación aumentó. Actualmente, el trabajo remoto ha permitido mostrar a las empresas distribuir su fuerza laboral y evaluar si son necesarias muchas reuniones y tareas rutinarias de oficina. Los servicios digitales han creado una resistencia al Covid-19, y una evolución de nuestra economía, que era difícil de imaginar antes de la pandemia. O, en otras palabras, es posible que apenas estemos observando el verdadero valor de las tecnologías exponenciales.

Primera reunión de seguridad. Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, se comprometió a apoyar económicamente a los 15 municipios más violentos del país (Tijuana, Ciudad Juárez, León, Celaya, Cajeme, Culiacán, etcétera), durante la primera reunión con los invitados permanentes de la sociedad civil al Consejo Nacional de Seguridad Pública (Alejandro Martí, Saskia Niño de Rivera, Marcos Fastlicht, Juan Hernández, Jorge Contreras, Jacqueline García, Orlando Camacho y James Tobin); quienes expusieron las preocupaciones relacionadas con delitos de alto impacto como homicidios, extorsiones, secuestros y su relación con las condiciones de autogobierno que opera en el 70% de las cárceles del país. ¡Ya veremos dijo el ciego!

*Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco

A un año del Covid-19, la pandemia nos ha impulsado a aprender nuevas formas en el uso de tecnologías digitales, que aceleran el crecimiento de nuestra productividad; de acuerdo con Noah Smith, profesor de finanzas en la Universidad de Stony Brook. Pero ¿Cuál es el valor de las empresas de software?, ¿Será verdad que estos servicios añaden poco a la economía real?, ¿Cómo habría sido el 2020, y lo que va del año, sin Google, Amazon y Zoom?, pero mejor vamos por partes:

Compras en línea. Si el mercado en línea no existiera, todos hubieran tenido que comprar los productos de primera necesidad en tiendas físicas. Imaginemos las filas de gente, los alrededores de las cuadras con multitudes impacientes; para poder comprar papel higiénico o jabón. Esta única forma de compra hubiera elevado el riesgo de contagios. Además, las compras de electrodomésticos se hubieran retrasado y la economía registraría peores números.

Home Office. Sin Zoom, Slack y otras herramientas, los oficinistas hubieran tenido que acudir a sus trabajos, o las empresas habrían detenido sus operaciones, lo que perjudicaría aún más la economía. Además, ahora se sabe que la ventilación y la sana distancia es importantísima para los espacios de trabajo. De acuerdo con un estudio de Lenovo en 10 países —incluido México— 63 por ciento de los colaboradores se sienten más productivo trabajando desde casa que cuando lo hacía en la oficina, además existe un sentimiento generalizado de independencia.

Privacidad de datos y ciberseguridad. Entre las principales ventajas del trabajo para colaboradores a distancia destacan, de acuerdo con el “Panorama de Ecosistema de Ciberseguridad”, elaborado por Endeavor, KIO Networks y PayPal, en México, el 65% de las empresas enfocadas al e-commerce y Fintech, sólo destinan entre 1 y 5% de su presupuesto total a la ciberseguridad. Si bien a partir de la pandemia, un 27% aumentó su inversión, los números aún están lejos de representar un sector preparado para ataques cada vez más sofisticados. Además, únicamente el 18% de las organizaciones acuden a una empresa especializada en ciberseguridad, mientras que más de la mitad (59%), utiliza personal propio dentro del área de TI.

Convivencia social. Se imaginan el confinamiento sin las herramientas de comunicación en línea, que nos permitan observar los rostros de amigos y familiares y escuchar sus voces. Cuánta desolación se hubiera generado por el distanciamiento social. Por otra parte, en materia informativa, no se puede generalizar, pero se imaginan el vacío de información sin Internet. Tal vez la única fuente informativa continuaría siendo la TV; y eso significaría escuchar información poco clara y polémica de personajes como Donald Trump o Hugo López Gatell; y su eterno debate de usar o no cubre bocas. Las redes socio digitales son una pecera de muchas fake news, pero también una fuente informativa.

Ya casi para terminar, el profesor Noah Smith dice que algunos se han burlado de la utilidad de Silicon Valley en la era del Covid-19, pero la llegada de estas empresas transformó la capacidad de E.E.U.U. para combatir la pandemia; a pesar de ser es el más mortífero en el mundo con más de medio millón de muertes; que en palabras de Anthony Fauci fue a causa de “una división en nuestro país, donde las medidas de salud más simples y de sentido común adquirieron una connotación política”.

Por último, deberíamos pensar en el valor de los servicios digitales gratuitos. Las tecnologías funcionan como pólizas de seguro contra los desastres. Por ejemplo, la electricidad no hizo que las fábricas fueran mucho más eficientes de inmediato; sino hasta que los empresarios aprendieron a reorganizar sus líneas de montaje, en torno a pequeños motores eléctricos, fue que la productividad de fabricación aumentó. Actualmente, el trabajo remoto ha permitido mostrar a las empresas distribuir su fuerza laboral y evaluar si son necesarias muchas reuniones y tareas rutinarias de oficina. Los servicios digitales han creado una resistencia al Covid-19, y una evolución de nuestra economía, que era difícil de imaginar antes de la pandemia. O, en otras palabras, es posible que apenas estemos observando el verdadero valor de las tecnologías exponenciales.

Primera reunión de seguridad. Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, se comprometió a apoyar económicamente a los 15 municipios más violentos del país (Tijuana, Ciudad Juárez, León, Celaya, Cajeme, Culiacán, etcétera), durante la primera reunión con los invitados permanentes de la sociedad civil al Consejo Nacional de Seguridad Pública (Alejandro Martí, Saskia Niño de Rivera, Marcos Fastlicht, Juan Hernández, Jorge Contreras, Jacqueline García, Orlando Camacho y James Tobin); quienes expusieron las preocupaciones relacionadas con delitos de alto impacto como homicidios, extorsiones, secuestros y su relación con las condiciones de autogobierno que opera en el 70% de las cárceles del país. ¡Ya veremos dijo el ciego!

*Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco