Por: LUIS DURÁN, Presidente Comisión Nacional de Educación de Coparmex
En México hay poca movilidad social, un hecho doloroso. El lugar donde una persona nace, determina en gran medida sus posibilidades futuras. Esto marca los estratos socioeconómicos altos y bajos de la población. De acuerdo con el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), 70 de 100 individuos que nacen en el quintil bajo de la población, no logran salir de la pobreza.
La educación es de los principales motores para promover la movilidad social. En México, los avances significativos de los últimos años, no se han traducido en mayor movilidad social.
Esto está presente en Estados Unidos, donde el sueño americano es que hijos aspiraren a un mejor futuro que sus padres. Estadísticas indican que, en Estados Unidos, en 1970, 90 por ciento de los jóvenes de 30 años ganaban más dinero que sus padres a la misma edad. Para 2015, se redujo a 50 por ciento.
Alarmados por esta tendencia, investigadores y especialistas en educación de Harvard desarrollaron el proyecto Perspectivas de Oportunidad (Opportunity Insights), que busca analizar y proponer acciones para lograr que cada generación tenga mejores oportunidades. Este proyecto tiene múltiples componentes y uno de ellos es analizar cuáles son las universidades que tienen mayor impacto para promover la movilidad social, qué hacen bien y replicar estos esfuerzos. Se analizarán variables como puntuaciones en exámenes de ingreso, datos de impuestos pagados por los padres para calcular sus ingresos y salarios de egresados para comparar ambas generaciones.
Aunque no están listos los resultados, este proyecto está logrando cambiar la conversación del impacto de la educación, para que el foco sobre su calidad no sean rankings tradicionales, sino variables como el impacto de la educación en términos de movilidad social. Se busca identificar y reconocer a instituciones que reciben a estudiantes en desventaja económica, con puntuaciones académicas bajas y que al finalizar sus estudios acceden a un mejor futuro.
En México no existen rankings de esta naturaleza, pero recientemente se ha analizado la trayectoria laboral de egresados de múltiples instituciones de educación superior pública y privada. Desde 2017 el Centro de Opinión Pública de la UVM difunde la Encuesta Nacional de Egresados, que busca ahondar sobre la experiencia laboral y comprender las condiciones en que se insertan al mundo profesional, explorar la influencia de las instituciones para conseguir empleo y conocer cómo llevan a la práctica conocimientos de su licenciatura.
De acuerdo con la última edición, el principal impulso para terminar una carrera es tener un mejor nivel de vida (36 por ciento), ya que un gran porcentaje de los padres de los egresados no cuenta con estudios universitarios. Lo anterior arroja resultados alentadores en términos de movilidad social porque es importante seguir generando información que identifique qué están haciendo las universidades para contribuir a potenciar las posibilidades de sus egresados hacía un mejor futuro y bienestar.