Por Ximena Céspedes
Hace unos días en comisiones del Senado se aprobó que haya un salario base igualitario para que todas las mujeres deportistas tengan el mismo ingreso mínimo y que a partir de ahí, de acuerdo con su desempeño y experiencia, los equipos definan libremente los diferentes sueldos.
Esta iniciativa, que a la luz de la equidad de género suena bien, en realidad en redes sociales no tiene tanta aprobación. De los 28 millones de personas que vieron algún mensaje relacionado con el tema, el 43% señala preocupación porque este no es un tema prioritario del país, como sería salud, justicia o educación, y así mismo mencionan que deberían aplicarse las leyes de mercado de oferta y demanda, antes que unas leyes.
Pero por encima de todo, lo que más se menciona, es que, a quien tendrían que preguntarle es a las mujeres y piden foro abierto para la discusión de este tema, y de los demás prioritarios en temas de equidad de género.
Es así como, asistí al foro organizado por Coparmex sobre “Mejor Inclusión de Mujeres en las Empresas” y lo que fue un consenso en la organización se puede resumir en:
1.-Se requiere que las mujeres participen en la planeación de las políticas públicas y las leyes que atañen a las mujeres.
2.-Antes que igualdad se necesitan políticas de equidad.
3.-La igualdad de oportunidades no implica un salario igual sino una reducción de obstáculos para tener un acceso igualitario a las mismas oportunidades.
4.-Precisamos conciliación de vida familiar y laboral, horarios flexibles y disminuir los riesgos de trabajo para poder lograr las mismas condiciones.
5.-Necesitamos pertenencia antes que inclusión. Esto es sentirse escuchado y acogido, antes que aceptado en un puesto laboral.
Como me dijo un amigo hace poco, no podemos competir en terrenos iguales si las mujeres llevamos apenas pocos años en el mercado laboral, pero sí podemos pedir condiciones igualitarias para poder construir puentes que nos permitan llegar de manera eficaz a competir en condiciones iguales.
Nuestro principal problema, antes que el laboral, es el de violencia de género. Esto requiere que la sociedad misma se involucre y acepte que las mujeres tenemos las mismas oportunidades. La mesa está puesta, solo depende de nosotras, pero también de nuestras familias. Pero por encima de todo, de nuestra participación. El momento es ahora.
#OpiniónCoparmex
Presidenta del Comité de Comunicación Interna de Coparmex Nacional