/ jueves 12 de noviembre de 2020

Las ambiciones de Palacio

El poder no corrompe; el poder desenmascara.

Rubén Blades


La propuesta del Presupuesto de Egresos del gobierno lopezobradorista prioriza sus proyectos para garantizar la continuidad de este grupo hegemónico. No oculta sus afanes abusivos con esa mayoría legislativa. Los recursos públicos que se habrán de ejercer para el 2021 profundizan sus rasgos neoliberales-asistencialistas, priorizando el trinomio, a saber, seguridad pública, proyectos insignias y clientelares.


Veamos: esta es la distribución autoritaria de acuerdo al dictamen de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados: en el primer rubro, la todologa Secretaría de la Defensa Nacional contará con 112 mil millones, un incremento de 19%; asimismo, Marina 35 mil millones; la Secretaría de Protección Ciudadana y Seguridad Pública, 63 mil millones; la Guardia Nacional recibirá 35 mil millones, un incremento de 21.8%; adicionalmente, los militares recibirán 500 millones de pesos más para construir 76 cuarteles. Así, el paradigma punitivo se mantiene, reproduce y amplía por esta llamada “izquierda” verde olivo.


En los proyectos estrellas destaca el crecimiento de 1300% del Tren maya, en la misma tendencia está la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, el cual aumenta 283%. En el rubro llamado de Bienestar, la bolsa será de 436 mil 811 millones de pesos, donde 313 mil millones están etiquetados a 14 programas de carácter electoral. Por si algo faltara, AMLO contará con tres programas sin reglas de operación (su “caja chica”) para transferencias directas por 14 mil 867 millones.


En contraste, en año electoral y con consulta, al INE se le recortaron 870 millones de pesos; el presupuesto para la búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas tendrá la pírrica cantidad de ¡700 millones!; a Cultura se le asignó apenas el 10% de lo asignado al Ejército, 13 mil millones; en plena crisis ecológica, Medio Ambiente recibe 31 mil millones de pesos; en un gobierno que supuestamente apoya la ciencia y tecnología, se le darán a Conacyt 26 mil millones; como no les gusta la transparencia, se reducen 13 millones al INAI; y dado que la educación crítica les molesta, a la UNAM le asignaron 42 mil millones; al Politécnico, 18 mil millones; a la UAM, 7 mil millones, el incremento a estas instituciones fue sólo para cubrir la inflación.


En síntesis, el esquema es tan simple como obvio: AMLO hizo un presupuesto para fortalecer sus proyectos antiecológicos, garantizar sus pactos con las fuerzas castrenses y tener una gran bolsa de recursos económicos para su política clientelar del año electoral próximo. Hoy las ambiciones del inquilino de Palacio están a la vista. Ya veremos el comportamiento de las urnas.


pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz

El poder no corrompe; el poder desenmascara.

Rubén Blades


La propuesta del Presupuesto de Egresos del gobierno lopezobradorista prioriza sus proyectos para garantizar la continuidad de este grupo hegemónico. No oculta sus afanes abusivos con esa mayoría legislativa. Los recursos públicos que se habrán de ejercer para el 2021 profundizan sus rasgos neoliberales-asistencialistas, priorizando el trinomio, a saber, seguridad pública, proyectos insignias y clientelares.


Veamos: esta es la distribución autoritaria de acuerdo al dictamen de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados: en el primer rubro, la todologa Secretaría de la Defensa Nacional contará con 112 mil millones, un incremento de 19%; asimismo, Marina 35 mil millones; la Secretaría de Protección Ciudadana y Seguridad Pública, 63 mil millones; la Guardia Nacional recibirá 35 mil millones, un incremento de 21.8%; adicionalmente, los militares recibirán 500 millones de pesos más para construir 76 cuarteles. Así, el paradigma punitivo se mantiene, reproduce y amplía por esta llamada “izquierda” verde olivo.


En los proyectos estrellas destaca el crecimiento de 1300% del Tren maya, en la misma tendencia está la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, el cual aumenta 283%. En el rubro llamado de Bienestar, la bolsa será de 436 mil 811 millones de pesos, donde 313 mil millones están etiquetados a 14 programas de carácter electoral. Por si algo faltara, AMLO contará con tres programas sin reglas de operación (su “caja chica”) para transferencias directas por 14 mil 867 millones.


En contraste, en año electoral y con consulta, al INE se le recortaron 870 millones de pesos; el presupuesto para la búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas tendrá la pírrica cantidad de ¡700 millones!; a Cultura se le asignó apenas el 10% de lo asignado al Ejército, 13 mil millones; en plena crisis ecológica, Medio Ambiente recibe 31 mil millones de pesos; en un gobierno que supuestamente apoya la ciencia y tecnología, se le darán a Conacyt 26 mil millones; como no les gusta la transparencia, se reducen 13 millones al INAI; y dado que la educación crítica les molesta, a la UNAM le asignaron 42 mil millones; al Politécnico, 18 mil millones; a la UAM, 7 mil millones, el incremento a estas instituciones fue sólo para cubrir la inflación.


En síntesis, el esquema es tan simple como obvio: AMLO hizo un presupuesto para fortalecer sus proyectos antiecológicos, garantizar sus pactos con las fuerzas castrenses y tener una gran bolsa de recursos económicos para su política clientelar del año electoral próximo. Hoy las ambiciones del inquilino de Palacio están a la vista. Ya veremos el comportamiento de las urnas.


pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz

ÚLTIMASCOLUMNAS