/ viernes 8 de marzo de 2019

Las calificadoras

Las agencias de calificación generaron gran debate al disminuir la calidad de inversión a Pemex. La realidad es que los mercados ni los pelaron, no se movió el peso ni la bolsa de manera significativa y pareciera que para muchos, generar voces de desesperación y de alarma es como si el dictamen de la calificadora fuera un dogma de fe.

Las calificadoras enfrentan hoy una crisis de credibilidad y no por los hechos de esta semana sino por una larga trayectoria de complicidades, errores y mezquindades. Las calificadoras representan la crisis que está sufriendo el capitalismo ya que la corrupción que prevalece en muchos actores del sistema financiero, como por ejemplo, HSBC que fue sancionado por lavado de dinero y otros muchos, además de las decisiones nefastas que se toman para cumplir metas en reportes trimestrales, lo que ha generado que todos que las decisiones se centren en medidas a corto plazo orientadas a obtener jugosos bonos.

La tensión entre un gobierno como el de López Obrador que prioriza lo humano, lo social y lo productivo frente al capitalismo gore y de casino encarnado en las calificadoras que abonan a lo especulativo y entienden el mundo a través de la corporación, es natural. Sin embargo, a nadie conviene entrar en un espiral de confrontación, por lo que lo mejor para todo el mundo es entrar en un proceso de comprensión mutua.

No deja de llamar la atención que un gobierno que no sube impuestos, no contrata deuda, no tiene déficit y tiene costos de compra más que competitivos, no es mejor valorado que un gobierno como el de Peña con un crecimiento de deuda exponencial y una gobernabilidad frágil. Sí hay focos amarillos en economía y es necesario atenderlos pero en su mayoría son derivados de las condiciones de deuda, poca productividad y falta de competitividad de los últimos años.

No podemos olvidar que las tres calificadoras constituyen un oligopolio en Estados Unidos y han sufrido una disminución del prestigio no solo derivado de las burbujas financieras, sino también de las investigaciones. Un financiero inglés declaró que son anacrónicas y crean más problemas de los que solucionan. Incluso la SEC multó a Moo dy´s por falta de rigor en sus calificaciones. La empresa aceptó pagar 1.25 millones de dólares, revisar sus procesos y no negó las acusaciones.

El gobierno hace todo lo posible para dar información y generar certidumbre a los mercados.

@Luis__Humberto

Las agencias de calificación generaron gran debate al disminuir la calidad de inversión a Pemex. La realidad es que los mercados ni los pelaron, no se movió el peso ni la bolsa de manera significativa y pareciera que para muchos, generar voces de desesperación y de alarma es como si el dictamen de la calificadora fuera un dogma de fe.

Las calificadoras enfrentan hoy una crisis de credibilidad y no por los hechos de esta semana sino por una larga trayectoria de complicidades, errores y mezquindades. Las calificadoras representan la crisis que está sufriendo el capitalismo ya que la corrupción que prevalece en muchos actores del sistema financiero, como por ejemplo, HSBC que fue sancionado por lavado de dinero y otros muchos, además de las decisiones nefastas que se toman para cumplir metas en reportes trimestrales, lo que ha generado que todos que las decisiones se centren en medidas a corto plazo orientadas a obtener jugosos bonos.

La tensión entre un gobierno como el de López Obrador que prioriza lo humano, lo social y lo productivo frente al capitalismo gore y de casino encarnado en las calificadoras que abonan a lo especulativo y entienden el mundo a través de la corporación, es natural. Sin embargo, a nadie conviene entrar en un espiral de confrontación, por lo que lo mejor para todo el mundo es entrar en un proceso de comprensión mutua.

No deja de llamar la atención que un gobierno que no sube impuestos, no contrata deuda, no tiene déficit y tiene costos de compra más que competitivos, no es mejor valorado que un gobierno como el de Peña con un crecimiento de deuda exponencial y una gobernabilidad frágil. Sí hay focos amarillos en economía y es necesario atenderlos pero en su mayoría son derivados de las condiciones de deuda, poca productividad y falta de competitividad de los últimos años.

No podemos olvidar que las tres calificadoras constituyen un oligopolio en Estados Unidos y han sufrido una disminución del prestigio no solo derivado de las burbujas financieras, sino también de las investigaciones. Un financiero inglés declaró que son anacrónicas y crean más problemas de los que solucionan. Incluso la SEC multó a Moo dy´s por falta de rigor en sus calificaciones. La empresa aceptó pagar 1.25 millones de dólares, revisar sus procesos y no negó las acusaciones.

El gobierno hace todo lo posible para dar información y generar certidumbre a los mercados.

@Luis__Humberto