/ viernes 14 de enero de 2022

Las ciencias sociales desde San Luis Potosí y sus nuevos desafíos

Por David Eduardo Vázquez Salguero


En San Luis Potosí, por una decisión derivada de conflictos políticos, se habían silenciado las ciencias sociales y humanidades en la segunda mitad del siglo XX; y justo en ese entorno de vacío académico, nació El Colegio de San Luis (El Colsan) que hace 25 años se propuso crear un espacio para el pensamiento y la reflexión.

Hoy se puede notar el desarrollo de estas disciplinas científicas gracias a sus aportaciones, pero también debido a que ha proporcionado a la sociedad en la que se desenvuelve, un espacio en el cual se puede visualizar y analizar no sólo la realidad social del momento, sino además vislumbrar el conjunto de posibilidades que pueden existir para construir un futuro más justo, libre y próspero en una nación con múltiples desafíos.

Fuera como ideal o como objetivo, el compromiso de aportar a la comunidad ha estado claro desde su surgimiento: contribuir con conocimiento, pensamiento crítico y reflexivo a analizar la realidad social y transformarla. Después de 25 años, El Colsan sigue siendo leal a esos objetivos que le dieron origen, pero al mismo tiempo ─como institución joven y fortalecida─ sigue en proceso de cambio y adaptación a las nuevas realidades y, en ese rumbo, responde y se adapta al actual contexto.

Derechos humanos, migración, historia, cultura, uso social del agua, política pública, democracia, género, literatura, estudios antropológicos, en fin, son sólo algunas de las temáticas que con claridad se definieron en su génesis y que, a más de dos décadas de distancia, esa precisión en sus líneas de investigación han permitido adaptarse a los nuevos contextos de la realidad y los desafíos que día a día impone el milenio.

En general, ese conjunto de temas visibles en el origen de El Colegio ha estado presente hasta este momento, y lo que se puede verificar es cómo sus investigadores han ido madurando y adaptando a nuevas metodologías, propuesto nuevas miradas, y sido capaces de responder a un nuevo entorno en el que durante 25 años se han modificado esas formas de abordar los fenómenos de la realidad; así, desde una nueva perspectiva de científicos sociales, se analizan y proponen formas de resolver esos dilemas del conocimiento.

De esta manera, los nuevos desafíos que plantea la sociedad contemporánea se traducen en los actuales proyectos en curso que abarcan derechos humanos, violencia y paz, comunidades indígenas, valoración del patrimonio, humanidades digitales, recuperación y reinterpretación de la memoria histórica y cultural, análisis de asuntos y cultura política, gobernanza, gobernabilidad y políticas públicas, violencia hacia las mujeres e interculturalidad, infancia y juventudes, cultura de diálogo y paz, consolidación de la democracia, agenda ambiental y social del agua, seguridad humana, sociedad y cambio climático, inversión extranjera e inclusión laboral, entre otros; es decir, un conjunto de temáticas vinculadas con los principales problemas del estado, la región, el país y el mundo que son abordados con mirada interdisciplinaria y de alcances regionales, nacionales e internacionales.

Para El Colsan siempre ha estado presente la valiosa necesidad de vinculación; sin ella, los propósitos de transformación social no habrían ocurrido. Ejemplo de ello ha sido la cercanía de trabajo y colaboración con el sector público: desde el inicio y hasta la fecha se tiene una relación cercana con diversos actores e instituciones gubernamentales y organismos autónomos a nivel local, regional y nacional.

Quedó claro desde el principio que la vinculación tendría que extenderse y profundizarse al sector social que ha sido una sólida base para las relaciones establecidas desde la academia. Ese conjunto de actores de la sociedad civil, de otras ciudades y de otros entornos han permitido sostener los cambios en la región, logrados a través de las aportaciones que desde la investigación han pretendido siempre sumar, mejorar, transformar y que sus efectos o impactos sean tangibles a través de la investigación ─ acción.

Las investigaciones también han dialogado y transitado de la ciencia básica o de frontera ─del conocimiento puro─ al conocimiento con acción. Eso también ha sido un avance paulatino, pero sostenido que ha logrado tener frutos en la vinculación internacional que ha encontrado en instituciones extranjeras valiosos interlocutores que enriquecen la mirada y la aportación trabajada desde El Colsan.

Conforme se fue teniendo mayor presencia en diversos ámbitos y geografías de las ciencias sociales y las humanidades, las y los investigadores fueron también sumándose a un modelo de trabajo interdisciplinario. Esa relación con otros académicos se ha ido consolidando en tal forma que ahora El Colegio tiene vinculación con colegas de diversas partes del país de instituciones públicas y privadas, pero también en otras latitudes del mundo que le pemite ubicarse como un referente científico con sus pares, quienes lo reconocen como tal desde Europa hasta América.

Esa consolidación no habría sido posible sin uno de los mejores mecanismos de vinculación y comuncación de los resultados de investigación que hoy se tienen: el programa editorial del Colsan que también ha sabido adaptarse a las nuevas realidades y tecnologías. Este programa es uno de los más consolidados que hay en esta región centro norte del país. La nuestra es de las pocas instituciones que publican a un ritmo sostenido cada año, lo que ha permitido que vean la luz a través de libros impresos y digitales valiosas investigaciones, al punto de contar con un catálogo que ya supera los 600 títulos de autores internos y externos de reconocido prestigio académico. El programa editorial del Colsan supone la exigencia de una revisión y colaboración de dictaminadores externos con rigor académico.

Mención aparte merece el cuidado editorial que ha provocado reconocimientos a nivel internacional, convirtiendo al Fondo Editorial Colsan, que incluye a la Revista de El Colegio de San Luis, en un importante referente; es decir, ya un buen número de investigadores y estudiantes están pendientes de lo que se está publicando.

En este devenir se han ido creando un conjunto de programas de educación superior centrados en la formación de investigadores de alto nivel. Así, se cuenta con 5 maestrías, 4 doctorados y una licenciatura, todos ellos acreditados y reconocidos a nivel nacional por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) de Conacyt y los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES). Los más de 700 egresados contribuyen al desarrollo científico en centros de investigación, institutos y universidades, en cargos públicos y emprendimiento económico.

Finalmente, la Biblioteca Rafael Montejano y Aguiñaga, especializada en ciencias sociales y humanidades, tiene la intención de crecer no sólo más allá de los 96 mil volúmenes o la gran cantidad de usuarios que la consultan, sino que tiene la mira puesta en manifestar la pertinencia social de contar con un acervo tan rico en la región que sea capaz de atraer alumnos e investigadores de otras partes del país, porque aquí se tiene un corpus cuidado de acervos bibliográficos con temáticas que han dado vida a muchas y diversas investigaciones.

De manera que hoy llega El Colegio de San Luis a su 25 aniversario con la mirada puesta en los años por venir, para adaptarse a esos nuevos destinos de la investigación que aporte al conocimiento con utilidad social.


Autor

El doctor David Eduardo Vázquez Salguero es presidente de El Colegio de San Luis. Correo de contacto: david.vazquez@colsan.edu.mx.

***

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Por David Eduardo Vázquez Salguero


En San Luis Potosí, por una decisión derivada de conflictos políticos, se habían silenciado las ciencias sociales y humanidades en la segunda mitad del siglo XX; y justo en ese entorno de vacío académico, nació El Colegio de San Luis (El Colsan) que hace 25 años se propuso crear un espacio para el pensamiento y la reflexión.

Hoy se puede notar el desarrollo de estas disciplinas científicas gracias a sus aportaciones, pero también debido a que ha proporcionado a la sociedad en la que se desenvuelve, un espacio en el cual se puede visualizar y analizar no sólo la realidad social del momento, sino además vislumbrar el conjunto de posibilidades que pueden existir para construir un futuro más justo, libre y próspero en una nación con múltiples desafíos.

Fuera como ideal o como objetivo, el compromiso de aportar a la comunidad ha estado claro desde su surgimiento: contribuir con conocimiento, pensamiento crítico y reflexivo a analizar la realidad social y transformarla. Después de 25 años, El Colsan sigue siendo leal a esos objetivos que le dieron origen, pero al mismo tiempo ─como institución joven y fortalecida─ sigue en proceso de cambio y adaptación a las nuevas realidades y, en ese rumbo, responde y se adapta al actual contexto.

Derechos humanos, migración, historia, cultura, uso social del agua, política pública, democracia, género, literatura, estudios antropológicos, en fin, son sólo algunas de las temáticas que con claridad se definieron en su génesis y que, a más de dos décadas de distancia, esa precisión en sus líneas de investigación han permitido adaptarse a los nuevos contextos de la realidad y los desafíos que día a día impone el milenio.

En general, ese conjunto de temas visibles en el origen de El Colegio ha estado presente hasta este momento, y lo que se puede verificar es cómo sus investigadores han ido madurando y adaptando a nuevas metodologías, propuesto nuevas miradas, y sido capaces de responder a un nuevo entorno en el que durante 25 años se han modificado esas formas de abordar los fenómenos de la realidad; así, desde una nueva perspectiva de científicos sociales, se analizan y proponen formas de resolver esos dilemas del conocimiento.

De esta manera, los nuevos desafíos que plantea la sociedad contemporánea se traducen en los actuales proyectos en curso que abarcan derechos humanos, violencia y paz, comunidades indígenas, valoración del patrimonio, humanidades digitales, recuperación y reinterpretación de la memoria histórica y cultural, análisis de asuntos y cultura política, gobernanza, gobernabilidad y políticas públicas, violencia hacia las mujeres e interculturalidad, infancia y juventudes, cultura de diálogo y paz, consolidación de la democracia, agenda ambiental y social del agua, seguridad humana, sociedad y cambio climático, inversión extranjera e inclusión laboral, entre otros; es decir, un conjunto de temáticas vinculadas con los principales problemas del estado, la región, el país y el mundo que son abordados con mirada interdisciplinaria y de alcances regionales, nacionales e internacionales.

Para El Colsan siempre ha estado presente la valiosa necesidad de vinculación; sin ella, los propósitos de transformación social no habrían ocurrido. Ejemplo de ello ha sido la cercanía de trabajo y colaboración con el sector público: desde el inicio y hasta la fecha se tiene una relación cercana con diversos actores e instituciones gubernamentales y organismos autónomos a nivel local, regional y nacional.

Quedó claro desde el principio que la vinculación tendría que extenderse y profundizarse al sector social que ha sido una sólida base para las relaciones establecidas desde la academia. Ese conjunto de actores de la sociedad civil, de otras ciudades y de otros entornos han permitido sostener los cambios en la región, logrados a través de las aportaciones que desde la investigación han pretendido siempre sumar, mejorar, transformar y que sus efectos o impactos sean tangibles a través de la investigación ─ acción.

Las investigaciones también han dialogado y transitado de la ciencia básica o de frontera ─del conocimiento puro─ al conocimiento con acción. Eso también ha sido un avance paulatino, pero sostenido que ha logrado tener frutos en la vinculación internacional que ha encontrado en instituciones extranjeras valiosos interlocutores que enriquecen la mirada y la aportación trabajada desde El Colsan.

Conforme se fue teniendo mayor presencia en diversos ámbitos y geografías de las ciencias sociales y las humanidades, las y los investigadores fueron también sumándose a un modelo de trabajo interdisciplinario. Esa relación con otros académicos se ha ido consolidando en tal forma que ahora El Colegio tiene vinculación con colegas de diversas partes del país de instituciones públicas y privadas, pero también en otras latitudes del mundo que le pemite ubicarse como un referente científico con sus pares, quienes lo reconocen como tal desde Europa hasta América.

Esa consolidación no habría sido posible sin uno de los mejores mecanismos de vinculación y comuncación de los resultados de investigación que hoy se tienen: el programa editorial del Colsan que también ha sabido adaptarse a las nuevas realidades y tecnologías. Este programa es uno de los más consolidados que hay en esta región centro norte del país. La nuestra es de las pocas instituciones que publican a un ritmo sostenido cada año, lo que ha permitido que vean la luz a través de libros impresos y digitales valiosas investigaciones, al punto de contar con un catálogo que ya supera los 600 títulos de autores internos y externos de reconocido prestigio académico. El programa editorial del Colsan supone la exigencia de una revisión y colaboración de dictaminadores externos con rigor académico.

Mención aparte merece el cuidado editorial que ha provocado reconocimientos a nivel internacional, convirtiendo al Fondo Editorial Colsan, que incluye a la Revista de El Colegio de San Luis, en un importante referente; es decir, ya un buen número de investigadores y estudiantes están pendientes de lo que se está publicando.

En este devenir se han ido creando un conjunto de programas de educación superior centrados en la formación de investigadores de alto nivel. Así, se cuenta con 5 maestrías, 4 doctorados y una licenciatura, todos ellos acreditados y reconocidos a nivel nacional por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) de Conacyt y los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES). Los más de 700 egresados contribuyen al desarrollo científico en centros de investigación, institutos y universidades, en cargos públicos y emprendimiento económico.

Finalmente, la Biblioteca Rafael Montejano y Aguiñaga, especializada en ciencias sociales y humanidades, tiene la intención de crecer no sólo más allá de los 96 mil volúmenes o la gran cantidad de usuarios que la consultan, sino que tiene la mira puesta en manifestar la pertinencia social de contar con un acervo tan rico en la región que sea capaz de atraer alumnos e investigadores de otras partes del país, porque aquí se tiene un corpus cuidado de acervos bibliográficos con temáticas que han dado vida a muchas y diversas investigaciones.

De manera que hoy llega El Colegio de San Luis a su 25 aniversario con la mirada puesta en los años por venir, para adaptarse a esos nuevos destinos de la investigación que aporte al conocimiento con utilidad social.


Autor

El doctor David Eduardo Vázquez Salguero es presidente de El Colegio de San Luis. Correo de contacto: david.vazquez@colsan.edu.mx.

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