/ domingo 14 de abril de 2019

Las designaciones de la Guardia Nacional

El pasado jueves 11, en la entrevista matutina, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, designó a quienes serán el pie veterano de la nuevo corporación que tiene como principal y fundamental objetivo, recuperar la Seguridad Pública. Como primer Comandante en la historia de la Guardia Nacional, fue nombrado el General de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Luis Rodríguez Bucio. Le acompañan como integrantes de la Coordinación Institucional, el General también de Brigada, Xicoténcatl Núñez Márquez, por la Secretaría de la Defensa Nacional. Por la Secretaría de Marina, el Contraalmirante en situación de retiro, Gabriel García Chávez. Por la Policía Federal, estará la Comisaria General, Patricia Trujillo Mariel.

La Guardia Nacional, es una figura que surge luego de la invasión de los Estados Unidos y despojo de la mitad de nuestro territorio, en la guerra de 1846-1848. Se le incorpora en la Constitución de 1857, como una Fuerza Armada, para que los Estados de la República cuenten con los recursos suficientes para repeler algún nuevo intento para violar nuestra soberanía. También en la Constitución de 1917, la corporación será considerada como un recurso –al menos jurídico, para establecer una suerte de cuerpo intermedio entre las policías y la milicia profesional.

El perfil de quienes se harán cargo de la nueva corporación es una garantía de que el Presidente de la República, ha sido lo suficientemente sensible para comprender que en materia de Seguridad Pública y Seguridad Interior, la improvisación ya no tiene lugar. En ese mismo sentido, el Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, ha presentado a un equipo en el que tanto la sociedad como el gobierno, pueden confiar. El profesionalismo y compromiso del General Gutiérrez Bucio, apoyado siempre y en todo momento por los Secretarios de Defensa Nacional y Marina, General Luis Sandoval y Almirante José Rafael Ojeda, le ofrecerá al gobierno federal, la posibilidad de que gradualmente las Fuerzas Armadas retomen sus actividades consagradas en la Constitución.

Los antagonismos que enfrenta el país, son un serio peligro para garantizar la permanencia de las instituciones en diversas partes del país. Sin embargo, debe quedar claro, que por sí sola, la Guardia Nacional está muy lejos de ser la exclusiva solución a la problemática de la inseguridad pública e interior; la concurrencia de otras medidas como son las reformas a los sistemas penitenciarios estatales y federal; el robustecimiento del sistema penal acusatorio (hoy conocido por la irónica denominación de la “puerta giratoria”); la creación y en su caso, apoyo, a las policías locales –estatales y municipales; y sobre todo, la decidida participación social, mediante las prácticas cívicas que crean ciudadanía.

La Guardia Nacional, en ese sentido, se inscribe en la larga serie de muy importantes medidas que desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se vienen aplicado.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

El pasado jueves 11, en la entrevista matutina, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, designó a quienes serán el pie veterano de la nuevo corporación que tiene como principal y fundamental objetivo, recuperar la Seguridad Pública. Como primer Comandante en la historia de la Guardia Nacional, fue nombrado el General de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Luis Rodríguez Bucio. Le acompañan como integrantes de la Coordinación Institucional, el General también de Brigada, Xicoténcatl Núñez Márquez, por la Secretaría de la Defensa Nacional. Por la Secretaría de Marina, el Contraalmirante en situación de retiro, Gabriel García Chávez. Por la Policía Federal, estará la Comisaria General, Patricia Trujillo Mariel.

La Guardia Nacional, es una figura que surge luego de la invasión de los Estados Unidos y despojo de la mitad de nuestro territorio, en la guerra de 1846-1848. Se le incorpora en la Constitución de 1857, como una Fuerza Armada, para que los Estados de la República cuenten con los recursos suficientes para repeler algún nuevo intento para violar nuestra soberanía. También en la Constitución de 1917, la corporación será considerada como un recurso –al menos jurídico, para establecer una suerte de cuerpo intermedio entre las policías y la milicia profesional.

El perfil de quienes se harán cargo de la nueva corporación es una garantía de que el Presidente de la República, ha sido lo suficientemente sensible para comprender que en materia de Seguridad Pública y Seguridad Interior, la improvisación ya no tiene lugar. En ese mismo sentido, el Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, ha presentado a un equipo en el que tanto la sociedad como el gobierno, pueden confiar. El profesionalismo y compromiso del General Gutiérrez Bucio, apoyado siempre y en todo momento por los Secretarios de Defensa Nacional y Marina, General Luis Sandoval y Almirante José Rafael Ojeda, le ofrecerá al gobierno federal, la posibilidad de que gradualmente las Fuerzas Armadas retomen sus actividades consagradas en la Constitución.

Los antagonismos que enfrenta el país, son un serio peligro para garantizar la permanencia de las instituciones en diversas partes del país. Sin embargo, debe quedar claro, que por sí sola, la Guardia Nacional está muy lejos de ser la exclusiva solución a la problemática de la inseguridad pública e interior; la concurrencia de otras medidas como son las reformas a los sistemas penitenciarios estatales y federal; el robustecimiento del sistema penal acusatorio (hoy conocido por la irónica denominación de la “puerta giratoria”); la creación y en su caso, apoyo, a las policías locales –estatales y municipales; y sobre todo, la decidida participación social, mediante las prácticas cívicas que crean ciudadanía.

La Guardia Nacional, en ese sentido, se inscribe en la larga serie de muy importantes medidas que desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se vienen aplicado.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso