/ domingo 23 de febrero de 2020

Las Fuerzas Armadas en el desarrollo de México

Está por finalizar el mes que más efemérides civiles militares tiene de todo el año. Se tratan de semanas en donde la planeación y realización de los eventos conmemorativos, consume tiempo y recursos con una sola finalidad: consolidar la identidad entre la sociedad y las Fuerzas Armadas. En esta ocasión, también fue así y se lograron importantes objetivos, entre ellos la inauguración de seis cuarteles avanzados de la Guardia Nacional, por primera vez un festejo del Día del Ejército con una verbena popular en el zócalo de la Ciudad de México, así como un amplio análisis en los medios convencionales y digitales sobre la relevancia de la institución militar en la actualidad.

Sin embargo, también deben tomarse en consideración, lo antagonismos que cada país enfrenta en su natural búsqueda por proyectar y consolidar sus intereses nacionales; las Fuerzas Armadas en México y en cualquier otra democracia en el mundo, desempeñan un papel sustancial para lograrlo. La lealtad, institucionalidad y apego a la sociedad, son características indiscutibles de quienes integran al Ejército Mexicano, Fuerza Aérea Mexicana y Armada de México. Allí tenemos la ceremonia de la Marcha de la Lealtad, del 9 de febrero.

El perfil de las Fuerzas Armadas, se encuentra en función de los requerimientos de un país determinado, en donde las aportaciones fundamentales de aquéllas, son dos verdaderos tesoros intangibles, es decir, que no puede ser medidos o cuantificados. Me refiero, por una parte, a la percepción de sentirnos seguros ante la presencia, acción, paso o contacto con integrantes del estamento militar. Contar con condiciones de seguridad para desarrollar nuestras actividades cotidianas, implica una determinante aportación para la normalidad, productividad y el crecimiento económico.

La segunda gran aportación al desarrollo y estabilidad de la democracia mexicana por parte de las Fuerzas Armadas, es el sentido de pertenencia, de un nacionalismo fincado en una larga trama de acontecimientos históricos, que le aportan al Estado y sucesivos gobiernos, la condición suficiente para planear la etapas superiores de México. Tanto la percepción de seguridad como el sentido de identidad, son soportes que deben guiar los criterios de las instancias civiles, encargadas de dotar de los recursos necesarios las institución militar. Las condiciones así lo exigen.

Por su parte, la actualización o puesta al día de la Doctrina y Pensamiento militares de México, es una constante que se nota por ejemplo, en la incorporación desde hace años, en el estudio y puesta en práctica de medidas orientadas al respeto a los Derechos Humanos. Pero también, en lo que concierne a las actividades profesionales de las armas, exige sin dilación, que las aportaciones la Nación, sean suficientes y oportunas. Lo anterior tiene su soporte en la serie de actividades que el mismo Presidente enlistó en varias de sus recientes intervenciones y discursos.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

Está por finalizar el mes que más efemérides civiles militares tiene de todo el año. Se tratan de semanas en donde la planeación y realización de los eventos conmemorativos, consume tiempo y recursos con una sola finalidad: consolidar la identidad entre la sociedad y las Fuerzas Armadas. En esta ocasión, también fue así y se lograron importantes objetivos, entre ellos la inauguración de seis cuarteles avanzados de la Guardia Nacional, por primera vez un festejo del Día del Ejército con una verbena popular en el zócalo de la Ciudad de México, así como un amplio análisis en los medios convencionales y digitales sobre la relevancia de la institución militar en la actualidad.

Sin embargo, también deben tomarse en consideración, lo antagonismos que cada país enfrenta en su natural búsqueda por proyectar y consolidar sus intereses nacionales; las Fuerzas Armadas en México y en cualquier otra democracia en el mundo, desempeñan un papel sustancial para lograrlo. La lealtad, institucionalidad y apego a la sociedad, son características indiscutibles de quienes integran al Ejército Mexicano, Fuerza Aérea Mexicana y Armada de México. Allí tenemos la ceremonia de la Marcha de la Lealtad, del 9 de febrero.

El perfil de las Fuerzas Armadas, se encuentra en función de los requerimientos de un país determinado, en donde las aportaciones fundamentales de aquéllas, son dos verdaderos tesoros intangibles, es decir, que no puede ser medidos o cuantificados. Me refiero, por una parte, a la percepción de sentirnos seguros ante la presencia, acción, paso o contacto con integrantes del estamento militar. Contar con condiciones de seguridad para desarrollar nuestras actividades cotidianas, implica una determinante aportación para la normalidad, productividad y el crecimiento económico.

La segunda gran aportación al desarrollo y estabilidad de la democracia mexicana por parte de las Fuerzas Armadas, es el sentido de pertenencia, de un nacionalismo fincado en una larga trama de acontecimientos históricos, que le aportan al Estado y sucesivos gobiernos, la condición suficiente para planear la etapas superiores de México. Tanto la percepción de seguridad como el sentido de identidad, son soportes que deben guiar los criterios de las instancias civiles, encargadas de dotar de los recursos necesarios las institución militar. Las condiciones así lo exigen.

Por su parte, la actualización o puesta al día de la Doctrina y Pensamiento militares de México, es una constante que se nota por ejemplo, en la incorporación desde hace años, en el estudio y puesta en práctica de medidas orientadas al respeto a los Derechos Humanos. Pero también, en lo que concierne a las actividades profesionales de las armas, exige sin dilación, que las aportaciones la Nación, sean suficientes y oportunas. Lo anterior tiene su soporte en la serie de actividades que el mismo Presidente enlistó en varias de sus recientes intervenciones y discursos.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso