El Instituto PolitécnicoNacional, institución ejemplar del sistema educativo mexicano desde su creación por el presidente Lázaro Cárdenas, ha sido un factor determinante en la formación de una gran cantidad de profesionales de la medicina y de carreras técnicas, cuya aportación para el desarrollo de México es invaluable. En este tiempo bajo la dirección de Mario Alberto Rodríguez Casas, el IPN se proyecta hacia el futuro como baluarte educativo que con renovados bríos participa en la transformación del país. En los próximos días, el 12 de agosto, volverá a poner en práctica la ceremonia solemne de inicio de clases, evento de gran relevancia para la vida académica consistente en dar la bienvenida de manera formal a los estudiantes de nuevo ingreso que habrán de formarse en sus aulas y de cuyos conocimientos dependerán muchos avances técnicos de la Nación. Para esta formación el Poli alista nuevos proyectos entre los cuales vale la pena mencionar la apertura de instalaciones en Palenque, que contribuirán a la preparación de los profesionales requeridos para el desarrollo de la región Sur-sureste del país; también se prepara la introducción de nuevas carreras que deben colocar la educación científica y tecnológica de México en los más altos planos de competitividad internacional para enfrentar los crecientes desafíos en esas materias.
La excelente revista Conversus es una manifestación de la importancia que el IPN da a las arrolladoramente innovadoras tendencias de la actual etapa del siglo XXI. En el número dedicado a Industria 4.0, Cynthia Solís, quien enseña en la ESIME y es investigadora adscrita al Centro de Estudios e Investigación en Derecho Inmaterial de la Universidad Paris, Saclay en Francia, plantea el interesante tema relativo a la existencia de legislación especial para los robots a partir del hecho de que en las dos primeras décadas de esta centuria, la evolución de la tecnología en materia de innovación ha registrado mayor avance que en toda la segunda mitad del siglo precedente, lo cual resulta más impactante si se consideran los logros alcanzados por la tecnología en ese periodo anterior.
En su aportación a este novedoso campo Cynthia Solís nos informa que Francia ocupa el tercer lugar mundial en cuanto a tecnología de robótica médica, conocida como MedTech, sobre la cual apenas en mayo pasado se efectuó en París el primer Foro Europeo, y relata que “uno de los grandes debates a tratar, fue la regulación respecto de las tecnologías de inteligencia artificial aplicadas a la medicina; se habló mucho de la certificación de los dispositivos médicos, la cual permitirá que los dispositivos puedan portar la marca CE (Certificación Europea), que gracias a los nuevos retos que imponen estas tecnologías, se ha reforzado y endurecido, solicitando altos estándares de seguridad en el uso, diagnóstico, así como eficacia de ellos, lo que significa que de aproximadamente veinte controles de calidad han pasado a 120”. Agrega que las nuevas reglas entrarán en vigor en mayo de 2020 y también se aplicarán nuevas disposiciones para diagnósticos in vitro a partir de 2022.
En otra parte de su interesante artículo menciona la obra del jurista francés Jeremy Bensoussan, “Derecho de los Robots” en el cual avanza la tesis, que ya se abre paso en el propio Parlamento Europeo, de que debe existir un tercer régimen jurídico que se añada a la tradicional regulación bipartita que distingue a las personas físicas de las personas morales, a fin de regular por separado las funciones de los robots. La cuestión es, por supuesto, ampliamente discutible en tanto que, por lo menos hasta hoy, siempre son conductas humanas las que regula el Derecho, lo cual queda en evidencia cuando, como resultado de dicho “tercer régimen” se generarían “responsabilidades en cascada donde, tanto el programador como el fabricante y por último el usuario, fuesen responsables de las ejecuciones fallidas de los robots”.
El avasallador movimiento tecnológico implica la necesidad de crear nuevos sistemas de enseñanza aprendizaje. En la revista mencionada encuentra uno gran cantidad de información sobre los impactos que deberán ser atendidos y que el politécnico tiene muy en cuenta para el diseño de las nuevas carreras. Graciela Rojas Montemayor escribe acerca del “tsunami” que implican estas transformaciones por virtud de las cuales desaparecerán 5 millones de puestos de trabajo en los 15 países más industrializados del mundo, no obstante, también surgirán nuevos territorios profesionales. Ricardo Urbano Lemus, periodista científico, anuncia la existencia próxima de nuevas profesiones como: Científico de Dato, Director de Conocimiento, Vigilante Online, Broker de Redes Sociales o Electromédico. Todas estas perspectivas están afortunadamente siendo consideradas a tiempo por la institución responsable de gran parte de la preparación de los profesionales que se requerirán en esas áreas.
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