/ viernes 1 de diciembre de 2017

Las posibilidades de la Ley de Seguridad Interior

Al momento de redactar esta colaboración, se desarrolla la sesión en la Cámara de Diputados, que como Cámara de origen, discute la aprobación o no de un ordenamiento jurídico que se ha vuelto indispensable. Ante la severa crisis de seguridad que se vive en varias partes del país y ya en pleno proceso político electoral, tratar el tema de la Seguridad Interior, de ninguna manera puede utilizarse como bandera propagandística, ni mucho menos.

Sólo era cuestión de tiempo, para que los distintos partidos políticos, sus candidatos presidenciales y principales dirigentes, comenzaran a pronunciarse al respecto. Sin una noción aproximada del sentido y contenido del concepto de Seguridad Interior, por cierto, incluido en las cuatro Constituticiones en la historia de nuestro país, escuchamos y leemos, auténticas ocurrencias y respuestas reactivas, a lo que sin exagerar, es un problema que requiere propuestas viables y estructurales. Ya leeremos con atención los pronunciamientos de los legiladores, además de los argumentos de los representantes de organizaciones que se dieron cita en San Lázaro para protestar por le eventual aprobación de una Ley, que según ello, va a permitir la “militarización del país”.

¿Saben de lo que están hablando? Por mientras, el problema se perfila más por el lado de la propaganda y búsqueda del voto, que por una auténtica preocupación y argumentadas soluciones. Mantener en la ambigüedad jurìdica a la crucial presencia y fundamental apoyo de los integrantes del Ejército Mexicano, Marina Armada de México y Fuerza Aérea Mexicana, tendrá un efecto negativo para la población y las instituciones en general. La innegable pendiente de violencia que se viven en varias Entidades, debiera llamar la atenciópn de quienes suponen que por buena voluntad o llamados al orden, los delicuentes dejaran de agredir a la pobalción indefensa.

En cualquier democracia es normal que se manifiesten algunas posturas excéntricas (fuera de equilibrio), la cuestión viene cuando si quien las propuso, ahora deberá cumplirlas una vez que haya vencido en las urnas, sea como legislador o como gobernante. Jugar o aventurar ocurrencias, generalidades e impresiciones con la seguridad de los ciudadanos, su patrimonio y con las condiciones de paz, tiene efectos negativos en otras áreas como es la economía, y por lo tanto, en la inversión, generación de empleos y recaudación fiscal. Tal como lo expresó en su discurso de despedida como Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

Hay que recordar queel debate en torno a la Ley de Seguridad Interior, el tema fue planteado de manera respetuosa por el Secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos Zepeda el pasado 20 de noviembre. A partir de allí es que se reactivo ¿por quinta, sexta, ocasión? la discusión en el Poder Legislativo. Es del todo deseable la aprobación de dicho ordenamiento jurídico. De ser así, aquí mismo comentaremos sobre su contenido y alcances.

javierolivaposada@gmail.com

Al momento de redactar esta colaboración, se desarrolla la sesión en la Cámara de Diputados, que como Cámara de origen, discute la aprobación o no de un ordenamiento jurídico que se ha vuelto indispensable. Ante la severa crisis de seguridad que se vive en varias partes del país y ya en pleno proceso político electoral, tratar el tema de la Seguridad Interior, de ninguna manera puede utilizarse como bandera propagandística, ni mucho menos.

Sólo era cuestión de tiempo, para que los distintos partidos políticos, sus candidatos presidenciales y principales dirigentes, comenzaran a pronunciarse al respecto. Sin una noción aproximada del sentido y contenido del concepto de Seguridad Interior, por cierto, incluido en las cuatro Constituticiones en la historia de nuestro país, escuchamos y leemos, auténticas ocurrencias y respuestas reactivas, a lo que sin exagerar, es un problema que requiere propuestas viables y estructurales. Ya leeremos con atención los pronunciamientos de los legiladores, además de los argumentos de los representantes de organizaciones que se dieron cita en San Lázaro para protestar por le eventual aprobación de una Ley, que según ello, va a permitir la “militarización del país”.

¿Saben de lo que están hablando? Por mientras, el problema se perfila más por el lado de la propaganda y búsqueda del voto, que por una auténtica preocupación y argumentadas soluciones. Mantener en la ambigüedad jurìdica a la crucial presencia y fundamental apoyo de los integrantes del Ejército Mexicano, Marina Armada de México y Fuerza Aérea Mexicana, tendrá un efecto negativo para la población y las instituciones en general. La innegable pendiente de violencia que se viven en varias Entidades, debiera llamar la atenciópn de quienes suponen que por buena voluntad o llamados al orden, los delicuentes dejaran de agredir a la pobalción indefensa.

En cualquier democracia es normal que se manifiesten algunas posturas excéntricas (fuera de equilibrio), la cuestión viene cuando si quien las propuso, ahora deberá cumplirlas una vez que haya vencido en las urnas, sea como legislador o como gobernante. Jugar o aventurar ocurrencias, generalidades e impresiciones con la seguridad de los ciudadanos, su patrimonio y con las condiciones de paz, tiene efectos negativos en otras áreas como es la economía, y por lo tanto, en la inversión, generación de empleos y recaudación fiscal. Tal como lo expresó en su discurso de despedida como Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

Hay que recordar queel debate en torno a la Ley de Seguridad Interior, el tema fue planteado de manera respetuosa por el Secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos Zepeda el pasado 20 de noviembre. A partir de allí es que se reactivo ¿por quinta, sexta, ocasión? la discusión en el Poder Legislativo. Es del todo deseable la aprobación de dicho ordenamiento jurídico. De ser así, aquí mismo comentaremos sobre su contenido y alcances.

javierolivaposada@gmail.com