/ viernes 5 de febrero de 2021

Las vacunas

El proceso más crítico y fundamental para el futuro del Estado Mexicano es sin duda, la vacunación masiva y la atención a enfermos de COVID 19. El ritmo en el que se realice la aplicación de vacunas será determinante para la recuperación de la economía, la resiliencia en la sociedad y la reapertura de escuelas. Sin embargo, este presenta retos importantes como financieros, logísticos, políticos y sobre todo de acceso a la vacuna.

Conseguir las vacunas es un tema de gran complejidad considerando que tan solo 10 países han conseguido el 95% de las dosis para sus ciudadanos, lo que causa una brecha muy grande entre aquellos que ya empezaron a administrarla a su gente y aquellos que no han conseguido ninguna dosis. Las naciones con su población vacunada tendrán una recuperación mucho más rápida y podrán regresar a una nueva normalidad antes que los demás. A esto se suman las implicaciones en geopolítica. Por ejemplo, la Unión Europea recientemente aprobó un mecanismo para evitar la exportación de vacunas europeas debido a la escasez de éstas.

Estados Unidos privilegia su producción para el consumo interno y otras vacunas disponibles como la rusa están marcadas por la duda a partir de la renuncia del neumólogo Alexander Chuchalin, quien fuera jefe del Departamento de Terapia Hospitalaria de Rusia, aun cuando la revista científica británica The Lancet aseguró que Sputnik V logra una inmunidad del 92%. También hay cuestionamientos sobre la efectividad de la vacuna china y la incertidumbre que tienen los compradores de adquirir dosis originales después de que en Pekín arrestaron a 80 personas por hacer vacunas falsas que contenían agua con sal y que pretendían vender en el extranjero. Conseguir vacunas para 126 millones de mexicanos no es asunto fácil.

Los retos logísticos no son menores; las vacunas no solo requieren guardarse en congeladores con muy bajas temperaturas, la logística también abarca retrasos y obstáculos en aduanas, tener una red de transporte a gran escala, un correcto almacenamiento, calidad en los proceso e incluso es fundamental un acuerdo para la colaboración entre el sector público y privado para acelerar el proceso de inoculación.

Todos estos retos tienen un problema de origen: la falta de una perspectiva humana. A diferencia de la generosidad de Salk, que no registró su vacuna para hacerla accesible y permitió la erradicación de la polio en el mundo, ahora prevaleció la visión de mercado y poder que han impuesto las empresas.

Si bien el proceso será complejo, falta mucho para poder salir de esta trágica situación, hay una ruta y un trabajo conjunto; Churchill decía que “cuando estés atorado en un infierno, sigue caminando”. La única salida es tener claridad y seguir unidos.

El proceso más crítico y fundamental para el futuro del Estado Mexicano es sin duda, la vacunación masiva y la atención a enfermos de COVID 19. El ritmo en el que se realice la aplicación de vacunas será determinante para la recuperación de la economía, la resiliencia en la sociedad y la reapertura de escuelas. Sin embargo, este presenta retos importantes como financieros, logísticos, políticos y sobre todo de acceso a la vacuna.

Conseguir las vacunas es un tema de gran complejidad considerando que tan solo 10 países han conseguido el 95% de las dosis para sus ciudadanos, lo que causa una brecha muy grande entre aquellos que ya empezaron a administrarla a su gente y aquellos que no han conseguido ninguna dosis. Las naciones con su población vacunada tendrán una recuperación mucho más rápida y podrán regresar a una nueva normalidad antes que los demás. A esto se suman las implicaciones en geopolítica. Por ejemplo, la Unión Europea recientemente aprobó un mecanismo para evitar la exportación de vacunas europeas debido a la escasez de éstas.

Estados Unidos privilegia su producción para el consumo interno y otras vacunas disponibles como la rusa están marcadas por la duda a partir de la renuncia del neumólogo Alexander Chuchalin, quien fuera jefe del Departamento de Terapia Hospitalaria de Rusia, aun cuando la revista científica británica The Lancet aseguró que Sputnik V logra una inmunidad del 92%. También hay cuestionamientos sobre la efectividad de la vacuna china y la incertidumbre que tienen los compradores de adquirir dosis originales después de que en Pekín arrestaron a 80 personas por hacer vacunas falsas que contenían agua con sal y que pretendían vender en el extranjero. Conseguir vacunas para 126 millones de mexicanos no es asunto fácil.

Los retos logísticos no son menores; las vacunas no solo requieren guardarse en congeladores con muy bajas temperaturas, la logística también abarca retrasos y obstáculos en aduanas, tener una red de transporte a gran escala, un correcto almacenamiento, calidad en los proceso e incluso es fundamental un acuerdo para la colaboración entre el sector público y privado para acelerar el proceso de inoculación.

Todos estos retos tienen un problema de origen: la falta de una perspectiva humana. A diferencia de la generosidad de Salk, que no registró su vacuna para hacerla accesible y permitió la erradicación de la polio en el mundo, ahora prevaleció la visión de mercado y poder que han impuesto las empresas.

Si bien el proceso será complejo, falta mucho para poder salir de esta trágica situación, hay una ruta y un trabajo conjunto; Churchill decía que “cuando estés atorado en un infierno, sigue caminando”. La única salida es tener claridad y seguir unidos.