/ viernes 12 de febrero de 2021

Las vacunas pueden ser un impulso o un lastre

Por Yolanda de la Torre V


Si bien el talento de un político, puede medirse por la forma en que cumple y hace cumplir sus obligaciones y compromisos con el país para el que presta sus “servicios”, sobre todo hace notar su capacidad, por su actuación ante situaciones imprevistas.

En definitiva, la pandemia del covid-19, ha sido la “reina” de las situaciones imprevistas en por lo menos los últimos cien años, desde que la llamada “gripe española” azotó al mundo entre los años de 1918 y 1923.

Acontecimientos como la Segunda Guerra Mundial, no pueden considerarse como imprevistos, dado que se fueron fraguando por años y si bien algunos eventos dentro de ésta, prácticamente ocurrieron con un cierto grado de sorpresa, como pasó con la invasión de Polonia en 1939, finalmente los hechos, eran parte de un todo que fue tomando forma desde que Adolf Hitler llegó al poder en Alemania en 1933.

La pandemia transformó al mundo en escasos dos meses, ya que el coronavirus SARS-CoV-2, fue descubierto como tal en los últimos días de diciembre de 2019, en tanto que empezó a tornarse en pandemia a lo largo de enero de 2020, hasta ese entonces, se pretendía hacerlo ver como algo que podría ir en la tónica de la forma en que se dieron los hechos con el SARS en 2003 o bien con el AH1N1 en 2009.

Sin embargo, las cosas no se dieron así y para marzo, el virus ya ocasionaba un elevado número de muertos más allá de China, en naciones como Irán, Italia, España y Gran Bretaña, países a los que pronto se sumó Estados Unidos, México y Brasil y antes de que terminara el tercer mes del año, eran ya muy pocos los países que se habían librado del patógeno.

En el caso de Estados Unidos, el que todavía era presidente, Donald Trump, quien rechazaba la forma en que el microorganismo mermaba sus posibilidades de reelegirse, también decía que, por el calor, el coronavirus empezaría a claudicar también en abril.

En el Reino Unido, el primer ministro, Boris Johnson, en un principio se negaba a parar la vida económica e imponer el confinamiento, pero después de que vivió en carne propia un contagio que lo llevó incluso a tener que ser tratado en terapia intensiva, terminó reculando y optando por medidas drásticas, que desde luego contemplaban el confinamiento.

En Alemania, la canciller, Angela Merkel, actuando con sensibilidad política, con el conocimiento y talento científico que le brinda el haber estudiado física y con la responsabilidad que como alemana la caracteriza, advirtió que se venían tiempos difíciles y que muchos podrían perder seres queridos cercanos, ante lo que tomó medidas tanto sanitarias, como económicas y desde luego políticas, que aún en entorno difícil han hecho a su país salir adelante.

Esto es lo que gesta la diferencia a la hora de hacer que la pandemia sepulte o resalte las cualidades de un político, cambiando drásticamente el panorama de un país a otro. Vivimos una historia sobre la que quedan muchas líneas por escribir y por ahora, lo más importante es cuidarnos y proteger a los demás.


FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre

Por Yolanda de la Torre V


Si bien el talento de un político, puede medirse por la forma en que cumple y hace cumplir sus obligaciones y compromisos con el país para el que presta sus “servicios”, sobre todo hace notar su capacidad, por su actuación ante situaciones imprevistas.

En definitiva, la pandemia del covid-19, ha sido la “reina” de las situaciones imprevistas en por lo menos los últimos cien años, desde que la llamada “gripe española” azotó al mundo entre los años de 1918 y 1923.

Acontecimientos como la Segunda Guerra Mundial, no pueden considerarse como imprevistos, dado que se fueron fraguando por años y si bien algunos eventos dentro de ésta, prácticamente ocurrieron con un cierto grado de sorpresa, como pasó con la invasión de Polonia en 1939, finalmente los hechos, eran parte de un todo que fue tomando forma desde que Adolf Hitler llegó al poder en Alemania en 1933.

La pandemia transformó al mundo en escasos dos meses, ya que el coronavirus SARS-CoV-2, fue descubierto como tal en los últimos días de diciembre de 2019, en tanto que empezó a tornarse en pandemia a lo largo de enero de 2020, hasta ese entonces, se pretendía hacerlo ver como algo que podría ir en la tónica de la forma en que se dieron los hechos con el SARS en 2003 o bien con el AH1N1 en 2009.

Sin embargo, las cosas no se dieron así y para marzo, el virus ya ocasionaba un elevado número de muertos más allá de China, en naciones como Irán, Italia, España y Gran Bretaña, países a los que pronto se sumó Estados Unidos, México y Brasil y antes de que terminara el tercer mes del año, eran ya muy pocos los países que se habían librado del patógeno.

En el caso de Estados Unidos, el que todavía era presidente, Donald Trump, quien rechazaba la forma en que el microorganismo mermaba sus posibilidades de reelegirse, también decía que, por el calor, el coronavirus empezaría a claudicar también en abril.

En el Reino Unido, el primer ministro, Boris Johnson, en un principio se negaba a parar la vida económica e imponer el confinamiento, pero después de que vivió en carne propia un contagio que lo llevó incluso a tener que ser tratado en terapia intensiva, terminó reculando y optando por medidas drásticas, que desde luego contemplaban el confinamiento.

En Alemania, la canciller, Angela Merkel, actuando con sensibilidad política, con el conocimiento y talento científico que le brinda el haber estudiado física y con la responsabilidad que como alemana la caracteriza, advirtió que se venían tiempos difíciles y que muchos podrían perder seres queridos cercanos, ante lo que tomó medidas tanto sanitarias, como económicas y desde luego políticas, que aún en entorno difícil han hecho a su país salir adelante.

Esto es lo que gesta la diferencia a la hora de hacer que la pandemia sepulte o resalte las cualidades de un político, cambiando drásticamente el panorama de un país a otro. Vivimos una historia sobre la que quedan muchas líneas por escribir y por ahora, lo más importante es cuidarnos y proteger a los demás.


FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre