/ jueves 6 de septiembre de 2018

Legalidad y nuevas generaciones

El INE debe actuar con legalidad y solvencia técnica en la organización de las elecciones, suscitar legitimidad en el acceso a cargos de elección popular. Cumplió esa tarea gracias al involucramiento de las y los ciudadanos durante el proceso 2017-2018.

La ciudadanía participó de forma activa, ya como votantes (56.6 millones), ya como funcionarios de mesas directivas de casillas, recibiendo y contando los votos de sus vecinos (1.4 millones), ya como candidatos y candidatas participantes en la contienda electoral (17 mil 699 candidaturas) o como observadores electorales (32 mil 548 personas).

El despliegue profesional de las autoridades electorales fue clave para reclutar y capacitar a funcionarios de casilla sorteados, facilitar las condiciones de voto vigilado y cerca de cada domicilio, administrar el arbitraje y equidad entre competidores, propiciar debate público, garantizar espacios para que se difundieran las diversas opciones políticas, fiscalizar los gastos.

Con esas actividades se desahogó el proceso desde septiembre del año pasado y hasta el cómputo final de los comicios ordinarios para elegir Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, senadurías y diputaciones federales. La renovación de esos cargos ha concluido, está definida la alineación de poderes que se expresó en las urnas, confirmada su validez en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Acreditar la aplicación de las garantías de confianza que establece nuestro modelo, disminuye poco a poco zonas de duda y aligera la tensión política acumulada, pero es fundamental que la cultura de respeto a la pluralidad, la aceptabilidad de la derrota a la que aludía el expresidente español Felipe González y que como pocas veces vimos la noche del domingo 1 de julio, así como la apuesta por una participación constante tanto en las urnas como en las casillas, en el debate público y la política, necesita voltear a las nuevas generaciones que tomarán pronto en sus manos el derecho a incidir y exigir la ruta de país con la que se sientan representados.

Promover la cultura política y la educación cívica no es un ejercicio ocioso. El INE aprobó el pasado 4 de septiembre la consulta infantil y juvenil 2018. Va realizarse entre el 17 y 25 de noviembre para generar un espacio de participación en donde los menores de edad se involucren con su derecho a expresar su visión sobre agendas relevantes para su entorno inmediato. Esta consulta tiene el apoyo de SIPINNA (Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes) y UNICEF México, de un comité técnico de acompañamiento donde intervinieron expertas que ayudaron a la confección del material y boletas que se utilizarán de acuerdo a los rangos de edad: a) De menores de 6 años –material para expresarse gráficamente-, b) de 6 a 9 años , c) de 10 a 13 años y d) de 14 a 17 años; en estos tres últimos rangos se usarán boletas con diversas opciones de acuerdo la edad, habrá material adecuado para quienes no sepan leer ni escribir. Se espera instalar al menos 17 mil 159 casillas en cinco entidades federativas y hay expectativa de convocar una participación de al menos 4 millones de niñas, niños y adolescentes. Ellas y ellos son quienes definirán la nueva realidad democrática en pocos años.


Consejero del INE

@MarcoBanos


El INE debe actuar con legalidad y solvencia técnica en la organización de las elecciones, suscitar legitimidad en el acceso a cargos de elección popular. Cumplió esa tarea gracias al involucramiento de las y los ciudadanos durante el proceso 2017-2018.

La ciudadanía participó de forma activa, ya como votantes (56.6 millones), ya como funcionarios de mesas directivas de casillas, recibiendo y contando los votos de sus vecinos (1.4 millones), ya como candidatos y candidatas participantes en la contienda electoral (17 mil 699 candidaturas) o como observadores electorales (32 mil 548 personas).

El despliegue profesional de las autoridades electorales fue clave para reclutar y capacitar a funcionarios de casilla sorteados, facilitar las condiciones de voto vigilado y cerca de cada domicilio, administrar el arbitraje y equidad entre competidores, propiciar debate público, garantizar espacios para que se difundieran las diversas opciones políticas, fiscalizar los gastos.

Con esas actividades se desahogó el proceso desde septiembre del año pasado y hasta el cómputo final de los comicios ordinarios para elegir Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, senadurías y diputaciones federales. La renovación de esos cargos ha concluido, está definida la alineación de poderes que se expresó en las urnas, confirmada su validez en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Acreditar la aplicación de las garantías de confianza que establece nuestro modelo, disminuye poco a poco zonas de duda y aligera la tensión política acumulada, pero es fundamental que la cultura de respeto a la pluralidad, la aceptabilidad de la derrota a la que aludía el expresidente español Felipe González y que como pocas veces vimos la noche del domingo 1 de julio, así como la apuesta por una participación constante tanto en las urnas como en las casillas, en el debate público y la política, necesita voltear a las nuevas generaciones que tomarán pronto en sus manos el derecho a incidir y exigir la ruta de país con la que se sientan representados.

Promover la cultura política y la educación cívica no es un ejercicio ocioso. El INE aprobó el pasado 4 de septiembre la consulta infantil y juvenil 2018. Va realizarse entre el 17 y 25 de noviembre para generar un espacio de participación en donde los menores de edad se involucren con su derecho a expresar su visión sobre agendas relevantes para su entorno inmediato. Esta consulta tiene el apoyo de SIPINNA (Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes) y UNICEF México, de un comité técnico de acompañamiento donde intervinieron expertas que ayudaron a la confección del material y boletas que se utilizarán de acuerdo a los rangos de edad: a) De menores de 6 años –material para expresarse gráficamente-, b) de 6 a 9 años , c) de 10 a 13 años y d) de 14 a 17 años; en estos tres últimos rangos se usarán boletas con diversas opciones de acuerdo la edad, habrá material adecuado para quienes no sepan leer ni escribir. Se espera instalar al menos 17 mil 159 casillas en cinco entidades federativas y hay expectativa de convocar una participación de al menos 4 millones de niñas, niños y adolescentes. Ellas y ellos son quienes definirán la nueva realidad democrática en pocos años.


Consejero del INE

@MarcoBanos