/ viernes 10 de noviembre de 2017

Legisladores impresentables

De vergüenza la conducta de los legisladores de la Asamblea Local, de la Ciudad de México. En un anticipo de un cercano futuro, rechazan cualquier diálogo y agreden con violencia. Los encontronazos entre la fracción de Morena y sus opositores, trascienden cualquier actitud civilizada. Quienes tendrían que ocuparse en representar a los votantes, los ignoran, mientras se enfrascan en interminables pleitos.

De momento tienen dos presidentes de la mesa directiva y dos tomas consecutivas de la tribuna, a cargo de Morena. El partido de López Obrador retoma su característica violencia y se va con todo, contra sus compañeros de otras fórmulas, autoritario al exigir que se vote en el sentido que ellos digan.

El zafarrancho se originó por la aprobación de una planta termovalorizadora, contrato adjudicado por el Jefe de Gobierno, el miniMancera. Priistas, panistas, perredistas y los pequeñuelos, levantaron el dedo a favor de la costosa concesión, con la que se favoreció a la empresa francesa Veolia.

El argumento en pro, es el de que el gobierno capitalino ya no tendrá que cubrir el gasto por la energía que ocupa el metro, a la Comisión Federal de Electricidad. La planta tendrá como único objetivo, el producirla y se le otorgará  concesión por 33 años. La construcción tendrá un costo de 12 mil millones de pesos, que según explicaron, iluminados funcionaretes, se absorberá en un tris, sin trasladarse a los sacrificados tenochcas.

Los Morenos insisten en que esto es una falacia y que incrementará en forma brutal, la de por sí enorme deuda -que recae en la sociedad, pagana de los jelengues de los corruptos-.

Sin que mediaran argumentos fundamentales, como para que el “vulgo” pudiera hacerse una idea clara, el grueso de asambleístas la aprobaron y Morena la rechazó.

Habría que conocer los alcances del contrato. El miniMancera lleva un sinfín de viajes a París, donde su alcaldesa lo recibe con honores. A saber los acuerdos en lo oscurito, a los que ha llegado, pero, ni duda cabe que le serán tan redituables, como el “vuelo” que les dio a las constructoras citadinas (Las que han hecho y deshecho a su antojo), enriqueciéndose de forma ignominiosa. ¿Y el que les facilitó el mercado? Con seguridad, otro tanto.

En cuanto a la Asamblea, el tema se calentó a tal grado que, Flor Ivonne Morales, presidenta en turno, no pudo contener los ánimos, por lo que la destituyeron y nombraron a Fernando Zárate. Su compañero Morenista, César Cravioto, llegó a las manos con el perredista, Iván Texca, al que se vio gritar como desaforado y gesticular en calidad de orate.

Peor las “damas”. La pupila de López Obrador, Minerva Citlali Hernández, se les fue encima a Rebeca Peralta (Sol Azteca), a la que jaló de los pelos y mordió a Nury Ruiz, de Movimiento Ciudadano.

La agresiva ¿legisladora? tiene negra historia. Un par de sus colaboradores de campaña (Iztacalco), entraron a robar la casa de una vecina -que había salido al supermercado-. Los pescó el hijo de 9 años, quien los reconoció y la respuesta fue degollar al niño. ¿Qué la personaja ignoraba la calaña de sus subordinados?

Se afilia al primero que se presenta, le dan facilidades y, sin investigación o, peor, a sabiendas de que es un o una trácala, se les permite alcanzar la gloria de una legislatura.

Pinta negro el panorama, con el alto porcentaje de diputados, locales y federales, ignorantes, incompetentes, corruptos, con la agravante del fuero y la única posibilidad de actuar sin razón y con violencia.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

 

De vergüenza la conducta de los legisladores de la Asamblea Local, de la Ciudad de México. En un anticipo de un cercano futuro, rechazan cualquier diálogo y agreden con violencia. Los encontronazos entre la fracción de Morena y sus opositores, trascienden cualquier actitud civilizada. Quienes tendrían que ocuparse en representar a los votantes, los ignoran, mientras se enfrascan en interminables pleitos.

De momento tienen dos presidentes de la mesa directiva y dos tomas consecutivas de la tribuna, a cargo de Morena. El partido de López Obrador retoma su característica violencia y se va con todo, contra sus compañeros de otras fórmulas, autoritario al exigir que se vote en el sentido que ellos digan.

El zafarrancho se originó por la aprobación de una planta termovalorizadora, contrato adjudicado por el Jefe de Gobierno, el miniMancera. Priistas, panistas, perredistas y los pequeñuelos, levantaron el dedo a favor de la costosa concesión, con la que se favoreció a la empresa francesa Veolia.

El argumento en pro, es el de que el gobierno capitalino ya no tendrá que cubrir el gasto por la energía que ocupa el metro, a la Comisión Federal de Electricidad. La planta tendrá como único objetivo, el producirla y se le otorgará  concesión por 33 años. La construcción tendrá un costo de 12 mil millones de pesos, que según explicaron, iluminados funcionaretes, se absorberá en un tris, sin trasladarse a los sacrificados tenochcas.

Los Morenos insisten en que esto es una falacia y que incrementará en forma brutal, la de por sí enorme deuda -que recae en la sociedad, pagana de los jelengues de los corruptos-.

Sin que mediaran argumentos fundamentales, como para que el “vulgo” pudiera hacerse una idea clara, el grueso de asambleístas la aprobaron y Morena la rechazó.

Habría que conocer los alcances del contrato. El miniMancera lleva un sinfín de viajes a París, donde su alcaldesa lo recibe con honores. A saber los acuerdos en lo oscurito, a los que ha llegado, pero, ni duda cabe que le serán tan redituables, como el “vuelo” que les dio a las constructoras citadinas (Las que han hecho y deshecho a su antojo), enriqueciéndose de forma ignominiosa. ¿Y el que les facilitó el mercado? Con seguridad, otro tanto.

En cuanto a la Asamblea, el tema se calentó a tal grado que, Flor Ivonne Morales, presidenta en turno, no pudo contener los ánimos, por lo que la destituyeron y nombraron a Fernando Zárate. Su compañero Morenista, César Cravioto, llegó a las manos con el perredista, Iván Texca, al que se vio gritar como desaforado y gesticular en calidad de orate.

Peor las “damas”. La pupila de López Obrador, Minerva Citlali Hernández, se les fue encima a Rebeca Peralta (Sol Azteca), a la que jaló de los pelos y mordió a Nury Ruiz, de Movimiento Ciudadano.

La agresiva ¿legisladora? tiene negra historia. Un par de sus colaboradores de campaña (Iztacalco), entraron a robar la casa de una vecina -que había salido al supermercado-. Los pescó el hijo de 9 años, quien los reconoció y la respuesta fue degollar al niño. ¿Qué la personaja ignoraba la calaña de sus subordinados?

Se afilia al primero que se presenta, le dan facilidades y, sin investigación o, peor, a sabiendas de que es un o una trácala, se les permite alcanzar la gloria de una legislatura.

Pinta negro el panorama, con el alto porcentaje de diputados, locales y federales, ignorantes, incompetentes, corruptos, con la agravante del fuero y la única posibilidad de actuar sin razón y con violencia.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq