/ lunes 14 de marzo de 2022

Licencia o complacencia en el Congreso CdMx

Como nunca antes visto en la Ciudad desde la Asamblea de Representantes, tenemos una serie de solicitudes de licencia al cargo de legisladoras y legisladores que la ciudadanía confirió en las elecciones de 2021; y para muchos no es sorpresa porqué, menos viniendo del grupo mayoritario, pues en esta ocasión, no es por algún otro empleo o trabajo, ni por cuestiones de salud; sino para hacer proselitismo, difundir su imagen y la del presidente en pleno proceso de revocación de mandato.

Con esa desfachatez, solo nos falta que modifiquen el Reglamento para poner una causa mas y pedir licencia -aprovechando que la 4T hace leyes a modo- algo que diga “por quedar bien con la jefa de gobierno y el presidente”. Y es que, esta serie de solicitudes de licencia, hasta la semana pasada se concedieron 4, pero el pasado jueves se sumaban 9 legisladoras y legisladores más.

El problema no está en la solicitud o la aprobación en sí de que se vayan y dejen a sus suplentes; tampoco está en las personas suplentes o su capacidad -como quisieron hacerlo creer-; sino que, lo menos que se merece la ciudadanía, es que desempeñen su encargo con total responsabilidad y compromiso, y no dejar el trabajo botado al primer llamado o chasquido del presidente o de la jefa de gobierno.

Por ese simple capricho de pedir licencia, estaremos dejando sin presidencia a comisiones importantes -por cierto con gran rezago en el trabajo legislativo- como Presupuesto y Cuenta Pública, Administración Pública Local, Administración y Procuración de Justicia, Hacienda, Ordenamiento Territorial, o Participación Ciudadana, por citar algunas de ellas. Siendo que algunas de estas comisiones, a duras penas tienen una sesión de comisión desde octubre a la fecha.

Solo por citar algunas cifras, la Comisión de Justicia, acumula 116 iniciativas y 18 puntos de acuerdo por atender; 23 la Comisión de Hacienda, 20 en Administración Pública y otras 10 iniciativas en Presupuesto, siendo las más representativas; propuestas que ahora estarán congeladas esperando la buena voluntad política para que sean analizadas.

Lamentablemente la parálisis legislativa a la que están destinando a este Congreso, no termina en el abandono de esas comisiones, sino que son también requeridos para firmar en otras comisiones para convocar, o para sesionar en conjunto.

No podemos argumentar falta de experiencia o desconocimiento de la Ley, pues muchos de estos personajes han sido ya legisladores, y ahora abusan de los derechos que el Congreso da, para abandonar sus responsabilidades “por un ratito”, eso es falta de vocación y de servicio; o díganme ustedes, cuando cualquier trabajador deja su empleo para hacer otra actividad, ¿tiene quien le cuide el puesto?

Parece que esos argumentos no importarán el día de mañana, pues de forma voraz y sin pensar en la ciudanía, utilizarán su fuerza mayoritaria, para imponer su voluntad y complacerse con las licencias.

Es tal la importancia y la prisa, que se han dedicado conferencias de prensa en el Palacio del Ayuntamiento para aplaudir simplonamente el abandono de sus encargos y dejar votado el trabajo, por difundir las “maravillas” de la presidencia, acusando a la oposición de entorpecer la democracia; pero lo que pretenden en la 4T es ser comparsa de la ilegalidad y abusar de los derechos que concede el reglamento, o como pasó en el Congreso Federal, aprobar cosas a modo, para violar descaradamente la ley, y modificar las reglas del juego en pleno partido.

¿En que momento las diputadas y diputados de la 4T creyeron una realidad lo que dice la canción popular “Y mi palabra es la Ley”? que no se les olvide, el pueblo nos dio la posibilidad de representarlos, hagámoslo con ética, dignidad y compromiso real a la ciudadanía, pues a pesar de que un partido político nos haya abanderado, debemos trabajar en beneficio de la ciudadanía y no de nadie más.

Como nunca antes visto en la Ciudad desde la Asamblea de Representantes, tenemos una serie de solicitudes de licencia al cargo de legisladoras y legisladores que la ciudadanía confirió en las elecciones de 2021; y para muchos no es sorpresa porqué, menos viniendo del grupo mayoritario, pues en esta ocasión, no es por algún otro empleo o trabajo, ni por cuestiones de salud; sino para hacer proselitismo, difundir su imagen y la del presidente en pleno proceso de revocación de mandato.

Con esa desfachatez, solo nos falta que modifiquen el Reglamento para poner una causa mas y pedir licencia -aprovechando que la 4T hace leyes a modo- algo que diga “por quedar bien con la jefa de gobierno y el presidente”. Y es que, esta serie de solicitudes de licencia, hasta la semana pasada se concedieron 4, pero el pasado jueves se sumaban 9 legisladoras y legisladores más.

El problema no está en la solicitud o la aprobación en sí de que se vayan y dejen a sus suplentes; tampoco está en las personas suplentes o su capacidad -como quisieron hacerlo creer-; sino que, lo menos que se merece la ciudadanía, es que desempeñen su encargo con total responsabilidad y compromiso, y no dejar el trabajo botado al primer llamado o chasquido del presidente o de la jefa de gobierno.

Por ese simple capricho de pedir licencia, estaremos dejando sin presidencia a comisiones importantes -por cierto con gran rezago en el trabajo legislativo- como Presupuesto y Cuenta Pública, Administración Pública Local, Administración y Procuración de Justicia, Hacienda, Ordenamiento Territorial, o Participación Ciudadana, por citar algunas de ellas. Siendo que algunas de estas comisiones, a duras penas tienen una sesión de comisión desde octubre a la fecha.

Solo por citar algunas cifras, la Comisión de Justicia, acumula 116 iniciativas y 18 puntos de acuerdo por atender; 23 la Comisión de Hacienda, 20 en Administración Pública y otras 10 iniciativas en Presupuesto, siendo las más representativas; propuestas que ahora estarán congeladas esperando la buena voluntad política para que sean analizadas.

Lamentablemente la parálisis legislativa a la que están destinando a este Congreso, no termina en el abandono de esas comisiones, sino que son también requeridos para firmar en otras comisiones para convocar, o para sesionar en conjunto.

No podemos argumentar falta de experiencia o desconocimiento de la Ley, pues muchos de estos personajes han sido ya legisladores, y ahora abusan de los derechos que el Congreso da, para abandonar sus responsabilidades “por un ratito”, eso es falta de vocación y de servicio; o díganme ustedes, cuando cualquier trabajador deja su empleo para hacer otra actividad, ¿tiene quien le cuide el puesto?

Parece que esos argumentos no importarán el día de mañana, pues de forma voraz y sin pensar en la ciudanía, utilizarán su fuerza mayoritaria, para imponer su voluntad y complacerse con las licencias.

Es tal la importancia y la prisa, que se han dedicado conferencias de prensa en el Palacio del Ayuntamiento para aplaudir simplonamente el abandono de sus encargos y dejar votado el trabajo, por difundir las “maravillas” de la presidencia, acusando a la oposición de entorpecer la democracia; pero lo que pretenden en la 4T es ser comparsa de la ilegalidad y abusar de los derechos que concede el reglamento, o como pasó en el Congreso Federal, aprobar cosas a modo, para violar descaradamente la ley, y modificar las reglas del juego en pleno partido.

¿En que momento las diputadas y diputados de la 4T creyeron una realidad lo que dice la canción popular “Y mi palabra es la Ley”? que no se les olvide, el pueblo nos dio la posibilidad de representarlos, hagámoslo con ética, dignidad y compromiso real a la ciudadanía, pues a pesar de que un partido político nos haya abanderado, debemos trabajar en beneficio de la ciudadanía y no de nadie más.