/ viernes 15 de julio de 2022

Liderazgo hemisférico 

Por una #SociedadHorizontal


El proceso de globalización que predominó por más de 30 años, hoy está bajo escrutinio crítico en todo el mundo. La confrontación comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia y la confrontación militar entre Rusia y Ucrania, dieron por terminada esa dinámica. La regionalización ha surgido como una ruta donde las potencias empiezan a replantear sus áreas de influencia. Si Estados Unidos quiere mantener su liderazgo en Occidente y una predominancia significativa frente a China y Rusia, debe profundizar la fusión de procesos económicos, sociales y políticos en América del Norte. México jugará un papel crucial para ello.

Tras la reunión entre el presidente López Obrador con Joe Biden, queda la impresión de que ambos mandatarios simplemente, no logran construir una visión hemisférica trascendente.

Hubo propuestas para “arreglar” la inflación, que generaron más confusión que orientación. Tal es el caso de plantear venderle gasolina barata a los estadounidenses: ¿a costa de nuestros subsidios? Por encima de ocurrencias, el tema central fue el migratorio. Destacó como positiva y audaz la solicitud por parte de AMLO de aumentar las visas temporales de trabajo. Desafortunadamente, esto no es políticamente viable por el momento. La elección que habrá en noviembre próximo y la baja calificación que tiene Biden -según el NYT, apenas un 33% de la población apoya su gestión- harán que quede en el tintero.

El mundo cambia exponencialmente y México ocupa un lugar inigualable, para ser líder en esta nueva era de transformaciones geopolíticas. Su posición privilegiada en el hemisferio norteamericano, le asegura consolidarse como el puente entre el norte y el sur, pero también entre Asia y Europa. Hoy que surge la imagen de un mundo que se divide progresivamente sobre una base nacional y continental, nuestro país puede configurar una política de “doble circulación”, en la que al mismo tiempo que se fortalezca regionalmente con Estados Unidos, Canadá e incluso el Reino Unido en torno al T-MEC, sea un nodo de encuentro para mantener una integración a escala planetaria.

Tanto el “nearshoring” con Estados Unidos, como la conexión que buscan mantener las empresas chinas a ese mercado, provocaron que, en 2021 entrara una cifra récord por 31.7 mil millones de dólares. La llegada de Inversión Extranjera Directa (IED) destinada a manufacturas, principalmente en las regiones del norte y el Bajío, dan muestra de la relevancia estratégica de nuestro territorio nacional.

En este contexto, es indispensable delinear una ruta clara para convertirnos en la plataforma logística del planeta que estamos destinados a ser. Además de nuestra ubicación geográfica, tenemos que aprovechar, como “el ombligo de la luna” que somos, las áreas de oportunidad que tenemos en el hemisferio: 1) La pirámide demográfica joven de la población; 2) El precio de la energía en la región que es el más competitivo en el mundo; 3) Los ecosistemas de innovación, que son los más potentes en todo el orbe.

La visita de López Obrador a la Casa Blanca servirá para paliar la molestia que generó su ausencia en la pasada “Cumbre de las Américas”. Ya se anunció que nuestro país invertirá 1,500 millones de dólares en la frontera conjunta con Estados Unidos, además del compromiso de comprar a la Unión Americana 20,000 toneladas de leche en polvo y un millón de toneladas de fertilizantes.

Sin embargo, en esta época de cambios, nuevamente quedó pendiente formular una propuesta visionaria, que ilumine el futuro conjunto de ambas naciones. La #SociedadHorizontal de este lado de la frontera y de aquél, especialmente sus empresarios, tienen el reto de construir el nuevo liderazgo hemisférico, frente al hueco que hasta ahora han dejado nuestros mandatarios.

Por una #SociedadHorizontal


El proceso de globalización que predominó por más de 30 años, hoy está bajo escrutinio crítico en todo el mundo. La confrontación comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia y la confrontación militar entre Rusia y Ucrania, dieron por terminada esa dinámica. La regionalización ha surgido como una ruta donde las potencias empiezan a replantear sus áreas de influencia. Si Estados Unidos quiere mantener su liderazgo en Occidente y una predominancia significativa frente a China y Rusia, debe profundizar la fusión de procesos económicos, sociales y políticos en América del Norte. México jugará un papel crucial para ello.

Tras la reunión entre el presidente López Obrador con Joe Biden, queda la impresión de que ambos mandatarios simplemente, no logran construir una visión hemisférica trascendente.

Hubo propuestas para “arreglar” la inflación, que generaron más confusión que orientación. Tal es el caso de plantear venderle gasolina barata a los estadounidenses: ¿a costa de nuestros subsidios? Por encima de ocurrencias, el tema central fue el migratorio. Destacó como positiva y audaz la solicitud por parte de AMLO de aumentar las visas temporales de trabajo. Desafortunadamente, esto no es políticamente viable por el momento. La elección que habrá en noviembre próximo y la baja calificación que tiene Biden -según el NYT, apenas un 33% de la población apoya su gestión- harán que quede en el tintero.

El mundo cambia exponencialmente y México ocupa un lugar inigualable, para ser líder en esta nueva era de transformaciones geopolíticas. Su posición privilegiada en el hemisferio norteamericano, le asegura consolidarse como el puente entre el norte y el sur, pero también entre Asia y Europa. Hoy que surge la imagen de un mundo que se divide progresivamente sobre una base nacional y continental, nuestro país puede configurar una política de “doble circulación”, en la que al mismo tiempo que se fortalezca regionalmente con Estados Unidos, Canadá e incluso el Reino Unido en torno al T-MEC, sea un nodo de encuentro para mantener una integración a escala planetaria.

Tanto el “nearshoring” con Estados Unidos, como la conexión que buscan mantener las empresas chinas a ese mercado, provocaron que, en 2021 entrara una cifra récord por 31.7 mil millones de dólares. La llegada de Inversión Extranjera Directa (IED) destinada a manufacturas, principalmente en las regiones del norte y el Bajío, dan muestra de la relevancia estratégica de nuestro territorio nacional.

En este contexto, es indispensable delinear una ruta clara para convertirnos en la plataforma logística del planeta que estamos destinados a ser. Además de nuestra ubicación geográfica, tenemos que aprovechar, como “el ombligo de la luna” que somos, las áreas de oportunidad que tenemos en el hemisferio: 1) La pirámide demográfica joven de la población; 2) El precio de la energía en la región que es el más competitivo en el mundo; 3) Los ecosistemas de innovación, que son los más potentes en todo el orbe.

La visita de López Obrador a la Casa Blanca servirá para paliar la molestia que generó su ausencia en la pasada “Cumbre de las Américas”. Ya se anunció que nuestro país invertirá 1,500 millones de dólares en la frontera conjunta con Estados Unidos, además del compromiso de comprar a la Unión Americana 20,000 toneladas de leche en polvo y un millón de toneladas de fertilizantes.

Sin embargo, en esta época de cambios, nuevamente quedó pendiente formular una propuesta visionaria, que ilumine el futuro conjunto de ambas naciones. La #SociedadHorizontal de este lado de la frontera y de aquél, especialmente sus empresarios, tienen el reto de construir el nuevo liderazgo hemisférico, frente al hueco que hasta ahora han dejado nuestros mandatarios.