/ miércoles 21 de febrero de 2018

¿Líderes sindicales?

Todo mundo habla de ellos. López Obrador, “cuando sea presidente”, va a regresar del exilio, a Napoleón Gómez Urrutia. A Elba Esther Gordillo, un juez la limita en sus comunicaciones, porque representa “un peligro para la seguridad del Estado”. Su sucesor, Juan Díaz de la Torre, se convierte en el “legítimo mandamás del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), mientras otro juez concede un Amparo a tres mentores gordillistas, para intentar tumbarlo.

Calladito, el sempiterno Carlos Romero Deschamps, símbolo indiscutible de este grupúsculo, al que se ve y juzga, como a los entes más corruptos de la politiquería nacional.

Representantes unos –otros lo fueron-, del más puro corporativismo, se equiparan en el alcance de sus fortunas (Tres de ellos; de Juanito, no hay trascendidos que lo incluyan). En la imposibilidad jurídica, de revisar las cuentas de los Sindicatos, hay que conformarse con creer que tuvieron la suerte de sacarse el premio gordo de la lotería, o que los benefició una herencia.

Hicieron ricos a su primer círculo, de los que jamás saldrá una crítica. Para escarbar en los vericuetos de las finanzas del gremio, hay que acudir a los miles y miles de trabajadores bajo su comando. Son ellos los que apoquinan mes a mes, las cuotas que rellenan esas arcas, de las que disponen sus “jefes espirituales”, a sus anchas. También son los únicos que tienen derecho de saber adónde van sus aportaciones, pero a ver quién es el valiente que denuncia.

A cambio de la merma en el salario, lo que supone un sacrificio para los agremiados, deberían colmarlos de beneficios.

Por el contrario, en tanto fueron o son parte del Sistema, se someten al tlatoani en turno y negocian escatimarles a sus representados, lo más que se pueda. Los porcentajes de incremento a los salarios, irrisorios. Las retribuciones en salud, despensas, guarderías, becas y demás concesiones que ameritan, raquíticas.

Evito hacer leña del árbol caído y poco he escrito sobre la Elba Esther, que fue a dar con sus huesos a la cárcel (En el apogeo de su gloria la exhibí como lo que es).

Se le acaba de conceder la prisión domiciliaria –en su lujoso depa de Polanco-, justo cuando empieza la mera efervescencia electoral. Venganza llama y se alía con su otrora enemigo, López Obrador, a través de su yerno –Fernando González-, su nieto, René Fujiwara y de quien fue cabeza de la SNTE, su colega Rafael Ochoa.

Si hay un “manjar de dioses” es el voto magisterial. Más de un millón de mentores conforman a este sindicato, el más grande de América Latina. Conseguir además, su colaboración en la jornada electoral es insustituible (Cuidan casillas, revisan actas) y pueden ser el fiel de la balanza para un candidato. Elba busca el control y hará cualquier cosa porque caiga el que fue su súbdito, Díaz de la Torre. Podría lograrlo en su alianza con Morena, así el Peje, otrora la considerara, miembro de la mafia del poder.

¿Y Napito? Candidato al senado por Morena- Exiliado en Canadá, ante acusaciones por un desvío de 55 millones de dólares, salió exonerado, aunque habría que preguntarle cómo le hizo para vivir a cuerpo de rey. Heredero del sindicato minero-metalúrgico que, por años, presidió su padre. A pregunta expresa, sobre si se podían testar este tipo de encomiendas, respondió: “Si un empresario le hereda una fábrica a su hijo, ¿por qué a mí no me podían dejar un sindicato? Lo pinta de cuerpo entero.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq


Todo mundo habla de ellos. López Obrador, “cuando sea presidente”, va a regresar del exilio, a Napoleón Gómez Urrutia. A Elba Esther Gordillo, un juez la limita en sus comunicaciones, porque representa “un peligro para la seguridad del Estado”. Su sucesor, Juan Díaz de la Torre, se convierte en el “legítimo mandamás del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), mientras otro juez concede un Amparo a tres mentores gordillistas, para intentar tumbarlo.

Calladito, el sempiterno Carlos Romero Deschamps, símbolo indiscutible de este grupúsculo, al que se ve y juzga, como a los entes más corruptos de la politiquería nacional.

Representantes unos –otros lo fueron-, del más puro corporativismo, se equiparan en el alcance de sus fortunas (Tres de ellos; de Juanito, no hay trascendidos que lo incluyan). En la imposibilidad jurídica, de revisar las cuentas de los Sindicatos, hay que conformarse con creer que tuvieron la suerte de sacarse el premio gordo de la lotería, o que los benefició una herencia.

Hicieron ricos a su primer círculo, de los que jamás saldrá una crítica. Para escarbar en los vericuetos de las finanzas del gremio, hay que acudir a los miles y miles de trabajadores bajo su comando. Son ellos los que apoquinan mes a mes, las cuotas que rellenan esas arcas, de las que disponen sus “jefes espirituales”, a sus anchas. También son los únicos que tienen derecho de saber adónde van sus aportaciones, pero a ver quién es el valiente que denuncia.

A cambio de la merma en el salario, lo que supone un sacrificio para los agremiados, deberían colmarlos de beneficios.

Por el contrario, en tanto fueron o son parte del Sistema, se someten al tlatoani en turno y negocian escatimarles a sus representados, lo más que se pueda. Los porcentajes de incremento a los salarios, irrisorios. Las retribuciones en salud, despensas, guarderías, becas y demás concesiones que ameritan, raquíticas.

Evito hacer leña del árbol caído y poco he escrito sobre la Elba Esther, que fue a dar con sus huesos a la cárcel (En el apogeo de su gloria la exhibí como lo que es).

Se le acaba de conceder la prisión domiciliaria –en su lujoso depa de Polanco-, justo cuando empieza la mera efervescencia electoral. Venganza llama y se alía con su otrora enemigo, López Obrador, a través de su yerno –Fernando González-, su nieto, René Fujiwara y de quien fue cabeza de la SNTE, su colega Rafael Ochoa.

Si hay un “manjar de dioses” es el voto magisterial. Más de un millón de mentores conforman a este sindicato, el más grande de América Latina. Conseguir además, su colaboración en la jornada electoral es insustituible (Cuidan casillas, revisan actas) y pueden ser el fiel de la balanza para un candidato. Elba busca el control y hará cualquier cosa porque caiga el que fue su súbdito, Díaz de la Torre. Podría lograrlo en su alianza con Morena, así el Peje, otrora la considerara, miembro de la mafia del poder.

¿Y Napito? Candidato al senado por Morena- Exiliado en Canadá, ante acusaciones por un desvío de 55 millones de dólares, salió exonerado, aunque habría que preguntarle cómo le hizo para vivir a cuerpo de rey. Heredero del sindicato minero-metalúrgico que, por años, presidió su padre. A pregunta expresa, sobre si se podían testar este tipo de encomiendas, respondió: “Si un empresario le hereda una fábrica a su hijo, ¿por qué a mí no me podían dejar un sindicato? Lo pinta de cuerpo entero.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq