/ viernes 2 de septiembre de 2022

Lo estoy haciendo lo mejor que puedo 

Por Stefany Rocha Del Litto


Este artículo será un tanto más personal, sin estar lleno de estadísticas y números que respaldan los argumentos que esta autora escriba. Porque este artículo viene a regresarnos al presente y ayudarnos a ver que lo estamos haciendo bien, que la vida se trata de los pasos que damos, no de avanzar dos cuadras de un jalón. La vida no se resume en estar llegando a metas, cobrar cheques y recibir reconocimientos. No, la vida realmente se encuentra en detenerte y valorar el camino, de ver la fortaleza de nuestro esfuerzo y de las personas que nos acompañan en los pasos que damos.

Según el INEGI (2021), aproximadamente dos de cada diez mexicanos están insatisfechos con sus vida en general y peor aún, casi 8 de cada diez están infelices con el trabajo que realizan. Qué contundente, ¿no? Nacer, para que al cabo de unos años, te despiertes cinco días de la semana para dedicarle tiempo, aquel elemento de tu vida que no regresa y no perdona, a una tarea que no nos hace sonreír el corazón. Y así, de una manera tan sencilla, la vida se nos va como arena entre los dedos.

Es por eso que este artículo, no pretende que pienses en aquellas cosas que aún no logras, las que quisieras alcanzar pero por cualquier razón circunstancial no te es posible. No, este artículo es para ayudarte a recordar que lo estás haciendo lo mejor que puedes y que la belleza de la vida se esconde casi siempre en los detalles más chiquitos. En esa sonrisa de un amigo que llegó a tu casa para pasar el rato, en esa risa oculta que busca darnos un momento grato cuando nos mandan un buen meme, lo calientito que se siente el corazón cuando nuestra mascota se nos acerca, y lo lindo que se siente en la piel sentir los rayos del Sol cuando salimos a la calle.

Si tú, querido lector, eres de esa estadística (o no) que muchas veces siente insatisfacción y siente que la vida de pronto se pone complicada. No estás solx, somos muchos lxs que nos cuestionamos múltiples veces cómo es eso de encontrarle sentido a la vida. Que en el proceso, hemos tenido derrotas y caídas pero también manos cercanas que nos ayudan a pararnos. Y, querido lector, te compartiré una de las cosas que a mi, como escritora, siempre me ayudan a darme cuenta que lo estoy haciendo bien (o no tan mal). Terminando el día, tomo un momento para mi al lado de una libreta y pluma para escribir tres cosas que agradezco que pasaron durante el transcurso de ese día. Con el paso del tiempo, he notado que comienzo a darme cuenta que la vida está ahí, en los detalles que son fáciles que pasen desapercibidos y así, me recuerdo que, al igual que tú, lo estoy haciendo lo mejor que puedo.

Por Stefany Rocha Del Litto


Este artículo será un tanto más personal, sin estar lleno de estadísticas y números que respaldan los argumentos que esta autora escriba. Porque este artículo viene a regresarnos al presente y ayudarnos a ver que lo estamos haciendo bien, que la vida se trata de los pasos que damos, no de avanzar dos cuadras de un jalón. La vida no se resume en estar llegando a metas, cobrar cheques y recibir reconocimientos. No, la vida realmente se encuentra en detenerte y valorar el camino, de ver la fortaleza de nuestro esfuerzo y de las personas que nos acompañan en los pasos que damos.

Según el INEGI (2021), aproximadamente dos de cada diez mexicanos están insatisfechos con sus vida en general y peor aún, casi 8 de cada diez están infelices con el trabajo que realizan. Qué contundente, ¿no? Nacer, para que al cabo de unos años, te despiertes cinco días de la semana para dedicarle tiempo, aquel elemento de tu vida que no regresa y no perdona, a una tarea que no nos hace sonreír el corazón. Y así, de una manera tan sencilla, la vida se nos va como arena entre los dedos.

Es por eso que este artículo, no pretende que pienses en aquellas cosas que aún no logras, las que quisieras alcanzar pero por cualquier razón circunstancial no te es posible. No, este artículo es para ayudarte a recordar que lo estás haciendo lo mejor que puedes y que la belleza de la vida se esconde casi siempre en los detalles más chiquitos. En esa sonrisa de un amigo que llegó a tu casa para pasar el rato, en esa risa oculta que busca darnos un momento grato cuando nos mandan un buen meme, lo calientito que se siente el corazón cuando nuestra mascota se nos acerca, y lo lindo que se siente en la piel sentir los rayos del Sol cuando salimos a la calle.

Si tú, querido lector, eres de esa estadística (o no) que muchas veces siente insatisfacción y siente que la vida de pronto se pone complicada. No estás solx, somos muchos lxs que nos cuestionamos múltiples veces cómo es eso de encontrarle sentido a la vida. Que en el proceso, hemos tenido derrotas y caídas pero también manos cercanas que nos ayudan a pararnos. Y, querido lector, te compartiré una de las cosas que a mi, como escritora, siempre me ayudan a darme cuenta que lo estoy haciendo bien (o no tan mal). Terminando el día, tomo un momento para mi al lado de una libreta y pluma para escribir tres cosas que agradezco que pasaron durante el transcurso de ese día. Con el paso del tiempo, he notado que comienzo a darme cuenta que la vida está ahí, en los detalles que son fáciles que pasen desapercibidos y así, me recuerdo que, al igual que tú, lo estoy haciendo lo mejor que puedo.