Parece que en el Congreso de la Ciudad de México, se hará costumbre realizar sesiones extraordinarias antes de terminar una legislatura, pues 9 días antes de concluir la actual, ya se agendó un periodo extraordinario más.
Ante la falta de un orden del día definitivo para la sesión del jueves, algunas comisiones fueron convocadas para sesionar temas pendientes.
Mejoramiento barrial, justicia social, vivienda en arrendamiento, son ejemplo de los temas a considerarse para el último periodo extraordinario de esta segunda legislatura.
Su común denominador: ser propuesta reciente del Jefe de Gobierno, y están relacionados con la construcción y la planeación de nuestra Ciudad.
La propuesta en materia de vivienda, plantea como alternativa para las personas de menores ingresos que no pueden adquirirla, garantizando la producción pública de vivienda en arrendamiento.
El dictamen que se aprobó en comisiones el pasado viernes, analiza ejemplos en otros países, donde el gobierno ha decidido incursionar como agente inmobiliario, y así construir y promover espacios en renta.
Para evitar que esta política pública tropiece, el gobierno necesita conocer el comportamiento del mercado inmobiliario, por lo que también va a replicar el sistema estadístico que se aplica en España.
De esta manera, aparece en escena el Registro de contratos de arrendamiento, que de acuerdo con la iniciativa, dará certeza jurídica a las partes, y ahora el gobierno, será una de esas partes.
Como quien dice: “para ir a la segura” y evitar la costumbre de enmendar la política en materia de vivienda, pues al parecer, eso ocurre cada tres años.
Me explico, como dato histórico, en 2021 al cerrar la primera legislatura, se aprobó reactivar la norma 26 y se hicieron modificaciones en materia de vivienda, a propuesta de la entonces Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.
Hoy, el contexto no ha cambiado, miles de capitalinos enfrentan el desplazamiento gradual, ante la falta de opciones a su alcance en la oferta de vivienda de la capital.
3 años después, sin poder destacar resultados favorables de esas modificaciones, y sin lograr cubrir la demanda de vivienda, Martí Batres plantea reformas para incluir una alternativa, ante el hecho de no alcanzar -en este sexenio- el objetivo de la ley.
Como dato curioso: hoy en día el costo de una vivienda de interés social, debe ser menor a 650 mil pesos; es decir, lo mismo que va a costar el retrato al óleo que Andrés Manuel López Obrador pidió para perpetuarse de manera suntuosa, como solo un Rey o habitante de un palacio lo puede hacer.
Tal contraste nos hace reflexionar, y solo puede haber 2 conclusiones: ya no es necesario construir vivienda para renta, pues ya no hay pobreza; o una vez más en MORENA contradicen alguno de sus principios, pues “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”.