/ lunes 25 de septiembre de 2017

Lo que el 19-S continúa develando

Tuvo que ocurrir un nuevo 19-S para que la camaleónica, insaciable y amoral camarilla política mexicana que nos gobierna y desangra, haya empezado a emitir pronunciamientos de “mesura”, “austeridad” y “solidaridad” con el pueblo. Primero, cual vulgares marchantes “desesperados” para “ganar” el reconocimiento ciudadano, desde Morena que fue el primero en ofrecer renunciar al 20% de su financiamiento anual en apoyo a los damnificados, hasta el PRI que le secundó rimbombante “de manera inmediata” con el 25%, luego el PRD con el 50% que no tardó en igualar Morena, el 85% el PVEM y así hasta el 100% de Movimiento Ciudadano y luego del Frente Ciudadano (FC), sin que el PAN se pronunciara. Éste es el nivel de la política, de la lucha descarada y descarnada por el poder.

Ahora sí el FC propone un “verdadero acto de grandeza”: suprimir todo financiamiento público a partidos y eliminar gastos médicos, publicidad, telefonía, gasolina y viáticos de funcionarios. ¡No tienen vergüenza. Cuánto lo demandó el pueblo de México y nunca fue escuchado! Pero menos la tienen los consejeros del INE y los legisladores eternos que no son capaces de entender que para una sociedad como la nuestra, con las carencias, desigualdades profundas y pobreza extrema, son un insulto sus fastuosos salarios y prebendas sin fin.

Ni qué decir de las deleznables prácticas de corrupción de gobiernos locales como el de Morelos. El problema es que ya es demasiado tarde, nuestra vampírica cúpula política nunca entendió, ni quiso reconocer, que la ciudadanía llegó al límite. Por eso hoy la sociedad en pleno, en su mayoría jóvenes de entre 15 y 35 años de edad, se ha volcado a las calles heroica, infatigable, solidaria, consciente de que no cuenta con sus autoridades y mucho menos con los políticos que solo han sabido explotar y lucrar con la tragedia humana, desgarrándose las vestiduras en el discurso sin hacer nada por corregir y mucho menos evitar futuras catástrofes.

Vivo ejemplo de ello es la criminal política que los responsables en turno han instrumentado en la capital de la República, a la que las autoridades actuales cambiaron nombre, status jurídico y dotaron de Constitución, pero en la que continuaron tolerando la corrupción e impulsando toda clase de abusos y violaciones a los ordenamientos de construcción y protección civil. Cierto, no fue la presente administración de gobierno la que inició esta anarquía en la CdMx, pero un conocimiento mínimo del estado y comportamiento geológico e hidrológico de su subsuelo tendría que haber impedido, desde hace mucho tiempo, el criminal desarrollo de mega proyectos inmobiliarios, reforzado el cumplimiento de las normas de construcción posteriores a 1985 y prohibido tajantemente la ocupación de inmuebles dañados.

Los mapas que muestran la localización de los inmuebles colapsados o afectados por el sismo del último 19-S, ilustran por enésima vez la extrema vulnerabilidad de nuestra ciudad. El 95% está ubicado en terrenos blandos, arcillosos, que fueron “ganados” a los lechos lacustres a través de los siglos, desde el desecamiento de los lagos mediante túneles durante la Colonia.

Inestabilidad edafológica que hoy se ve agravada por los extremos, pero lógicos, niveles de hundimiento del que México es líder en el mundo, agudizada a su vez por la sobre extracción acuífera de sus mantos freáticos. Prueba de ello: los 14 metros que desde 1862 a la fecha se han hundido zonas como la del Aeropuerto, Ciudad Nezahualcóyotl y Chalco y los hundimientos diferenciados, entre 2.5 y 13 metros, del Centro Histórico. De ahí las inundaciones, socavones y la extrema vulnerabilidad sísmica.

¡Por eso es execrable la conducta omisiva, negligente y corrupta de autoridades y políticos coludidos! ¡Por eso y por mucho más el pueblo está harto y los aborrece!

bettyzanolli@gmail.com        

@BettyZanolli

Tuvo que ocurrir un nuevo 19-S para que la camaleónica, insaciable y amoral camarilla política mexicana que nos gobierna y desangra, haya empezado a emitir pronunciamientos de “mesura”, “austeridad” y “solidaridad” con el pueblo. Primero, cual vulgares marchantes “desesperados” para “ganar” el reconocimiento ciudadano, desde Morena que fue el primero en ofrecer renunciar al 20% de su financiamiento anual en apoyo a los damnificados, hasta el PRI que le secundó rimbombante “de manera inmediata” con el 25%, luego el PRD con el 50% que no tardó en igualar Morena, el 85% el PVEM y así hasta el 100% de Movimiento Ciudadano y luego del Frente Ciudadano (FC), sin que el PAN se pronunciara. Éste es el nivel de la política, de la lucha descarada y descarnada por el poder.

Ahora sí el FC propone un “verdadero acto de grandeza”: suprimir todo financiamiento público a partidos y eliminar gastos médicos, publicidad, telefonía, gasolina y viáticos de funcionarios. ¡No tienen vergüenza. Cuánto lo demandó el pueblo de México y nunca fue escuchado! Pero menos la tienen los consejeros del INE y los legisladores eternos que no son capaces de entender que para una sociedad como la nuestra, con las carencias, desigualdades profundas y pobreza extrema, son un insulto sus fastuosos salarios y prebendas sin fin.

Ni qué decir de las deleznables prácticas de corrupción de gobiernos locales como el de Morelos. El problema es que ya es demasiado tarde, nuestra vampírica cúpula política nunca entendió, ni quiso reconocer, que la ciudadanía llegó al límite. Por eso hoy la sociedad en pleno, en su mayoría jóvenes de entre 15 y 35 años de edad, se ha volcado a las calles heroica, infatigable, solidaria, consciente de que no cuenta con sus autoridades y mucho menos con los políticos que solo han sabido explotar y lucrar con la tragedia humana, desgarrándose las vestiduras en el discurso sin hacer nada por corregir y mucho menos evitar futuras catástrofes.

Vivo ejemplo de ello es la criminal política que los responsables en turno han instrumentado en la capital de la República, a la que las autoridades actuales cambiaron nombre, status jurídico y dotaron de Constitución, pero en la que continuaron tolerando la corrupción e impulsando toda clase de abusos y violaciones a los ordenamientos de construcción y protección civil. Cierto, no fue la presente administración de gobierno la que inició esta anarquía en la CdMx, pero un conocimiento mínimo del estado y comportamiento geológico e hidrológico de su subsuelo tendría que haber impedido, desde hace mucho tiempo, el criminal desarrollo de mega proyectos inmobiliarios, reforzado el cumplimiento de las normas de construcción posteriores a 1985 y prohibido tajantemente la ocupación de inmuebles dañados.

Los mapas que muestran la localización de los inmuebles colapsados o afectados por el sismo del último 19-S, ilustran por enésima vez la extrema vulnerabilidad de nuestra ciudad. El 95% está ubicado en terrenos blandos, arcillosos, que fueron “ganados” a los lechos lacustres a través de los siglos, desde el desecamiento de los lagos mediante túneles durante la Colonia.

Inestabilidad edafológica que hoy se ve agravada por los extremos, pero lógicos, niveles de hundimiento del que México es líder en el mundo, agudizada a su vez por la sobre extracción acuífera de sus mantos freáticos. Prueba de ello: los 14 metros que desde 1862 a la fecha se han hundido zonas como la del Aeropuerto, Ciudad Nezahualcóyotl y Chalco y los hundimientos diferenciados, entre 2.5 y 13 metros, del Centro Histórico. De ahí las inundaciones, socavones y la extrema vulnerabilidad sísmica.

¡Por eso es execrable la conducta omisiva, negligente y corrupta de autoridades y políticos coludidos! ¡Por eso y por mucho más el pueblo está harto y los aborrece!

bettyzanolli@gmail.com        

@BettyZanolli