@cons_gentil
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Durante los últimos días (o realmente los últimos años) hemos sido testigos de noticias que han cambiado inesperadamente el rumbo de la historia y a su vez se han convertido en el centro de atención de la prensa internacional. Sin embargo, existe una complejidad que a veces no percibimos en la transmisión de estas grandes noticias. Existe mucho entre el hecho en sí y la pieza periodística que llega hasta nosotros.
Cuando leemos una nota, es evidente que alguien más la escribió, lo cual indica que está atravesada por la propia subjetividad del ser humano que la produce. Al mismo tiempo es necesario tomar en cuenta la economía política de los medios, una aproximación que indica que no estamos viendo simplemente una forma de intercambio ideológicamente neutral, sino que dicho intercambio está condicionado por un rango de interacciones complejas entre países, organizaciones internacionales, instituciones y marcos legales, tradiciones y herencias culturales. Esto engloba el país de origen del medio, las alianzas comerciales a través de anunciantes, otras empresas que pueden pertenecer a los mismos dueños, e incluso conflicto de interés. Todo esto se adiciona a la afiliación o tendencia política del medio, que puede ser desde implícita y relativamente discreta hasta verdaderamente evidente.
Es importante mencionar que esto no hace que toda la información que leemos sea necesariamente falsa, sino que debemos leerla con una mirada más crítica y holística. También significa principalmente que, aunque pueda llegar a ser incómodo, debemos intentar exponernos a opiniones y puntos de vista distintos al nuestro para poder crear una visión más completa de problemas complejos. Si esto lo adicionamos a que existe una tendencia preexistente dentro de nosotros mismos de querer consumir medios que empatan con nuestra propia ideología, al igual que lo es el seguir a usuarios que creemos que comparten nuestros valores, esta tarea se vuelve todavía más compleja.
Además de las tendencias que existen en los medios que consumimos, existe otro factor que debemos tomar en cuenta: la manera en la que se nos presenta la información. En el marco de la teoría de Agenda Setting, encontramos el concepto de framing, que sugiere que la forma en que algo se presenta a la audiencia (llamado "el marco o frame") influye en las elecciones que hacen las personas sobre cómo procesar esa información. Los frames son abstracciones que funcionan para organizar o estructurar el significado del mensaje
De manera que cuando consumimos algún medio, la información que transmiten se ve intervenida por este framing. Es importante mencionar que si hablamos de un medio con rigor periodístico, autocrítica y que intenta servir a la democracia, este frame será menos tóxico para las personas que un medio de corte clientelar y que sirve como instrumento para que algún gobierno autoritario se legitime a cuestas de la población.
En esta época en la que los eventos transmitidos en los medios tienen el potencial de convertirse en hechos históricos que cambiaron una generación, es importante darnos cuenta de la responsabilidad que recae en nosotros al elegir qué medio consumir, en la crítica que le otorgamos a este medio, y en complementar esa información intentando escuchar opiniones distintas a la nuestra. Esto también es esencial para ejercer nuestra labor como ciudadanos de manera responsable, y de poco a poco poder entender mejor estos problemas que cambian al mundo, en los que siempre hay más de lo que se ve a primera vista.
