/ jueves 15 de noviembre de 2018

Los comediantes

Tendremos el destino que nos hayamos merecido.

- Albert Einstein

1. El juego. Nadie en su sano juicio y con una dosis de información, puede aceptar como genuina la propuesta de Ricardo Monreal, coordinador del grupo parlamentario de Morena en la cámara alta, de modificar las comisiones que impone la banca a sus usuarios.

El escepticismo a semejante iniciativa proviene de la inconsecuente trayectoria del exgobernador de Zacatecas, quien pasó de ser un golpeador parlamentario al servicio del PRI, a un opositor furibundo al partido tricolor y, finalmente, ser una pieza legitimadora para que AMLO Impusiera a su candidata al gobierno de la Ciudad de México. Por cierto, es útil recordar que el tabasqueño “premió” a los dos simuladores del proceso interno. El otro fue Martí Batres, quien hoy funge como presidente de la mesa directiva del Senado.

Sabiendo cómo se las gasta el presidente electo, fue evidente que presenciamos una comedia breve pero eficaz, que provocó lo que se buscaba, presentar al exjefe de gobierno como un hombre de Estado, maduro y sensato, pero, sobre todo ratificar su alianza con los sectores financieros. Y, a su vez, Monreal se disfrazó de un jefe de bancada con “margen de independencia”, lo cual ayuda para barnizar el carro completo que opera en el Congreso de la Unión. Los próximos capítulos de éste baile de disfraces pueden estar llenos de arlequines, aunque al final alguien tendrá que pagar el costo político. Es inimaginable que los banqueros cedan en disminuir sus voluptuosas ganancias. Claro, puede haber trueques, como en el caso del diferendo del aeropuerto. Ya veremos.

2. Entre consultas y mendrugos. Al exalumno de Ciencias Políticas su activismo de candidato le impide comportarse como presidente electo. Diario quiere impactar en los medios, no importa que exprese superficialidades o propuestas que no tienen sustento presupuestal de largo aliento. Ahora, ya inventó una nueva consulta para los días 24 y 25 de noviembre, donde mezcla temas de infraestructura con programas sociales.

El resultado es obvio, no sólo por el diseño amañado de la convocatoria sufragista, sino porque ¿quién se va a oponer a la puesta en marcha de igualadores sociales que mejoren la vida de segmentos vulnerables? Claro, su política es de bandazos programados. No toca ni con el pétalo de una reforma fiscal a los habitantes del archipiélago de los privilegiados y, para impactar, reparte migajas a algunos desposeídos y excluidos. Ésta rutina ambivalente no es sostenible en el mediano plazo, puesto que, la incontenible acumulación de los últimos deciles presiona con efecto “acordeón” empobreciendo a los segmentos medios y hundir a los asalariados y trabajadores.

pedropenaloza@yahoo.com

@pedro_penaloz

Tendremos el destino que nos hayamos merecido.

- Albert Einstein

1. El juego. Nadie en su sano juicio y con una dosis de información, puede aceptar como genuina la propuesta de Ricardo Monreal, coordinador del grupo parlamentario de Morena en la cámara alta, de modificar las comisiones que impone la banca a sus usuarios.

El escepticismo a semejante iniciativa proviene de la inconsecuente trayectoria del exgobernador de Zacatecas, quien pasó de ser un golpeador parlamentario al servicio del PRI, a un opositor furibundo al partido tricolor y, finalmente, ser una pieza legitimadora para que AMLO Impusiera a su candidata al gobierno de la Ciudad de México. Por cierto, es útil recordar que el tabasqueño “premió” a los dos simuladores del proceso interno. El otro fue Martí Batres, quien hoy funge como presidente de la mesa directiva del Senado.

Sabiendo cómo se las gasta el presidente electo, fue evidente que presenciamos una comedia breve pero eficaz, que provocó lo que se buscaba, presentar al exjefe de gobierno como un hombre de Estado, maduro y sensato, pero, sobre todo ratificar su alianza con los sectores financieros. Y, a su vez, Monreal se disfrazó de un jefe de bancada con “margen de independencia”, lo cual ayuda para barnizar el carro completo que opera en el Congreso de la Unión. Los próximos capítulos de éste baile de disfraces pueden estar llenos de arlequines, aunque al final alguien tendrá que pagar el costo político. Es inimaginable que los banqueros cedan en disminuir sus voluptuosas ganancias. Claro, puede haber trueques, como en el caso del diferendo del aeropuerto. Ya veremos.

2. Entre consultas y mendrugos. Al exalumno de Ciencias Políticas su activismo de candidato le impide comportarse como presidente electo. Diario quiere impactar en los medios, no importa que exprese superficialidades o propuestas que no tienen sustento presupuestal de largo aliento. Ahora, ya inventó una nueva consulta para los días 24 y 25 de noviembre, donde mezcla temas de infraestructura con programas sociales.

El resultado es obvio, no sólo por el diseño amañado de la convocatoria sufragista, sino porque ¿quién se va a oponer a la puesta en marcha de igualadores sociales que mejoren la vida de segmentos vulnerables? Claro, su política es de bandazos programados. No toca ni con el pétalo de una reforma fiscal a los habitantes del archipiélago de los privilegiados y, para impactar, reparte migajas a algunos desposeídos y excluidos. Ésta rutina ambivalente no es sostenible en el mediano plazo, puesto que, la incontenible acumulación de los últimos deciles presiona con efecto “acordeón” empobreciendo a los segmentos medios y hundir a los asalariados y trabajadores.

pedropenaloza@yahoo.com

@pedro_penaloz

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